Luego de haberme quedado hasta las 3 de la mañana buscando información que me condujera a alguna pista, mi día empezaba de una muy mala manera, mientras estaba despierta no le veía el problema a trasnocharme pero ahora que me toca levantarme noto que mi idea no fue la mejor de todas.
Como puedo me levanto casi que arrastrada hasta el baño, realizo mis necesidades básicas y me alistó para otro día de clases. Básicamente mi rutina siempre ha sido la misma: despertar, quejarme de la vida, ir a estudiar, regresar a mi casa para seguir quejándome, hacer tareas e ir a dormir, solo cambian mis actividades los fines de semana, es allí cuando me encierro a ver maratones de netflix hasta el lunes.
Terminó de amarrarme los zapatos y salgo corriendo a tomar el autobus, antes de que se vaya si mi. The Weeknd se hace presente en mis auriculares hasta que llego a la universidad. Corro hasta la clase de química, trato de entrar sigilosamente pero la puerta hace un chirrido que ocasiona que todos volteen a ver en mi dirección.
-Gracias por madrugar Lía, apreciamos tu esfuerzo-dice mi profesor de Química de manera sarcástica
-Lo siento, mi gato murió esta mañana y por eso me retrase- igenial Lía! Me di una bofetada mental por esa excusa tan estúpida, ni siquiera tenía gato - Yo... Bueno, este quiero decir mi gato no se sentía bien y esta mañana ya no respiraba- no puedo creer que acabo de decir semejante chorrada delante de todos
-Si Lía ya hemos entendido que tu gato murió--responde el profesor de mala manera-¿como se llamaba tu gato? - pregunta con una mirada desafiante
-Bueno mi gato... Mi dulce gato... El misu se llamaba... - tantos nombres en el mundo y a mi no se me ocurre ningún nombre - el se llamaba... Ernesto... Si, mi gato se llamaba Ernesto, Dios te tenga en su gloria, Ernestico-finalice simulando que limpiaba una lagrima de mi mejilla
-Que lastima lo de Ernesto, puedes tomas asiento Lía, acá al lado del joven Thomas hay uno disponible- arrastra camine hasta donde Thomas, y tome asiento, trate de no mirarlo ni un poco, su presencia me ponía muy nerviosa.
-Bueno chicos hoy haremos un examen sorpresa, por favor saquen lápiz, sacapuntas y goma de borrar- escuchar estas palabras de Quentin, mi profesor, me hacía poner de malas pulgas. Yupiii aquí vamos de nuevo a reprobar, pensé, como si ya no tuviera suficiente con ir reprobando hasta el receso.
Cuando me entregaron el examen, lo mire por 10 minutos esperando que las respuestas aparecieran mágicamente, cuando vi que esa idea no era posible la desesperación empezó a apoderarse de mi, mire de reojo al examen de Thomas, al mirar su examen vi que ya tenía casi todas las respuestas resueltas, simplemente estaba estático mirando un punto a la nada.
Sentí vergüenza y traté de exprimir mis neuronas, pero sentía que el examen era una mezcla entre chino y árabe, así que simplemente agache mi cabeza y empecé a pensar en todas las cosas que me habían salido mal este año, mi familia era un caos, mis notas son un caos, mi vida es un caos, viéndolo bien yo soy un desastre total.
-Si llegas a mencionar a alguien esto, lo negare hasta el fin- susurro Thomas en mi oído, y me paso una goma de borra. Este en serio está loco, para que necesitaría yo borrar algo si nisiquiera he puesto el nombre, o peor porque yo andaría diciendo que me presto un borrador. Dejé el borrador a un lado y mire el reloj, solo faltaban diez minutos para finalizar el examen y yo llevaba absolutamente nada, mire a Thomas y el me estaba haciendo señas con los gestos de la cara, mire el borrador y le di vueltas, por el otro lado tenía escrito en orden las opciones correctas del examen, sentí que lloraría de la emoción y me apresure a hacer el examen.
-Listo, entreguen sus exámenes el tiempo finalizo- Quentin paso a recoger los exámenes por cada asiento, sentí paz cuando mire hacia mi examen y vi que habia llenado todos los espacios. Sentí que debía darle las gracias asi que me apresure a alcanzarlo en la salida.
-Oye Sullivan te quería dar las gracias, eso que hiciste de verdad significó mucho para mi- le dije con algo de vergüenza, sentía que mi cara iba a estallar.
-¿De qué hablas? Quítate de mi camino--expresaba una genuina confusión su rostro al responderme esto. Y entonces recordé sus palabras en el salón antes de darme las respuestas
-Oh yo lo siento, ya me voy, que estés bien-apresure mis pasos a la cafetería, sentía que mi dignidad había sido arrebatada. Estaba jugando con mi comida cuando recibí un mensaje.
Pequeña Lía te dije que fingieras demencia, fue un placer haberte ayudado, pero por favor no vuelvas a hablarme.
Pdt: tu amigo Erick es muy genial.-Thomas S.
Me quedé viendo fijamente el celular sin saber que rayos había sido eso, la confusión cada vez era mayor y Thomas se me estaba volviendo un enigma.
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Muerte a los 5
Mystery / ThrillerCinco personas, una muerte, dos heridos, un asesino, y yo no soy nadie, pero a la vez tan relevante, que, aunque no soy parte, sin mi la historia no sería contada, puedes decirme la número 5, porque de cinco amigos, yo soy la culpable, o eso suelen...