plan de gemelos [emiliaco] |TERMINADA|

prólogo

📍Ciudad de México, México

—Amor ¿podemos hablar... a solas? — le pregunto a Emilio en susurros cerca de su oreja, procurando que solamente él y yo escucháramos lo nuestro. Ya quería soltar la bomba en este momento

La casa se encontraba llena en estos momentos, pues mi esposo había organizado una reunión en casa festejando su regreso, junto a la banda, el gran éxito que tuvo después de su gira por Norteamérica, finalizando en México... Específicamente en el Auditorio Nacional con 'sold out'

—Sí sí claro, amor... En un rato regreso, señores — le susurra a Matías y tomé su mano para llevarlo a nuestra habitación. Claramente necesitábamos privacidad y no se lo diría en medio de la fiesta.

Lo senté en la cama y me quedé quieto frente a él... No les miento, estaba muy nervioso. Mentiría si les dijera que no estaba temblando y mi estómago daba demasiados vuelcos.

Pero necesitaba escuchar lo que opinaba él, o no dejaría de hacerme ilusiones con aquello que anhelaba ser

—Emi... Hay algo que quiero decirte... Eh...

—Has estado muy sospechoso durante la fiesta, bonito... Me estás preocupando ¿todo está bien?

Después de un prolongado silencio, solté la bomba, lo hice... Creo que fui muy directo, no medí el cómo decirlo sutilmente. Pero ya lo había hecho, así que no podía echarme atrás.

—Quiero que formemos una familia...

Me observa sorprendido, con la boca entreabierta, sus ojos también reflejaban temor... Pero no soltaba ninguna palabra. Ahora yo me sentía asustado, mierda. Debí esperar un poco más

— ¿Emilio? — le llamé temeroso. Madres, la había cagado —. Lo siento, la cagué horrible... S-sí te sientes presionado, l-lo lamento, yo no quería que...

—Hey, hey amor... — se levanta y toma mis manos para transmitirme tranquilidad y en segundos lo había logrado. Lo miré fijamente y suspiré, esperando lo que fuera a decirme —. Claro que quiero, también es parte de mi sueño formar una familia... Y que mejor si es contigo. Nos informaremos y veremos que hacer ¿de acuerdo?

Sonreí en grande y me lancé a sus brazos... Al tener nuestros rostros cerca, no dudé en besar esos labios que moría por tener sobre los míos desde hace un buen rato.

Me corresponde al instante y me separo para mirarlo a los ojos. Sonreía en grande, a lo que le contesto de igual forma

—Te amo...

—Te amo más, mi bonito... Gracias por hacerme el hombre más feliz del universo...