La mejor decisión (Lemon)

Cap 27

WAKIYA Y RANTARO

Cuando cerró la puerta detrás suyo con llave, paso una mano detrás de su nuca y cerro sus ojos para sentir el aroma de su novio por toda la habitación, ya que era obvio que era la de él. En cambio Wakiya solo se quedó de pie en el centro de la habitacion para después sentarse en el frío piso

- ¿Que haremos? - preguntó Rantaro - Nada que sea aburrido - sugirió divertido

Fruncio el ceño cuando logró ver que su novio estaba serio y preocupado, el motivo lo desconocía. Se sentó a su lado y lo tomó de la mano

- ¿Que sucede? - preguntó pacíficamente

- Nada - lo observó - estaba pensado en el regalo. Mi padre sabe que puedo ir donde yo quiera - pensó - ¡oye! Desde que fue tu fiesta, no me dijiste que te pareció todo y en especial el regalo - le dijo

- Bien - se encongio de hombros

- ¿Bien? Esa va hacer tu respuesta. Me esforzarse mucho para que fuera todo perfecto y es lo único que te atreves a decir

- Te lo agradezco pero hay cosas más importante las cuales pensar - explicó

- ¿Como qué? Solo hubieras visto lo alterado que estaba ese día. Eres un idiota mal agradecido - le empujó leve y se levantó de ahí para dirigirse al baño azotando la puerta con mucha fuerza

Rantaro solo se levantó del lugar y camino hasta la puerta del baño para tratar de abrirla, esta se encontraba cerrada con llave. Se colocó de espalda y se recargo en ella

- Wakiya - le llamó desde otro lado de la puerta - perdóname. Tienes razón soy estúpido, no debí decirte eso. La fiesta me encanto y es lo más lindo, todo lo que venga de tí, es lindo - silencio - Wakiya amor abre, por favor - tocó varias veces - ¡PERDONAME BEBÉ! - gritó mientras golpeaba la puerta - dime algo. Pídeme lo quieras y lo haré

– ¿Lo que sea? – le dijo mientras abría la puerta

– Si – respondió un poco dudoso

– Bien – con un dedo lo empujó hasta la cama – quiero... – pensó

– Que no sea nada que creo que es – le dijo preocupado

– ¿Que? Tampoco soy un pervertido como tú – confesó

– Entonces... ¿Que quieres? – le preguntó dudoso

– Comida

– ¿Comida?

– Si, cuando todo esto terminé me vas a cocinar algo delicioso

– De acuerdo – contestó alegre

– Tengo otra propuesta

– De matrimonio – bromeó Rantaro

– Es parecido – le contestó. Rantaro se sorprendió borrando su sonrisa

– No me digas que... ¿Quieres un hijo? – le preguntó asustado

– No tarado – suspiro y su mirada bajo un poco – Quiero que vivas conmigo – le dijo en voz baja. Rantaro escucho perfectamente y sonrió

– Si quiero – le sonrió

– ¿En serio? – Rantaro asintió – pensé que lo ibas a dudar

– No para nada ricitos, quiero estar contigo

Wakiya asintió leve para alejarse un poco de el, y respirar muy profundo. Su mirada la desvío con la de él para confesarle algo

– Me bese con Ken – confesó pausadamente

Rantaro no captó a la primera, así que esa misma frase paso por su cabeza ciento veces necesarias para entenderla y después de impactante confesión, sintió como todo caía lentamente

– ¿Que? – balbuceo – es broma Wakiya

– No lo es... Te iba decir antes pero no sabía cómo – explicó nervioso

– ¿C-Cuando pasó? – pregunto aún sin poder creerlo

– Fue un día después de llegar aquí, antes de ver aquella película todos juntos y también cuando actuaste raro conmigo y todo eso. ¡Maldicion! Mi nerviosismo me impide hablar bien

– ¿Como pasó? – volvió a preguntar sin creer

– Yo me sentía mal, por que Shu me confesó que le gustaba Valt y pues... A mí antes me gustaba antes – se alejó de Rantaro – perdón por no decírtelo antes, no sabía. Después de eso Ken llegó hasta a mi y me consoló y no se que momento yo le robé un beso, todo paso muy rápido para pensar y desde ahí juramos no decirle a nadie sobre esto... Perdón

– Yo... N-no se que decir – dijo en shock – eso explica por que te peleas con Valt, por todo lo que hacía y... Yo te defendía de Shu, el mismo que te gustaba. Me duele la cabeza – habló mientras tocaba su sien – es ridículo, pero eso explica demasiadas cosas el por que desde que llegamos aquí eres más unido a Ken entre otras cosas

Wakiya tenía ganas de llorar por que muy en el fondo que después de esto Rantaro lo iba tratar diferente, y eso era lo que más temía

– Pero ahora ya no pienso ni en Shu, ni en Ken, ellos ya no me interesan. Rantaro tu eres mi novio y yo te amo a tí, tú eres el único que pienso siempre – habló al borde de las lágrimas

– Entiendo – fue lo único que contestó para pararse y dirigirse al baño – no te preocupes, no pasa nada – le sonrió – tomaré un ducha para aclarar mi mente, después hablamos ¿si?

Cerro la puerta, dejando a su pareja al borde de las lágrimas. Por otro lado Rantaro se sentía mal pero tampoco lo iba demostrar

– Yo no fuí su primer beso – sonrió irónico – tal vez yo fuí la salvación de él para olvidar a Shu, ¿Y si me uso? Fingió que me quería solo por no pensar en Shu, el novio de mi amigo mientras tanto ya había besado a Ken por despecho ¡ay Wakiya Murasaki! – solto una pequeña risa, mientras una lágrimas bajaba por su mejilla – Lejos de ser una pareja perfecta aquí, todos ocultamos algo y no lo dudo que los demás descubrieron secretos unos del otro

Continuará...

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