VII

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Emilio

Dejamos pasar un tiempo en los que nos encontrábamos de luto por Amelia. Más que nada se lo había pedido a Joaco ya que aún no podía recuperarme del todo, pero con su compañía y junto a mis bebitos, mi corazón obtenía una luz de felicidad.

Programamos la entrevista para los medios 'Hola' para la exclusiva del nacimiento de los bebés, pues Joaco y yo sabíamos que nuestros fans eran parte de nuestra vida y les mostraríamos una parte de ella                

Programamos la entrevista para los medios 'Hola' para la exclusiva del nacimiento de los bebés, pues Joaco y yo sabíamos que nuestros fans eran parte de nuestra vida y les mostraríamos una parte de ella                

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Después de que ambos despidiéramos en la puerta a la reportera, subí a la habitación a visitar a mis niños, tomé a mi pequeño Alexander de 6 meses, lo acuné en mis brazos y lo lleve a mi estudio de música

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Después de que ambos despidiéramos en la puerta a la reportera, subí a la habitación a visitar a mis niños, tomé a mi pequeño Alexander de 6 meses, lo acuné en mis brazos y lo lleve a mi estudio de música...

Suspiré mientras lo mecía de un lado a otro... Por alguna extraña razón, conmigo era muy tranquilo y por eso mismo lo tenía a mi lado siempre. Aunque a veces suele soltar sus lloriqueos a las 3 de la madrugada sí no se encontraba cómodo para dormir... Pero lograba calmarlo

Me senté frente al piano con Alex sentado en mi pierna y comenzó a tocar unas teclas en ella... Sonreí al pensar que sería un gran músico como yo, pero lo que quiera hacer, yo seré feliz si él lo está.

— ¿Te gusta? ¿Quieres tocar algo, mi bebé?

Me mira sonriente y tomo su respuesta como un sí para luego seguir tocando las teclas. Wow, podía ver a Amelia en miniatura... podía verla a través de los ojos verdes de mi hijo...

Comencé a tocar "si al final tengo tu amor" para lograrme despejar un poco... Después de terminar y tratar de controlarme para que mi bonito no me viera así, subimos a la habitación

Ahora ambos trabajábamos desde casa para poder cuidar a nuestros niños. Fue complicado que aceptaran nuestra petición, pero finalmente terminaron accediendo luego de tanto insistir.

Actualmente componía canciones y solía grabar desde el estudio que se encontraba en el sótano... Tenía programado una pequeña gira por América Latina, estaba muy emocionado.

Mientras que Joaco trabajaba como crítico de modas en los medios digitales en una revista importante. Por sus influencias y contactos, pudimos sacar la entrevista para también despedirnos temporalmente de los medios y la fama.

Los pequeños balbuceos de Alexander me sacaron de mis pensamientos y fijé mi vista en él, buscando el motivo de sus ruiditos... Sentí su tierna mirada sobre mí y soltó algunas risitas

—Pase lo que pase siempre los voy a amar ¿está bien? — sonreí y besé su mejilla, luego nos dirigimos a la planta alta de la casa para alcanzar a mi bonito y mi otro bebé

Entramos a la habitación y Joaco arrullaba en brazos a Aarón... Me estaba dando la espalda, por lo que no pudo percatarse de mi presencia en la entrada.

— ¿Acaso me ves con cara de payaso? Pero ese es tu papá Emilio — rio y se giró hacia mi mientras tomaba su manita y le hacía caras para mantener esa preciosa sonrisa en su carita

— ¡Óyeme! Te escuché — traté de fingir como si me hubiera ofendido, pero terminé soltando una risa

— ¡Ups! Nos escuchó tu papá

Reímos y me senté en la cama junto a Alexander, para luego dejarlo acostado en la cama, poniéndome a su lado para que no rodara

— ¿Y cómo se comportó mi niño? — preguntó Joaco mientras dejaba a Aarón a lado de su hermano

— ¡Muy bien! Mi niño será el mejor músico... Cuéntale a papá cómo me ayudaste a tocar el piano, bebé — le piqué su pancita suavemente y éste rio

— ¿Ah sí? ¿Siguiendo los pasos de tu papá?

—Así es... ¿Y el mini clon qué desmadre hizo? — pregunté sarcástico al conocer como era mi niño

—Sólo soltaba risas y balbuceos...

Ambos nos encontrábamos acostados en la cama... Nosotros dos en las orillas para que no se cayeran los bebés y ellos dos en el centro.

—Wow... Tan rápido 6 meses ya... — suelta Joaco melancólico y no pude evitar el recordarla de nuevo. Todavía no lograba aceptar que ya no estaba con nosotros

Mi pecho comenzó a doler un poco y sentía mi garganta desgarrarse por dentro, aguantando las lágrimas... Suspiré fuertemente, evitando que todo saliera de nuevo

—Amor...

—Yo... Estoy bien... — me levanté de la cama y entre al baño... No quería llorar de nuevo y menos frente a mi familia












Joaquín

Le di un tiempo a Emi para que se repusiera, mientras fui a preparar los biberones de mis niños, ya que les tocaba su hora de comer... Así que toque la puerta del baño para hablarle a Emilio y me ayudara.

Segundos después salió, se limpió el rostro y se acomodó a mi lado, enfrente de las cunas. Ahora él tenía en brazos a Aarón y yo a Alexander

— ¿Todo bien?

—Si si...

Le entregué el biberón y yo tomé el de Alexander y ellos trataban de sostenerlo con sus manitas para poder beber mejor. Reímos enternecidos por su intento de tomar por su propia cuenta.

— ¿Cómo vas con tu música?

—Bien, bien... He compuesto algunas cosas... Matías me llamó y le envié algunas canciones para que les diera el visto bueno

— ¿Estás emocionado por esta gira? Te servirá para, ya sabes... Despejarte un poco

—Lo sé... Quisiera que me acompañaran

—No quiero ser una carga para ustedes, amor...

— ¿Cómo lo serás, Joaco? Todos te conocen y te adoran... Y están ansiosos de conocer a los clones

—No lo sé... Prefiero quedarme, sí uno de los niños llega a enfermarse y estamos a mitad de camino...

—Wow, wow está bien amor, tranquilo — rio mientras jugaba con las manitas Aarón y éste sonreía —. Tienes razón... Pero no dudes que los llamaré todos los días para verlos

—Así será... Te amo ¿ok?

—Te amo más, moco

Nos acercamos para darnos un piquito en los labios y después de escuchar unos quejiditos por parte de los bebés, nos separamos y dejamos el biberón a un lado

—Bueno, es hora de dormirlos... — coloqué a Alex cerca de mi pecho y palmeé su espalda para poder sacar sus eructos pequeños, era mi parte favorita porque Emilio y yo no podíamos con la ternura que emanaban incluso para eructar

Después de que, los arrullamos para dormirlos y los dejamos en sus cunas. A estas horas les toca su siesta mientras que Emi y yo arreglábamos la casa. Nos turnábamos para cuidarlos y limpiar. Era agotador, sí, pero realmente valía la pena. 

plan de gemelos [emiliaco] |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora