Parte 5

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La mañana hacia su aparición en Tokio y en la mansión Shihōin como era de costumbre los días sábados Yoruichi aún se encontraba durmiendo bajo las finas sabanas de su cama, para todos los sirvientes, su padre y cualquiera que en verdad conociera a la morena, diría que ella es aficionada a dormir largas horas, pero esta vez las cosas eran tan diferentes que alguien pensaría que quizá la heredera y princesa de la casa está enferma.

La noche anterior después de despedir a Soi, prepararse para descansar y olvidar el mundo y sus complicaciones por unas horas, la morena coloco su cabeza en la suave y cómoda almohada para perderse en el agradable mundo de los sueños pero para su molestia no pasaron ni diez minutos cuando se dio cuenta que su mente solo pensaba en una cosa, para ser exactos en una persona y que no solo era el pensarla, también era imaginarla al lado de una voluptuosa pelirroja que tenía por compañera, quizá sonriendo, pasándola bien, charlando en el sofá....quizá en la habitación con ropas de dormir...quizá algunas prendas con encaje y muy atractiva, de esas que dejan muy poco a la imaginación.

Realmente había tenido una de esas noches horribles, su mente jugando sucio y sus temores saliendo a flote; la última vez que había pasado una noche tan terrible fue la noche después de la fiesta de su graduación, seguida por la semana cuando decidió mudarse a Europa y la verdad es que había pasado más de dos semana con insomnios y pensando mil cosas a la vez, pero en ese entonces se convenció a si misma que todo era por un bien mayor. Por esta razón este día en particular la morena aun dormía, mientras que en el despacho de su casa Shiro Shihōin miraba las noticias en su cómodo sofá y con un plato lleno de frutas, esperando que su princesa despertara de su merecido descanso.

Así mismo las cosas a unos kilómetros de distancia, en un apartamento en la parte exclusiva de Tokio más específicamente en el cuarto piso de uno de los edificios, las cosas eran de una manera totalmente diferentes, por una parte Soi Fong siempre había sido de dormir poco ya que tenía problemas de insomnio y cuando despertaba le era difícil volver a conciliar el sueño por lo que casi nunca se quedaba en cama.

Los días sábados siempre eran algo hilarantes ya que Rangiku le dejaba estar en su habitación para que ella descansara aunque sabía que no dormía, pero lo más divertido era que ponía el estéreo y según el estado de ánimo en el cual se encontraba ponía su música favorita, cualquiera pensaría que sería algo ruidosa y quizá bailable ya que la pelirroja parecía tener una imagen de fiestera, pero para sorpresa de muchos e inclusive lo fue para Soi cuando fueron conociéndose más a fondo, era que la psiquiatra más prestigiosa del país tenía unos gusto muy distintos a lo que cualquiera creería, pues al criarse con su madre ella asimilo los gusto de su madre que constaba de música de los setentas, ochentas, noventas y la mayoría en inglés.

Por lo tanto la pelirroja le había pegado sus gustos musicales y para sus buenos días la canción con la cual la pelirroja comenzaba ese día en particular, parecía retratar un pensamiento recurrente en ella.... la canción comenzó a sonar con el típico sonido de los primeros acordes de batería, guitarra y bajo seguido del grito de esa mujer dejando que la letra entrara en su mente.

Midnight gettin' uptight Where are you

You said you'd meet me now it's quarter to two

I know I'm hangin' but I'm still wantin' you

Hey Jack It's a fact they're talkin' in town

I turn my back and you're messin' around

I'm not really jealous don't like lookin' like a clown

I think of you ev'ry night and day

You took my heart then you took my pride away

I hate myself for loving you

Relación por ConvenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora