La mejor decisión (Lemon)

Cap 28

KEN Y DAIGO

Ya había pasado como cinco minutos desde que entraron a su habitación y la pareja solo reía y disfrutaba del momento el uno del otro

– ¡No Daigo! – se quejó el de cabellera larga – no es justo, tu siempre ganas

– Solo es cuestión de estrategia – reveló el de baja estatura

– Otra y ya – sugirió moviendo su Keru de un lado a otro

– Bien – aceptó con una sonrisa – pero no te quejes si ganó otra vez ¿de acuerdo? – Ken asintió – Bien, tú comienza – dijo tomando a bezu

Así estuvieron un rato jugando diferentes juegos, donde los dos reían y se divertían. Daigo ganaba la mayoría de los juegos y Ken solo lo miraba grabando el momento y detalle de su sonrisa cada vez que lograba una victoria

– Es hermoso – habló Ken con ternura

– ¿Que cosa? – pregunto Daigo observando su bezu

– Tú – confesó con un sonrisa ladina

Daigo dirigió su mirada hasta su novio, este mantenía la sonrisa. Daigo solo infló sus mejillas de aire y con leve de sonrojo en ellos

– Gracias – pronunció con timidez

– Daigo sigues enojado – habló mientras se colocó a un lado de él – por lo que te dije ayer – recargo su cabeza en el hombro de su pareja

– No, solo fuiste honesto conmigo y eso te lo agradezco. No te preocupes no le tomó de mucha importancia, tú estás conmigo y eso cuenta

– Entonces ¿no pasa nada si me junto con Wakiya? – le pregunto con duda

– No Ken, Wakiya es nuestro amigo y el ya es pareja de Rantaro. Lo que paso se queda atrás, y por lo que me conteste tú no tienes la culpa – le dijo con tranquilidad

– Esta bien – sonrió – Daigo – le llamó

– Dime

– ¿Que eso que dijieron los demás? Lo de que cuando estemos a solas sabremos lo que era eso, que era cuestión de acción y algo así – dijo pensativo

– Disculpa Ken, yo tampoco tengo idea de que era eso que decían ellos

– Y si...

– ¿Y si que, Ken?

– Nada – le sonrió y se acostó en la cama. Daigo lo observó intrigado – es una locura. Quiero atesorar cada momento contigo y no quiero apresurar nada si tu no lo quieres

Daigo sintió ganas de llorar, al tener un novio tan lindo y gentil

– ¿Puedo besarte? – le preguntó tímido

– Hazlo

Daigo se acercó a Ken un poco lento para comenzar un beso con ternura

– ¿Te gusto? – preguntó Daigo a su novio

– Si – le contestó con un sonrojo notorio – Te amo – le confesó