Cap 30

1.8K 115 23
                                    

El par de rubios miraban con atención el desayuno que estaba en la mesa ya listo para sus amigos. Wakiya colocaba los últimos detalles para que fuera una buena impresión para ellos, chasqueo la lengua y cerró un ojo con éxito. Rantaro solo lo veía atento a cada movimiento que realizase. Se le escapo una pequeña risa de sus labios cuando vió a su novio tan atentó, cosa que lo impresión viniendo de él, no es que sea malo; pero vamos todos saben como es Wakiya Murasaki

– ¿Que te provoca risa? – le preguntó girandose a su dirección. Rantaro sonrió

– Nada, solo que no es normal – contestó señalando la mesa

– ¿Que cosa? ¿Los platos? Están mal puestos... ¿Los cubiertos? Crees que son los correctos – habló alterado que logró formar una rima. Rantaro se acercó a él para calmar sus nervios

– Tranquilo – respondió al mismo tiempo que colocaba una mano en su cabello – no me refiero a eso, si no a tu forma de ser. No es malo, pero me extraña que me levantará tan temprano solo para preparar el desayuno y recibir órdenes de mi novio. Tener la idea de hacer el desayuno para nuestros amigos es bastante amable de tú parte – sacudió su cabello. Wakiya se sonrojo y apartó la vista de él

– S-solo quería que el último desayuno fuera increíble para todos – habló avergonzado – además y es mi deber por que fuí yo quien los invitó hasta acá – alejó la mano de su pareja para terminar con todo

– Claro – le respondió encogiendose de hombros

Los primeros en aparecer por la puerta fueron un par de pelinegros con una sonrisa en sus rostros que mostraban felicidad pura. Ken sonreía de una manera tan tierna que Daigo no podía resistirse a tal encanto de su novio que lo tomó de la mano para caminar juntos hasta sus amigos. Ken acercó su marioneta para darle un pequeño beso a Daigo con ella en su mejilla y por otro lado Daigo hizo lo mismo con la suya

– Felicidad y amor se respira en el ambiente – dijo Rantaro al verlos llegar – Buenos días chicos, se nota que durmieron de maravilla

Ken y Daigo iban a responder pero la puerta se abrió de golpe dejando a la última pareja verse. Sus sonrisas de igual manera mostraban felicidad, aunque todos los presentes se sorprendieron al verlos llegar con sus ropas intercambiadas

– Buenos días – saludo el peliazul alegre – huele delicioso ¿que es?

– ¿Nueva imagen? – pregunto Rantaro divertido

– Es para salir de la rutina – dijo el albino acomodandose la diadema de Valt en su cabello

– Yo opinó que te miras más frenton con eso puesto – opinó Daigo con honestidad. Todos soltaron una risa al observar mejor a Shu

Shu los vió mal a todos para ignorar sus risas

– Bueno ya que se encuentran todos aquí, quiero presentarles nuestro desayuno de lujo que consiste en... Mi novio presente le dará los detalles

– B-bueno – tragó saliva para continuar – Son hot cakes bañados de una deliciosa miel acompañados con una malteada de fresas y para terminar un galleta que cada una tiene grabada la inicial de su nombre – señalo el desayuno con orgullo

Valt estaba encantado que el estómago le rigió, tomó a Shu de la mano para jalarlo hasta su lugares. Ken se sorprendió que abrazo a Daigo para después ir a su lugar, Daigo sonrió y fue con él

– ¿De donde tanta amabilidad Wakiya? – preguntó Daigo

– Oye amigo para todo eres honesto – dijo el rubio con su típica paleta en la boca

La mejor decisión (Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora