Capítulo 2: - Inocencia arrebatada-

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A la fuerza tuvo que aprender a vivir solo, poder defenderse y sobre todo a llevar sus sentimientos bajo cinco llaves, no quería verse débil frente a los que lo mal trataban, nunca más. Los adultos encargados del orfanato no estaban al pendiente de ellos, solo les entregaban comidas a los niños y unas vitaminas a los que no comían por falta de dinero. Tenía 6 años de edad, a punto de cumplir los 7 y no sabía nada sobre su tío.

Tenía la esperanza que aquel viniera a recogerlo para sacarlo de este infierno. Desafortunadamente no fue así y sus esperanzas solo se apagaban más y más, dejando ver que el estaba solo completamente. Dejo de pensar en eso, después de enterarse que su familiar cercano había muerto ya tiempo atrás, ¿cómo se entero? pues, esos mismos cuidadores le informaron sin tener ningún síntoma de compasión.

Se peino con las manos para luego tratar de amarrar ese cabello largo con la misma cinta que siempre tuvo, pero no pudo amarrarse correctamente, además que la cinta ya era algo pequeña así que dejo su cabello sin amarrar. Seguidamente, se dirigió hacia el gran comedor  donde estaban todos los niños huérfanos sentados, comiendo sus comidas correspondiente. Volteó directamente hacía otra parte, donde a los niños que habían llegado tarde la otra vez al almuerzo les estaban dando solamente unas pastillas de vitaminas.

Se sentó en la esquina de una de las pequeñas mesas que había en el lugar. Mesas a punto de romperse, con falta de una pasada de pintura y algunos clavos salidos. Ignoró aquello, ya era algo común comer en ese tipo de circunstancias y ya ni le sorprendía si justo cuando le sirvieran la comida, la mesa ya no soportaría y se vendría abajo.

— ¡Hey! Lárgate, este es nuestro sitio ahora así que vete — su pesadilla le estaba hablando una vez más — ¡Jin Ling!

Agachó su cabeza, cerrando sus manos para formar un puño. Estaba harto ya de la misma situación de todos los días, sobre todo, estaba harto de si mismo, por no poder hacer nada más que obedecer a ese grupito de niños mimados que le hacía la vida imposible. En las manos del niño que había hablado hace unos segundos atrás, sostenía su plato de comida. Sin pensarlo dos veces agarro dicho plato para echarlo directamente a su ropa haciendo sorprender a los que estaban cerca a la zona.

Una señora vio aquel hecho, sin embargo no hizo nada más que negar con la cabeza y seguir limpiando el lugar. Me pagan por limpiar, no para resolver problemas de esos estúpidos niños huérfanos. Pensó ella. 

¡Tú! ¡Maldita seas, Jin Ling! - gritó furiosamente tratando de quitarse los granos de arroz de su ropa.

El mencionado retrocedió lentamente. Tenía conocimiento que era mas fuerte que el, por simples razones que él era 2 años mayor que el. Por ese motivo decidió correr hacía los baños para encerrarse en unos de los cubículos, siendo perseguido por el mismo niño que aún tenía comida pegada a su ropa. Antes de que pudiera cerrar la puerta del cubículo, lo agarro del brazo para sacarlo fuera y empujarlo directamente al suelo.

— Duele... — Gimió de dolor mientras sobaba su hombro derecho — L-Lo siento...

— Ohhh te crees nenita~ — ríe por su propio comentario, mirando con desprecio al que se suponía era inferior a él — Ahora ve, ve llore y grita de dolor para atraer a las señoras que nunca te harán caso.

— ¡Basta! ¿Por qué haces esto?

— Ja, supongo que no entiendes aún — sonríe mientras sus ojos se inundaban de agua salada — Tampoco creo que sepas...

¿De que estaba hablando?

— Y-Yo claro que no voy a saber si no me lo dices — habló mientras trataba de pararse  — Yo no entiendo el porque me odias tanto, me quitaste mi muñeco que era un regalo de mis padres. ¡No entiendo! ¿¡Por qué me odias!? Estoy cansado de esto, desde que llegué aquí me has hecho la vida imposible

Sonrió, mirando el cuerpo del menor con desprecio. El quería saber la respuesta a su odio, entonces la tendría con acciones y no con palabras, ¿No decían que las acciones valían mas que mil palabras?

— Tanto quieres saberlo. Bien, entonces haré lo mismo que hizo tu maldito abuelo con mi madre.

— ¿Qué? Waaa ¡Déjame! ¡Ahh! — suplicó sin obtener una respuesta.

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Una semana antes:

— Se-Señor...no puede levantarse así de la camilla — tartamudeo una mujer joven al ver como el paciente se levantaba con brusquedad de la cama.— Aún no se ha recuperado por completo, necesita descansar para que en una semana pueda irse de este hospital.

— ¡Estuve en coma por casi un año y medio! ¡Mierda! Necesitó ver a mis familiares inmediatamente — dijo con enojo y frustración — Ya llevo recuperándome durante un puto mes, ya necesito salir de este maldito lugar.

— La policía vino exactamente al enterarse que usted sufrió un  automovilístico, iban a interrogarlo y a informarle sobre un tema familiar, pero como usted no despertaba decidieron tan solo dejar de venir — informó la enfermera — Los doctores avisaron a las autoridades que te darían de alta a la semana y mañana podrían ir a visitarlo. Es mejor que se acueste si quiere salir a la semana. No sea obstinado, por favor.

No pudo objetar nada. Tenía razón, si aquel quería salir a la semana, obviamente debía acostarse para descansar y recuperar esas fuerzas que había perdido. Pero algo dentro de él no lo dejaba tranquilo y por eso su arrebato de tratar de salir del hospital hoy mismo. Y es por que juró a ver oído la voz de un pequeño suplicando ayuda, sobre todo, llamándolo:

— ¡¡¡Tío!!!

Rencor ¹ / [MDZS] - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora