《Me haces daño》♤JongSang/SeongSang♤ [Editando]

Capítulo 16

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Después de aquella tan inesperada vista de sí mismo, el pequeño muchacho no lo soporto por más tiempo, salió corriendo del establecimiento dejando a un joven en medio de una confusión y con su comida a medio terminar.

Tristeza, ira, impotencia eran los sentimientos que abrumaban a Kang Yeosang, cada paso que daba, cada lagrima que caía por su mejilla, cada golpe y herida, eran prueba del amor y del desespero que sentía al estar junto a cierta persona que en un inicio pensó que sería lo mejor de su vida, pero resultó ser todo lo contrario.

El viento golpeaba su rostro y este solo esperaba desaparecer de la faz de la tierra, deseando con todas sus fuerzas que ese maldito martirio terminara de una vez por todas, retroceder en el tiempo y nunca haberlo conocido, pero el hubiera no existe y ahora hasta estaba en cinta, dio un grito de dolor que parecía haber desgarrado sus cuerdas vocales, el enojo y el miedo comenzaron a jugar en su contra. Su mente decía que continuará pero su corazón le pedía quedarse, el dolor iba incrementando y este solo se dedicaba a sollozar debajo de un árbol en medio de un parque poco habitado, ¿cómo llegó ahí? Ni él mismo lo sabe. Lo único que quiere es huir de su realidad, pero a esta fue de vuelta cuando sintió un dolor punzante en la parte baja de su vientre en forma de calambre que le siguió hasta las lumbares.

Instintivamente se agachó retorciéndose del dolor, seguido de un gran alarido que bien pudo haber alarmado a los vecinos; otro calambre sintió con mas intensidad que el anterior sin embargo este lo altero al punto de sentir un líquido bajar por la parte interna de sus muslos, seguido de un temblor que lo dejo tirado en el piso, tenía miedo de lo que podría pasar, observó levemente el líquido rojizo, su respiración era irregular hasta el punto de ponerse a hiperventilar, un grito lo saco de su trance, observó quién era el autor de aquel sonido que le dejó casi sordo, vio que era un muchacho con cabello castaño y ojos pequeños, el cual de un momento a otro lo tenía de frente y pronunciando palabras que el pobre Yeosang no podía descifrar debido al estado en el que se encontraba.

Débil y sin mucho que decir, simplemente se desvaneció en los brazos de aquel desconocido joven al que escucho llamar una ambulancia antes de desvanecerse.

Abrió poco a poco los ojos para encontrarse con una luz que le segó de inmediato provocando que los volviese a cerrar, después de un rato los volvió a abrir y esta vez trato de enfocar su vista, ¿dónde estaba? Hacía frío y el lugar era de un blanco brillante, no recuerda mucho de lo sucedido puesto que su cabeza dolía como el infierno, escucho cómo alguien abría la puerta y se adentraban un par de personas, una de ellas se acercó a él y le tomo de la mano pronunciando las siguientes palabras 

– Yeosang, mi amor, ¿cómo te encuentras? – El tono en su voz era preocupante, y eso le bastó al pequeño individuo para posar una mano en la mejilla de aquel chico lindo que le robaba suspiros. Trató de sentarse pero un dolor en su vientre lo impidió – Amor, no te muevas, todavía estás delicado – Su pareja lo volvió a recostar y lo arropó para que sintiera calidez.