Al abrir los ojos le deslumbra una luz proveniente de una ventana, se encuentra en una cama con un florero a su lado derecho, encima de un buró. Se acerca a la abertura para ver el exterior, donde ve casas por doquier y gente caminando por los puentes alrededor de los árboles. Un suspiro de tranquilidad recae en Jarco al sentirse finalmente seguro, aunque no tiene ni idea de cómo llegó hasta aquí, incluso llega a preguntarse si lo vivido ayer en ese extraño lugar había sido un mero sueño producto del fuerte golpe que recibió, dando por hecho que, al poco rato, cayó inconsciente en medio de la selva y alguien tuvo buena fe de traerlo a su hogar. De todos modos, ya no hay de qué quejarse.
Escucha la puerta de la habitación abrirse, una niña es quien ha querido entrar por mera curiosidad. Un apacible silencio recae entre los dos mientras se miran con extrañeza; en este caso, Jarco no hace más que sonreír sin decir palabra alguna y, mientras tanto, la pequeña se acerca para entregarle una hoja de papel, dando pasos pequeños al no sentirse en confianza con el chico que tiene frente suyo. Cuando toma el papel, no puede evitar preguntar por su nombre. Queda sorprendido al escuchar a alguien más mencionar su nombre: "Se llama Airi" dice un mujer en la puerta. El joven la reconoce al instante, se trata de una amiga suya llamada Carol y queda con una gran sonrisa al saber que es mamá, no se lo puede creer. Hace cuánto tiempo no la ha visitado como para toparse con tal sorpresa.
Carol dice que apareció inconsciente a la entrada del pueblo. Ella iba a buscar algunas flores cuando lo vio y decidió llevarlo a su casa para que descansara. Le surge la incógnita de cómo llegó a parar ahí en ese estado tan deplorable, como es de esperarse, Jarco le relata lo sucedido en el lago; dándolo al final como loco, por ser imposible una hazaña tan fantástica. No se puede culpar por tratar de lucirse con ello.
Entre su plática surge la curiosidad de qué hace nuevamente tan lejos de casa, ella sabe que le encanta viajar pero tampoco le agrada explorar rumbos ya conocidos. Reacciona con seriedad al escuchar la locura de encontrar a una gigante buena, más concretamente, a la mencionada en múltiples historias. En su pueblo está la señora encargada de una pequeña biblioteca, donde recopila datos de distintos foráneos que llegan a parar aquí; quién sabe, podrían tener alguna información importante para saber algún indicio de su paradero de esta chica, por supuesto, si es que existe. Sin pensarlo dos veces, Jarco agradece la ayuda y se despide. Aunque no podía hacerlo sin antes ver el contenido de la hoja que le dieron; se trata de un retrato suyo mientras dormía, hecho con una calidad sorprendente; sombreados y delineados perfectos. "Magnífico talento el de tu hija ¿Eh?" Dice con una sonrisa, para ya partir hacia la biblioteca.
Todos los libros están hechos con forro de madera y entrelazada con lianas, un sistema rústico pero funcional para lo que tienen allí. Por otro lado, la bibliotecaria es muy amigable y apasionante, se emocionó muchísimo al escuchar el objetivo del chico; para su suerte, tenía algo relacionado con su búsqueda; se trata de un único documento donde tiene escrito lo contado por un viajero hace ya bastante tiempo, hace mención de cómo relucía su cabello por ese entonces, sin tantas canas.. Una mariposa de alas carmesí es la clave que le guiará a ella, lamentablemente no sabe con certeza la veracidad de este hallazgo, puesto que solamente una persona le ha dicho tal cosa; agregando que, cuando veía al insecto volador, pasaba a lo lejos una enorme mujer la cual nunca lo atacó. Todo ha quedado escrito en la libreta de Jarco, listo para buscar a su próximo objetivo.
Se despide dando las gracias y con toda ilusión va de nuevo a la peligrosa selva, nada lo parará hasta lograr su cometido, eso si no muere primero.
El pueblo donde se encontraba tiene el nombre de "Sabiluría". Su nombre tiene correlación con su utilidad para los demás, pues se debe a que es el único lugar donde se reúne información para crear libros. Muchos investigadores y aventureros van con dos objetivos: buscar respuestas o brindar ellos el conocimiento para plasmarlo en papel. Jaco piensa que es el único perezoso en no compartir sus experiencias con el mundo, siente que no son tan importantes como él cree. Tal vez algún día se atreva a ofrecer todos sus cuadernos para que saquen buen material con ellos, por el momento, están bien resguardados en su casa. Mucho más motivado, va corriendo a la salida del sitio para continuar con su travesía.
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Alas blancas sobre tinieblas
AdventureSeres extraordinariamente grandes y otros sumamente pequeños. Es una selva de constante luchas por sobrevivir, si bien, la mayoría de especies pueden coexistir sin ningún problema; hay una en particular quien se encarga de perturbar la paz de todos...