Nuestras Historias.

"La primera contra cientos"

La increíble relación que Jim y Spock había sido increíblemente complicada pero ahora estaban bien (aunque esa palabra tenga muchas aristas), aun con el vinculo apenas y habían convivido como pareja, el termino de la misión de cinco años significaba que podían ir a cualquier lugar que desearan y vivir en cualquier lado, por el momento Jim se obstinaba a pasar algunas semanas con los padres de Spock en Nuevo Vulcano, aunque no era la convivencia con ellos lo que lo había persuadido sino mas bien a la contraparte mayor de Spock.

— Me da gusto que estés aquí.

— Mi viejo amigo como te extrañe – dijo James y corrió a abrazarlo, las personas a su alrededor se asombraron, ¿Cómo era que aquel hombre sabio dejaba que el joven hiciera semejantes muestras publicas de afecto?

— También yo – contesto y lo retiro para verle la cara – como amo tu rostro.

Una extraña sensación pareció rodearlos, siempre pasaba cuando estaban juntos, quiza era porque al contrario que con su contraparte aun no compartía el vinculo, pronto fueron separado de golpe, Spock miraba con desaprobación la conducta de ambos y la cercanía que los dos hombres tenia le estaba poniendo nervios.

— Los llevare a casa del embajador, solo quería recibirlos, después nos veremos.

— Debemos irnos – contesto serio el joven Spock, todos esos arrumacos: lo estaban poniendo de los nervios, como decía su madre ¿Por qué Jim dejaba tocarse con tanta confianza?

— Vamos entonces.

Amanda y Sarek no estarían en casa para recibirlos, hasta mas tarde en la noche, podrían descansar un poco hasta entonces, Spock se durmió al instante en uno de los saloncitos pero el insomnio crónico de Jim lo mantuvo despierto y decidió investigar la casa.

La casa parecía estar incrustada en la piedra, la geología de Nuevo Vulcano era muy parecida a la del antiguo planeta, sin duda la mejor opción que Salek pudo escoger, según su prometido la casa era mas pequeña que la original, pero no parecía faltar nada, tenia mas de cuatro pisos, según veía en las escaleras, ¿Cómo lograron eso en tan poco tiempo?, era mas fresca que el exterior seguro por deferencia a Amanda, la mayoría de las puertas estaban cerradas pero encontró varias abiertas.

En primer piso, dedicado sin duda a la vida social, se encontraba la cocina varios salones y lo que parecía era una sala de conferencias y un estudio, en el segundo piso encontró la habitación principal, o eso supuso, había una foto de bodas de Amanda y Sarek, puertas detrás de la cama, una era un baño y la otra era otra habitación, parecía que los esposos Vulcanos no dormían juntos; pero sabia eso era normal, su recamara estaría dividida de la misma forma.

En el tercer piso se encontraba la habitación de Spock la reconoció al instante, tenia naves a escala, un instrumento musical y un ajedrez tridimensional, si las cosas tenían sentido la puerta de la izquierda llevaría a la otra a su habitación, cuando intento abrir la puerta no se movió, camino por fuera de la habitación había una puerta externa que debía darle paso, pero tampoco se movió.

— ¿Qué haces? – pregunto Spock desde atrás y pego un brinco.

— ¡Dios! – grito Jim – me has espantado, solo intentaba entrar a mi habitación pero no esta abierta.

— Esa no será tu habitación, hay una justo sobre la mía, ya se ha preparado.

— Pensé que al igual que Amanda mi habitación estaría al otro lado de la tuya, comunicada.

— Esa habitación esta comunicada pero no te pertenece.

— No entiendo, ¿no puedo tomarla?

— ¡Claro que no! – dijeron al mismo tiempos Spock y Sarek que escuchando el ruido subía con Amanda detrás de si.