《Me haces daño》♤JongSang/SeongSang♤ [Editando]

Capítulo 9

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Se encontraba rumbo a su casa acompañado de un indiferente Jongho a su lado, en todo el camino no cruzaron miradas pero se tenían tomados de la mano. Admitió que eso le gustaba, pero no cuando sientes que la presión sanguínea de tu mano esta a punto de cortarse gracias a la fuerza que el contrario provocaba

Se sentía algo intimidado, nunca antes le había levantado la voz a su amor, y que este haya reaccionado de esa forma, lo dejó algo confuso, es decir, había cierta verdad en lo que decía Seonghwa pero... Sus pensamientos fueron interrumpidos por un golpe que había recibido en la frente, en el medio de esta para ser exactos. Miró la causa de su ahora dolor y solamente tenía a un Jongho frente a él de brazos cruzados

– ¿En qué tanto piensas?

– ¿Eh? ¿Qué? Yo, nada – Más nervioso no podía estar

– Si claro, y yo soy la reina Isabel – Bufo mientras rodaba los ojos – Sigues pensado en ese oxigenado

Apartó la mirada, sus ojos se hacían cada vez más profundos cada que hablaba de su amigo, o mejor dicho del "oxigenado", como si teñirse el cabello de rubio lo volviera totalmente analfabeta

– No estaba pensando en nada – Si claro, ¿cómo quieres que te crea si eres transparente en cuánto a tus sentimientos?

– Mientes – Su voz se escucho más ronca de lo normal. Su cuerpo se tensó, nunca lo había oído así

– No lo hago... – Titubeo

De un momento a otro estaba siendo arrastrado del antebrazo por un impasible Jongho que miraba a cada persona que se le cruzaba como si la fuera a matar. Rayos, dolía, no podía zafarse del agarré porque este niño con cara de ángel tenía más fuerza que él. Observó el lugar y ya habían pasado de largo por su preciosa casa.

– J-Jongho... Mi-mi casa está por allá – Señaló la dirección pero no detuvo su acción

– Cállate, no iremos allá

– Pero... Mis padres

– Los llamaré luego, ahora cierra la boca

Acató la orden, el camino se hizo eterno, trató varias veces de soltarse pero lo único que ganó fue que apretará más su brazo. Al final este tendría una marca, como siempre...

Iba con la mirada gacha, hasta que su cabeza choco con la espalda de su amor. Levantó la mirada y lo vio de reojo, por alguna extraña razón el miedo le comenzó a invadir, sus piernas empezaron a temblar y los nervios estaban a flor de piel. Se encontraban fuera del edificio en dónde vivía su pareja, ese lugar, ese jodido lugar...

Vuelve a ser arrastrado en contra de su voluntad a ese horrible lugar, en vista de que el contrario se oponía, Jongho lo cargo en su hombro cual costal de papas, empezó a patalear y a gritarle que lo bajará, pero era inútil, una vez dentro ya no había escapatoria. Su trasero impactó contra el jodido sofá de terciopelo rojo ubicado al centro de la sala principal, al instante tenía a un muy hambriento Jongho comiéndose su boca, empezó a resistirse, posó sus manos en sus hombros para alejarlo pero era algo casi imposible.

Soltó un jadeo entre el beso, permitiendo que su lengua se abriera paso en su cavidad bucal y la explorará como sino hubiera un mañana. Su corazón dice que siga, que todo volverá a la normalidad cuando amanezca en su cama pero su cerebro dice que se detenga, que esto no está bien, no es sano...