Muerte a los 5

CAPITULO7

Quizás me estaba metiendo en asuntos que no me correspondían, pero ya mi vida es una desgracia, un poco más de tragedia ya no me afectaría en nada. Mentiría al decir que ese hombre con la capucha no me asusto, pensé que me haría en los pantalones.

Debía ser más cautelosa y desconfiada si quería hacer algo en ese misterioso caso de las personas desaparecidas. Debería empezar por cosas fáciles, conseguir los nombre de las personas, por ejemplo.

Busque mi lapto y me sente en mi escritorio junto una taza de café para empezar a buscar los nombre de los desaparecidos y conseguir algunos datos importantes para anotar en mi libreta. Tras poner Nombre de los jóvenes desaparecidos en el pueblo de Wrindey, me apareció un artículo que hacía mención de los nombre, así que anote en mi libreta

Sujeto 1. Sara García, latina, ojos color verde, tes morena,

Sujeto 3. Thomas Sullivan, americano, tes blanca, ojos color azul, hermano de otra víctima, sufrio paro respiratorio luego de estar tres días entre la nieve con una herida abierta (sobreviviente).

Sujeto 3. Ashley Sullivan, joven mayor de edad, tes blanca, ojos azules, encontrada en la carretera a dos kilómetros de la cabaña, presentaba contusión y heridas abiertas (sobreviviente)

Sujeto 4. Hanna Cárter, joven de tes blanca, ojos verdes, su sangre estaba esparcida en sábanas de la cabaña, se encuentran 2 dedos de la víctima en el baño de la cabaña.

Sujeto 5. Desconocido, se presume de su presencia debido a los pares de zapatos encontrados en la cabaña, y que fuentes cercanas afirmas que a tres kilómetros de la cabaña se encontraba una gasolinera, donde estos jóvenes utilizaron combustible, el testigo afirmó que 5 jóvenes se dirigieron a esa cabaña.

Algunas lágrimas se esparcian por mí cara al ir escribiendo, imaginar el miedo que sintieron y la soledad debió de ser abrumador, y saber que 3 de esos jóvenes aún estaban desaparecidos me hacía dar escalofríos.

No puedo decir que hice mucho pero era un paso grande identificar A las víctimas, el siguiente paso sería buscar una fuente cercana que me ayudara a descifrar algunas cosas, pero a falta de amigos, se me imposibilitaba ese hecho.

Pero una persona se me cruzaba por la mente, y sé que con su mente sisañera, hacerla hablar seria fácil...

¡Amelia! Oye necesito un favor- pensar que Amelia era mi única salvación para poder indagar un poco más, me hacia sentir miserable - Es que la verdad no he hecho muchos amigos y como llegué hace poco aún no me acostumbro a algunas asignaciones

-Oh Claro Lía, ya veía venir esto, habías tardado en buscarme - respondé con tono de superioridad - puedes pasarte por mi casa al salir de aquí, te puedo prestar unos libros y explicarte un poco

-claro que si allí estaré, puedes darme tu dirección por favor - respondí con mi mejor sonrisa de hipocresía mientras ella anotaba su dirección en una hoja

-Aquí tienes, se puntual--con esto finalizó la conversación y se dio la vuelta para continuar su desfile por el pasillo

Estaba apuntó de hacer un pequeño baile de victoria, sentía que estaba dando grandes pasos.

-pequeña Lía es lindo verte sonreír, deberías hacerlo más seguido, eso ahuyenta a los monstruos, o quien sabe, puede que los atraigas más- murmuró Thomas a mis espaldas

-En serio eres un insecto, apareces en todos lados así no te quiera cerca- mi comparación era asquerosa pero si se acercaba bastante, aunque el seria un lindo mosquito de ojos azules pero negro, si, de seguro el mosquito sería muy negro, así como su alma.

-bien pensado Lía, esa comparación seguro hizo estallar algunas neuronas, pero estas parada delante de mi casillero y necesito que te muevas - aportó de mala gana

Quise decir algo pero la avergüenza se había apoderado por completo de mi y ya había perdido la cuenta de cuantas veces había pedido a la tierra que se abriera y me tragara

Apresure mis pies a la siguiente clase, necesitaba salir rápido de aqui así tendría más tiempo para hacerle preguntas a Amelia. Prepare mentalmente todas la posibles preguntas que le haría y como haría para hacerlas sin sonar rara o desesperada.

Luego de salir de la clase, apresure mis pasos hasta llegar a la casa de Amelia, por suerte no vivía muy lejos de la facultad. Limpie mis pies en la entrada y toque el timbre, toque dos veces hasta que sentí pasos dirigirse hacia la puerta

-Hola Lia, pasa te estaba esperando--me decía mientras me jalaba de un brazo hacia dentro de la casa - toma asiento, buscaré mis apuntes y algunos libros--dijo mientras se dirigía hacia las escaleras

La casa tenía un ambiente tenso, todo estaba perfectamente acomodado, y no se escuchaba algún ruido, todo estaba en silencio total, como si no habitara nadie más en la casa, en todos lados había fotos de Amelia, y en algunos recuadros pequeños yacía la foto de un hombre muy atractivo que parecía mayor a 20,  junto a él estaba una Amelia sonriente abrazandolo

- Oh, el era mi novio, murió el año anterior en un accidente- dice Amelia mirando con nostalgia la foto

-Lo lamento Amelia, vivía en Wrinday?- pregunté

-No, el era de un pueblo a unos kilómetros de aquí, bueno, todos vivíamos allá, mi familia y yo, pero luego de su muerte, todo era insoportable, así que nos mudamos,  aquí estamos aquí desde hace 9 meses-

- Que triste, de seguro debió de haber sido muy doloroso, nunca lo hubiera imaginado, incluso pensé que tenías años viviendo en este pueblo- dije en un tono lastimero

- oh no, soy nueva también prácticamente, llegué unos meses antes de que pasara todo el alboroto en el pueblo - ¡BINGO! gritaba mi mente, mi pasaje a indagar en el tema estaba listo

- Ah si he escuchado acerca de eso, pero nadie dice nada así que no se que es esa tragedia de la que tanto hablan-dije con todo la inocencia que me permitía

- No es una historia agradable, solo se que 5 jóvenes de este pueblo desaparecieron en el bosque hace algunos meses y que se desconoce su paradero solo se sabe que la escena que encontraron al visitar la cabaña fue horrorosa, mi padre que era el sheriff en ese momento, renunció ya que no soportaba imaginar a los hijos de sus amigos pasar por toda esa situación- relató mientras miraba a un punto fijo en la pared como si estuviera tratando de recordar algo

-¿eran tus amigos? - pregunté rápidamente antes de que decidiera cambiar de tema

-Sara si, ella y yo éramos unidas, me ayudó bastante cuando me mude, fue la única en brindarme apoyo, a Hanna no la conocí mucho, su vida era muy rara, y los Sullivan siempre han sido muy reservados -dijo mientras jugaba con el resorte de su libreta - pero bueno mucha historia y poca enseñanza, antes de empezar, mañana harán una fiesta en la casa de Ana, deberías ir, así conoces a otras personas

-Claro que si, allí estaré- necesitaba tener a Amelia cerca, con toda esa conversación algo si me quedo claro, ella sabía más de lo que quería aparentar