Parte 25

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La mañana había llegado y con eso un nuevo día, segundo día de "luna de miel" y las cosas parecían tornarse más crispadas entre la pareja, cada quien tratando la situación a su manera, lo más molesto era que el ambiente y las condiciones en las cuales se encontraban no ayudaban para nada, una muestra de eso había sido la noche anterior la escasa ropa de cada una y la poca brisa que circulaba en la habitación no ayudaban a bajar el calor que se sentía en el ambiente sin contar el calor que emanaba de sus cuerpos, eso había sido un poco molesto, incomodo y exasperante, les había costado conciliar el sueño y cuando cada una lo hizo al despertar la morena pudo sentir una leve frustración consigo misma pues se encontraba abrazada al cuerpo de Soi, dejando entrever que entre la noche ella había sido quien busco inconscientemente el contacto de su esposa.

La morena había tenido suerte de ser la primera en despertar y al hacerlo dejo rápidamente el contacto, luego de calmar la sorpresa de su despertar no pudo evitar mirar a la peli azul tenía pequeñas gotas de sudor en su frente y su cuello, la morena se mordió el labio su esposa parecía tan calma y tan inocentemente dormida que daban ganas de despertarla con un buen beso o en todo caso asaltándole sexualmente, pero el movimiento de la peli azul que anunciaba que pronto podía  despertar hizo que la morena volviera a recostarse en su lado de la cama y olvidara sus perversos pensamientos para hacerse la dormida mientras que Soi Fong despertaba con un maldito e incomodo calor en todo su cuerpo aun cuando hace unos minutos podía decir que el calor parecía cómodo y placentero hoy le causaba molestia e irritación.

Soi miro al otro lado de la cama, la morena parecía estar en la misma posición que había tomado la noche anterior, quizá molesta por toda la situación o por compartir la cama con ella, ante ese pensamiento la peli azul podía sentir un poco de molestia, realmente Yoruichi no quería tenerla cerca o solo estaba comportándose como una princesa caprichosa berrinchuda, quizá Shiro tenía razón y necesitaba que le mostrara quien mandaba, suspiro y trato de calmarse eso no es lo que ella quería... o ¿sí?

La peli azul se dispuso a levantarse, sí se quedaba ahí pensando o divagando capaz haría una tontería como tomar a la morena y hacerle el amor hasta que se le quitara lo caprichosa, se levanto y fue directamente al cuarto de baño para tomar su respectiva ducha fría pues a su parecer el calor parecía aumentar en vez de menguar, lo peor de todo era que el aire acondicionado se encendería hasta mañana, solo esperaba no hacer combustión instantánea, ante esto solo deseaba tener a Rangiku de frente para decirle un par de cosas. Después de la ducha y cambiarse de ropa fue directamente a preparar el desayuno, haría lo que sabía podía hacer y le quedaban muy bien Hot Cake, un poco de fruta, el respectivo café para ella y un poco de leche para la morena.

Por su parte Yoruichi ya levantada y duchada estaba decidiendo que atuendo podía causar una impresión importante para Soi, aunque en el fondo sabía muy bien que amaba a su esposa, ayer se había propuesto el mostrarle que ella podía llevar al límite del deseo y de nervios a cualquier persona, no por gusto le habían apodado la diosa de las pasarelas cuando era modelo y aunque no le agradaba usar esos trucos sucios o artimañas contra su esposa ahora le iba a enseñar que podía ser más apasionada y deseable que esa arpía de Tia Halibel, luego de escoger su escaso y provocador atuendo que consistía en un bikini de dos piezas se miro al espejo sintiéndose satisfecha — papá tiene razón — suspiro sonoramente y sonrió — te mostrare la tigresa que llevo dentro — dijo para sí misma, con esa resolución salió hacia la cocina a tomar su desayuno y a dar una pequeña lección a la peli azul.

Soi terminaba de preparar la mesa esperando que la morena ya estuviese despierta, en caso contrario ella tendría que ir a llamarle para que tomara el desayuno caliente, en ese pensamiento estaba tan ensimismada que no había notado que la morena ya se encontraba ahí, parada en la puerta del comedor observándole. Soi cargaba un Short color blanco en conjunto a una camiseta color azul de tirantes, algo que dejaba mucha de su piel nívea al descubierto pero con el intenso calor que estaba haciendo era lo más lógico aunque la morena sonrió pues su atuendo era más que revelador, suspiro y decidió que ya era hora de que los grises y tormentosos ojos de su esposa vieran lo que se estaba perdiendo.

Relación por ConvenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora