¿Es Una Locura?

Drugs

- Solo uno de ustedes aprobó el examen de algebra- musitó Sophia, la profesora sustituta, quien observaba con desaprobación a todos los alumnos de esa clase.
- ¿Acaso fui yo?- respondió Freddy levantando la mano.
- Si, así es- le miró sorprendida, - ¿Eso significa que el joven Frederick fue el único que realizó los ejercicios?- la profesora tomó asiento.
- Olvidamos estudiar...- dijo Aidan, el capitán del equipo de americano.
- Y al parecer... Olvidé decir que habrá otro examen mañana a primera hora, Por cierto, Freddy, el examen no aplica para ti.
- Genial- Freddy sonrió.
- ¿Es por ser lisiado? Porque si es así, voy a romper mi brazo accidentalmente- respondio Aidan, el bulleador de aquella clase, todos rieron.
- Sabía que tarde o temprano tu estupidez alcanzaría su máximo nivel, si no lo sabes, no puedes llamarte lisiado si tienes el brazo roto- respondió Freddy.
La profesora soltó una gran carcajada, acción que causó abucheos hacia el chico de rizos, el timbre de salida resonó, los estudiantes tomaron sus pertenencias y salieron rápidamente del salón de clases.

- ¿Que tal tu día?- pregunto Billy mientras entraba a dicho salón donde solo se encontraba Freddy, quien recogía con algo de lentitud los lápices esparcidos por el pupitre.
- Igual que siempre, ¿Y qué tal el tuyo?- respondió Freddy con una leve sonrisa.
- Ya sabes, examen de química, confusión extrema, desgaste de lápices y borrones inútiles, pero al final del día, puedo verte y hace que valga la pena- Billy sonrió.
- Billy, vivimos juntos, podemos vernos todos los dias... Pero aun así creo que eso es tierno.
Ambos sonrieron.
- ¿Crees que eres más que nosotros por tener un pie hecho mierda, Freeman?- dijo Aidan cerrando la puerta de aquel salón.
- Si, un poco- Freddy sonrió.
- ¿Qué dijiste imbecil?- Billy le miró enfadado.
- Tranquilo, es un idiota- respondió Freddy tomandole el hombro.
- Claro, había olvidado que ser cool implica ser un huérfano lisiado, crees que puedes hacer lo que se te plazca solo por hacer un estupido proyecto, quiero que escuches bien esto, eres un fenómeno con muleta, por eso Tambry nunca se fijó en ti en tercer grado, por ello nadie se fijaría en ti, eres realmente repugnante.
- "Repugnante" es la primera palabra que dijo tu madre cuando te vio por primera vez- respondió Billy apretando los dientes.
- ¿Porque haces esto?- pregunto Freddy algo confundido, la respuesta de Aidan fue una simple sonrisa después de salir del salón.

- Ya quiero irme- dijo Freddy mientras tomaba la mochila de Superman que colgaba de su asiento.
- Vamos a casa- Billy le sostuvo de la mano.

Ambos salieron directamente a casa.

La noche callo más rápido de lo que se esperaba, el aroma que el aire desprendía con la lluvia aromatizaba la casa Vázquez, donde todos dormían a excepción de ambos enamorados, Billy y Freddy.

- ¿Estás bien?- pregunto Billy acariciando el cabello de Freddy quien yacía recostado sobre su regazo.
- Lo estoy, chico lindo- respondió Freddy con una leve sonrisa, - Solo... Estoy algo estresado, es decir, Aidan es... Es un imbecil y pienso que...-
- Nada de lo que dijo es cierto ¿Lo sabes?-
- Si... Lo sé-
- ¿Quieres que ayude a desaparecer ese estres?-
- No es mala idea...-

Billy comenzó a besarle los labios dulcemente.
Después de unos minutos, la intensidad de aquellos besos elevó el tono, llevando la mano de el ojiverde a la entrepierna de el chico de la muleta.

- B-billy...- gimió Freddy mientras apartaba a Billy de si.
- No debiste decir mi nombre de esa manera- la mano de Billy comenzó a masajear el pequeño vulto que se formaba en el pantalón de Freddy.
- N-no hagas e-eso... Darla está en la habitación, y sabes que tiene el sueño ligero-
- Podemos hacerlo en otro lugar...-
- ¿Cuál es tu idea? ¿El sofá?- Freddy río.
- ...-
- No estás bromeando... ¿Cierto?-
- Si no hacemos tanto ruido... Nadie bajará a la estancia-
- ¿Lo dices encerio Billy?-
- Hablo encerio-
- ¿Y si nos descubren?-
- No haremos ruido freddy-
- Habla por ti Billy-
- Quiero que trates de relajarte, y no hay nada mejor que...-
- De acuerdo, bajemos- Freddy se levantó de prisa, tomo su muleta y abrió lentamente la puerta de dicha habitación, ambos salieron rápida y silenciosamente, bajaron cada escalón con extrema precaución hasta llegar a la sala de estar.