Era el 30 de Abril de 1912. Mi pelirroja y yo nos encontrábamos en un barrio de Manhattan más conocido como 'Union Square'. Ambos, estábamos sentados en un banco de madera, abrazándonos mientras mirábamos al gran número de personas que transitaban de un lado a otro, algunas iban solas y otras, al contrario, rodeadas de gente, había personas de todo tipo, artistas callejeros, estudiantes, e incluso profesionales en todo el significado de la palabra. Resultaba interesante escuchar los cotilleos que se contaban unos a otros, desde futuras fiestas hasta manifestaciones próximas.
Iba a encender un cigarrillo cuando Rose llamó mi atención dándome una pequeña palmada en el hombro.
— Por cierto, Jack, se me había olvidado dártelo. - Rose me extendió una carpeta, muy parecida a la que viajaba conmigo en el Titanic, acompañada de mis utensilios habituales de dibujo. Con gran entusiasmo la cogí y la abrí, deslizando mis dedos por las gruesas hojas de papel sintiendo su tacto.
— Rose, no tengo palabras, lo único que puedo decirte es algo que ya sabes, eres maravillosa. - La abracé con todas las fuerzas del mundo. Mi maravillosa Rose, cada día daba gracias por tenerla a mi lado, por poder empezar una nueva vida junto a ella.
— Y bien, ¿cuál será tu primer dibujo? - preguntó esta esbozando una gran sonrisa.
— Ya sé. - Rose se quedó algo desconcertada, ya que no fue una respuesta muy concreta.
Comencé a dibujar unas cuantas líneas, el principio de cada dibujo siempre era algo confuso, hasta que empezaba a coger forma. Rose miraba atentamente cada trazado que realizaba en el papel. Estuvo muy desorientada, hasta que comencé a perfeccionar el rostro.
— Fabrizio... - Me miró, con cierta lástima.
— Sí, no se merecía lo que le pasó... No quiero olvidarle, es por eso que hago este dibujo. Siempre suelo repasar mis dibujos, viendo si puedo perfeccionar algo, de forma que, siempre que los mire, veré este dibujo y recordaré a mi gran amigo... Ojalá y siguiera aquí.. - La miré con los ojos algo llorosos. Trataba de controlar mis impulsos, pero el dolor era más fuerte. — También me gustaría dibujar a Tommy, lo conocí en el Titanic, igual que a ti... Era un buen hombre. - aparte la mirada de Rose, centrándome en el dibujo e intentando que no detectara el dolor que yacía en mí desde el hundimiento.
Rose permaneció en silencio, pero no pudo evitar darme un pequeño abrazo en forma de consuelo.
Estuvimos unos 30 minutos más o menos en aquel banco, hasta que conseguí acabar ambos dibujos, no los había perfeccionado mucho por no hacer esperar más a Rose. Cerré mi nueva carpeta y me levanté, mirando a mi alrededor decidiendo cuál sería nuestro próximo destino, hasta que recordé la razón por la que había viajado hasta América.
— Oye, Rose... Entiendo si no quieres pero, me gustaría ir a Chippewa Falls, ya sabes, volver a casa. Entiendo si no... -
— No hace falta que sigas Jack, me encantaría. - Me interrumpió Rose con cierto entusiasmo a la par que acariciaba uno de mis hombros.
Sonreí a modo de afecto y cogí su mano entrelazando mis dedos con los suyos. — Genial, fantástico, ósea... - La emoción no me dejaba elegir las palabras correctas para expresarlo, más la dulce risa de Rose me hizo entender que había captado el mensaje. — Será genial, podré enseñarte donde crecí, y tal vez sigan allí las mismas personas... Hace tanto que no voy... Será como si viajara en el tiempo, pero a tu lado... Y, créeme, eso es lo mejor de todo, porque, sinceramente, no es que sea un lugar muy entretenido, bueno, yo en su momento disfrutaba pero... En fin, no le des importancia a todo lo que estoy diciendo, pase lo que pase, lo pasaremos bien, te lo prometo. - los nervios de visitar mi 'hogar' eran tales que no me dejaban expresarme con claridad, hablaba con mucha rapidez, y todo lo que decía no dejaba de ser barbaries.
— Y dime, señor 'Gran Artist', ¿cómo viajaremos hasta Winsconsin? - preguntó Rose.
— He pensado que podríamos coger un tren hasta Chicago y desde allí podríamos ir andando, tardaríamos unos cuantos días, pero creo que esa es la forma más sencilla y barata de llegar, y, bueno, es la manera en la que suelo viajar, ya sabes, utilizo cualquier medio para viajar, y eso incluye mis propios pies. - sonreí de forma sarcástica, aunque en el fondo esperaba que no le fuese de gran importancia.
— No hay problema Jack, es hora de que me acostumbre a vivir, ¿no crees? - Dijo Rose arqueando las cejas.
— Totalmente de acuerdo, señorita. - Dije, sonriendo con orgullo.
— ¡Pues entonces a la aventura! - dijo está acompañando cada sílaba por pequeñas carcajadas a la par que señalaba al horizonte con su mano izquierda.
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Vida tras muerte
FanficNarra Jack. FanFic de Titanic en el que Jack sobrevive. Un pequeño final alternativo. En este Jack y Rose desembarcan juntos en Nueva York y más adelante, tras dos años de tendrán que enfrentar a la Primera Guerra Mundial.