plan de gemelos [emiliaco] |TERMINADA|

24

Aarón

— ¡Alexander! — veo a Dany correr hacia mí y me abraza muy efusivamente —. Sé que eres Aarón, bienvenido a tu hogar temporal... Siempre quise otro primo — me susurra aun abrazándome y correspondo su abrazo también

—Gracias, bonita... — susurro alegre y nos separamos

—Awww que hermosos... Así que ¡andando! ¡Tenemos una bienvenida que celebrar! — nos dice la tía Nicole y se adelanta hacia la casa

—Dany... No conozco a nadie — le comento en voz baja mientras nos dirigíamos al patio de la casa

—No te preocupes, todos son amigos y familiares del tío Joaco... También Gael está aquí. Si necesitas ayuda, avísame — susurra y se separa de mí para dirigirse a la cocina

— ¡Hey, A! — me saluda Gael y nos abrazamos muy compas —. Alexander me contó sobre el plan, tranquilo... Te ayudaré a encubrirte

—Gracias... — le agradecí en susurro

—Hey, ahora que eres hermano de mi bro... Ahora eres mi brother... Así que háblame con confianza...

Le sonreí y nos dirigimos a la mesa de comida... Nos quedamos ahí platicando un buen rato, hasta que se nos acerca Dany y entre los 3 platicamos, mientras los adultos estaban en su mundo

— ¿Quiénes son todos? — les pregunto observando a algunos adultos que no había visto en mi vida

—El hombre de barba de allá es mi papá Nikolas, la mujer de vestido que se acerca hacia nosotros es...

— ¡¡Alexander bebé!! — grita y se acerca a abrazarme emocionada —. Te extrañe mucho, sobrino...

— ¡Hola, tía Ren! — saluda Dany, contestando la duda que tenía

— ¡Hola, corazones! ¡Ya están bien enormes! — contesta aun abrazándome —. Me llevaré a Alexander para que salude a sus tíos, ahorita se los regreso — ríe y casi me arrastra hacia la mesa donde estaban los adultos

— ¡Guys! ¡¿Ya vieron a mi sobrino?! ¡¿Apoco no está precioso?! — grita emocionada

— ¡¿Dónde está mi nieto adorado? — escuche una voz dentro de la casa, rápidamente me separe de la tía Ren y corrí hacia donde provenía la voz

Ahí estaba... ¡Mi abuelita Eli!
Corrí a abrazarla con cuidado y ella también lo hizo... Acarició mi cabello y ahora si estaba completo.

— ¡¿Cómo te la pasaste, mi niño?! ¡Te extrañé muchísimo! — se separa para verme y yo sonreí al verla, era hermosa

— ¡Muy bien, abue! Pero te extrañe muchísimo... — le digo para después volverla a abrazar

—Ay mi cielo, yo también te extrañe muchísimo... Hace tanto que no te veía — ay wey, ¿algo sabe?

—Si... — le contesto nervioso y estaba a nada de contarme hasta que escuchamos la puerta de la entrada abrirse

—No Diego, ya te dije que no... Nos vemos mañana... Adiós — cuelga papá Joaco y al vernos entrar, se acerca a abrazarnos —. ¡Hola, mamá! ¡Alexander! ¡¿cómo están los amores de mi vida?!

—Aquí extrañando a mi nieto... Hace tanto que no lo veía ¿sabes? ¡Tú que no nos visitas! — se queja abue Eli y golpea divertida el brazo de papá y reí

—Lo siento, mamá... He estado ocupado, pero ya no más. Hoy era el último día para la ropa de verano — nos comenta emocionado

—Me alegro tanto por ti, corazón... — besa su mejilla —. ¡Andado que la fiesta sigue!

Reímos y salimos a disfrutar de la fiesta... Wow, este día ha sido el más genial de todos. No quiero irme nunca

Alexander

— ¡AARÓN SEBASTIÁN MARCOS! ¡SAL DE TU HABITACIÓN EN ESTE MOMENTO! — grita un papá Emilio furioso mientras yo trataba de cómo escapar de mi muerte próxima

¡La ventana! ¡Eso es!

Corrí hacia ella y ya cuando estaba a punto de poner un pie ahí, fui jalado del brazo y me lanzaron a la cama

—Usted jovencito, tiene que darme una buena explicación con lo que pasó allá bajo... — me dice deteniéndome de los brazos para luego atacarme a cosquillas

— ¡PAPÁ! JAJAJAJAJAJAJA ¡STOP! JAJAJAJAJAJAJA PARA YA — trataba de moverme, pero no podía, era muchísimo más fuerte que yo y no me lo permitía

— ¡Deja a tu hijo, Emilio! — ríe el tío Roy y ahora estábamos sobre papá Emilio haciéndole cosquillas

— ¡¡JAJAJAJAJJAJAJAAA YA BASTA!! — gritó a carcajadas al no soportar nuestras cosquillas, hasta que nos detuvimos y nos tiramos a la cama cansados

Wow... Definitivamente amo este primer día, quiero quedarme aquí por siempre

—Deja al chamaco, ya le tocaba... Tu bebiste a los 14

—No quiero que siga mis pasos, Roy...

El teléfono de la casa sonó y papá Emilio se levantó a contestar...

Ahora yo me levanté y fui a seguirlo...

— ¡Hey pa! ¡¿Qué pasó?!... Mañana a primera hora, jefe... Sí, hoy llegó... Ya sé que tienes a tu favorito... Sí lo sé, ya voy... Yo también te amo jefe, adiós... — deja el teléfono y me habla en susurro —. Es tu abuelo, quiere hablar contigo...

¡Santo Jesús wey! ¡Tengo un abuelo!
Tomé el teléfono y lo llevé a mi oreja

— ¡Hola abue Oso!

— ¡¿Qué tal, campeón?! ¿Disfrutaste el campamento?

— ¡Muchísimo!

—Me alegro... Dile al flojo de tu padre que cuando esté desocupado, se digne a visitar a su viejo padre ¡hace tanto que no te veo!

— ¡Yo también quiero visitarte, abuelo! ¡Yo le digo! Te quiero muchísimo

—Yo mucho más, campeón... Nos vemos pronto

— ¡Adiós, abue Oso!

Colgué el teléfono y al ver a papá Emilio de espaldas con su teléfono, me lancé encima de él y me sostiene en su espalda

—Dice el abue Oso que no seas flojo y vayamos a visitarlo, nos extraña muchísimo

—Tal vez vayamos mañana por la tarde...

— ¡Si!

Bajé de su espalda y vimos al tío Roy en la cocina... Al parecer nos había hecho la cena... Unos sandwiches asados con mucho queso ¡que delicia! Sólo espero que no me vaya a hacer daño...

Nos sentamos a cenar y después de bromear un rato, el tío Roy tenía que irse

—Bueno muchachos, ahora me retiro... Pero aquí me tendrán mañana — reímos y nos despedimos del tío Roy —. Adiós, babosos

—Adiós tío Roy... Gracias por la cena

Sale de la casa y nos quedamos en la cama de mi cuarto, recostados de nuevo...

—Bueno, iré a mi habitación a descansar... Descansa, chiquito — besa mi cabeza e iba de salida

—Papá... — se detiene y me mira —. ¿Puedo dormir contigo?

—... Está bien, vamos — extiende su brazo hacia mí y corro a abrazarlo y caminamos hacia su habitación

—Gracias... Sé que te parece raro, pero quería estar contigo — me excuso

—No te preocupes, dejaste de hacerlo cuando tenías 8 años... Me alegra que quieras hacerlo aún — rio y nos acostamos en la cama