Inconmensurable
.
no imaginé nunca un futuro, pero siempre te quise en él
.Poco a poco, su sueño se va desvaneciendo, haciéndole más consciente de la luz del sol que se filtra por el gran ventanal y le obligan a fruncir el ceño, del cántico intermitente de algunos pájaros que hacen eco, de la brisa que ondea las cortinas blancas y acaricia su piel descubierta, de su adolorido cuerpo y del pequeño peso que recaer sobre su torso. Con pesar, parpadea, tratando de alzar sus párpados que parecen pesar un quintal. Pronto se acostumbra a la luz cuando finalmente abre sus ojos, los cuales recorren la habitación donde se encuentra antes de bajar su mirada hacia su pecho, encontrándose al menudo cuerpo que duerme bocabajo sobre él. Su cabello, tan negro como las noches de invierno, está revuelto y los pocos mechones albinos que forman su flequillo, recogidos en una coleta. Respira profundamente, su rechoncha mejilla sobre la piel del héroe y sus bracitos colgados a cada costado. La camisa que lleva le queda holgada y es de un tono verde, con la silueta del héroe número uno, Deku, en la espalda.
Los labios del mayor se curvan en una pequeña y cariñosa sonrisa antes de estirar su brazo y alzar su móvil, desbloqueándolo para ver la hora. Doce y quince minutos del mediodía. Con pereza, respira hondo, dejando caer su aparato sobre la superficie antes de dirigir su mano hacia la cabeza de la niña, acariciando su cabello sedoso.
— Rei. —La llama con voz ronca y grave, zarandeándola con suavidad—. Hora de levantarse. —La pequeña gruñe con sutilidad, removiéndose sobre su pecho—. Rei. —Vuelve a llamarla, pellizcando esta vez su mejilla.
Ella vuelve a emitir un leve quejido, desperezándose finalmente antes de parpadear con lentitud. Alza con pereza su cabeza, frotando uno de sus ojitos antes de entreabrirlos, mostrando sus azulados orbes.
— ¿Papá? —Pregunta con voz entrecortada e infantil, esbozando una sonrisa de oreja a oreja—. Estás en casa, papi. —Vuelve a apoyar la mejilla sobre su torso, pero esta vez, para abrazarle, con sus pequeños brazos estirados todo lo que puede para tratar de rodearle—. No vuelvas a irte tantos días. —Pide, aferrándose con un poco más de fuerza.
A raíz de una de las misiones más complejas que ha tenido en sus diez años como héroe profesional, Shoto tuvo que ausentarse durante cinco días, con una restricción para comunicarse con el exterior que únicamente le permitió a él, junto a Bakugou, Tokoyami y Uraraka, tener una llamada de no más de veinte minutos al día. El hijo de Endeavor no habría imaginado qué tanto podía extrañar su hogar hasta que, ayer por la madrugada, regresó y al contrario de ser recibido por el silencio de una casa sumida en un sueño, encontró una fiesta de bienvenida que le dejó boquiabierto.
— No lo haré. —Calma a la pequeña, devolviéndole el abrazo con calidez, despeinándola—. Deberíamos levantarnos ya de la cama.
— Solo cinco minutos más. —Pide con adormilada voz, frotándose contra su pecho.
Pero el Todoroki, que sabe muy bien que esos cinco minutos acabarán siendo cincuenta, termina por incorporarse, mordiéndose el labio para evitar soltar un quejido de dolor por su espalda vendada a la altura del lumbago. Se pone de pie y se despereza tanto como su cuerpo magullado le permite antes de caminar hacia el baño, aun con la pequeña enganchada a él como un koala perezoso, sabiendo muy bien cómo espabilarla.
Ø
— ¡Mami! —Rei corre por la casa bajo la atenta mirada de Shoto que la sigue a un par de pasos de distancia, con una sonrisa ladina bajo sus ojos entrecerrados por el sueño que todavía queda en su cuerpo.
La menor desaparece de su vista cuando gira hacia el salon, adentrándose a éste para seguir corriendo hacia el porche.
— ¡Buenos días, dormilona! ¿Por qué tu camisa está mojada? —Shoto escucha esa voz tan dulce y risueña de la que vive enamorado, que endulza sus oídos.
ESTÁS LEYENDO
Inconmensurable; todomomo
FanfictionImposible medir las sensaciones que Todoroki Shoto y Yaoyorozu Momo se provocan mútuamente. || Colección de one shots todomomo ▫️◾▫️ Como ya saben, las imágenes que se utilice pertenecen a sus respectivos artistas, de igual modo que la idea y todos...