Pesadilla en el abismo

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Es curioso ver una casa en la Zona Anday, resulta imposible creer que alguien quisiera vivir por estos rumbos; con tantas criaturas hostiles en los alrededores, preferirías vivir cerca de un volcán. Aquello solamente abre más las expectativas acerca de la persona que se hospeda aquí. Surgen incógnitas como: ¿Por qué habrá decidido quedarse aquí?, ¿Cómo ha sobrevivido todo este tiempo?, ¿Ya conoce a todas las criaturas de aquí?, ¿Las gigantas no lo buscan?, ¿Cómo obtiene sus alimentos?, entre muchas otras. Y es que, con lo anterior vivido con esos escarabajos, no se le puede pasar por la mente querer vivir por estos rumbos, sí, sabe que tendría la suficiente destreza de poder sobrevivir todo el tiempo que quisiera, pero ello implica una fuerte presión de estar alerta y tener la condición física necesaria para aguantar tiempos prolongados de mucho esfuerzo; es un desgaste inmenso para cualquiera, aunque, quizá, para la persona que vive del peligro no.

Después de unos minutos flotando en el aire, logra aterrizar sobre el techo de la casa, la cual ya se ve muy desgastada y bastante descuidada; la madera es vieja, tiene algunos agujeros y una ventana está sin una cortina de hojas que la tape. Le da la sensación de que se trata de un lugar abandonado, espera a que no sea así, se llevaría una gran decepción después de haberse puesto las expectativas altas. Da un salto desde la orilla del techo a la entrada y empuja la puerta, llevándose la sorpresa de que no tenía algún tipo de seguro. haciendo que se deslizara lentamente. Antes de entrar, pregunta en voz alta si alguien no se encuentra en casa, para no darles un susto que puede terminar en un mal entendido. Todo queda en silencio, entonces seguramente no se encuentra nadie dentro, así que decide entrar para curiosear. Lo que ve al entrar no es nada fuera de lo común, una sala, una cocina y un baño; todo con muebles muy humildes, seguramente recolectados y hechos por la misma persona. Los baños tienen diseños bastantes extraños, al levantar la tapa de éste no posee ningún depósito para los desechos, todo se va hacia el exterior cuesta abajo; es una ventaja de siempre construir las viviendas en grandes alturas. El dueño no posee las mejores habilidades para decorar, pero ha logrado tener un sitio que se sienta hogareño y acogedor. Todo se vuelve interesante cuando entra en la única habitación existente en la casa, se encuentra con un lienzo en la pared de lo que parece ser una giganta dibujada en forma de una silueta oscura y con un collar rojo en su cuello, detrás suyo, hay unos varones postrados ante ella; tienen una expresión facial de sufrimiento y múltiples puntos rojos en sus cuerpos, seguramente representando heridas. Aquello se le hace muy extraño, porque no son personas pequeñas las representaciones masculinas, sino que las dibujaron casi del mismo tamaño que la gigante; no tiene sentido alguno, jamás se ha visto un gigante deambulando por ningún sitio de la selva. Quizá son cosas de artistas que Jarco no entendería. En esta misma habitación hay un estante repleto de libros y cuadernos, algo que le hace recordar a su pequeña habitación donde tiene las mismas cosas pero en completo desorden, aquí todo está ordenado. Decide echarle un vistazo a las libretas, para ver si averigua algo más de la persona que vive aquí; todos tienen escrito un título para saber, de forma general, lo que está escrito en ellos, tales como: "Criaturas inofensivas", "Criaturas peligrosas", "Comidas", "Trayectos", etc. Se encuentra con un título bastante peculiar "La gigante Liria", se le hace extraño que se mencione a una gigante en específico, ¿cuál sería el motivo? ¿acaso ella tiene algo distinto a las demás?, no se sabe y no se quedará con la duda, inmediatamente se dispone a leer lo que tenga escrito este cuaderno. Impactado ha quedado con algunas cosas reveladoras:

Me rompí la pierna y el brazo, pensé que moriría, pero ocurrió algo que nunca se hubieran imaginado...

Se llama Liria me curó las heridas y me ofreció comida...

Tiene una mascota encantadora, es una mariposa de alas carmesí

Nunca me hubiera esperado haberme encontrado con una persona tan bondadosa, mucho menos de una giganta.

Alas blancas sobre tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora