plan de gemelos [emiliaco] |TERMINADA|

40

Emilio

Poco a poco despertaba de mi profundo sueño... Ahora si me sentía con mucha energía... ¿Dónde estaba Roy? ¿Y Alexander? Par de mugrosos, me dejaron abandonado

Entonces me dirigí al minibar por agua... Después de darle un sorbo, caminé de regreso al camastro hasta que lo vi, ahí... Al otro lado de la piscina ¿Joaco? ¿Qué hacía aquí? ¡¿QUÉ PEDO?!

¿Algo tendrá el agua que me hace alucinar? No lo creo, a ver... Talle mis ojos rápidamente y él seguía de pie, mirándome también sorprendido

Dejé de poner atención a mi alrededor, mis ojos se fijaron en él, solamente en él... En mi bonito

Mis impulsos por ir con él aumentaron y los seguí... Así que fui por él, hasta que unos gritos me desconcertaron

— ¡PAPÁ! ¡CUIDADO!

No sabía a lo que se refería hasta que sentí que ya no estaba pisando el suelo, si no la alberca y caí al agua... 

Alexander

Al no encontrarlos en sus habitaciones, de nuevo regresamos al área de la alberca, hasta que vi aquella escena ante mi... ¡NO MAMES, NO MAMES, NO MAMES! SE VIERON, REPITO, SE VIERON ¡EL PLAN NO IBA ASÍ!

Aunque... Al parecer no todo estaba perdido, pues observamos como papá Joaco rápidamente fue a auxiliarlo. Vaya, vaya...

Llegaron a nuestro lado Aarón, el tío Marín y Roy

—Bien... A veces las cosas salen completamente distintas a lo que planeábamos... — comenta el tío Diego observando la escena entre nuestros padres frente a nosotros

—Tienen mucho que hablar — dice el tío Roy —. Déjenlos que se pongan al día, vayamos a la playa...

Ellos se encaminaron allá y nosotros disimulamos ir, pero nos escondimos cerca de ellos para escuchar de lo que hablaban, obviamente sin que se dieran cuenta

— ¿No es de mala educación escuchar pláticas ajenas?

—No si ellos no se enteran...

—Fine...

Joaquín

Corrí a ayudarlo y nos sentamos en un camastro cerca... Vaya, ahora que lo tenía en frente, los nervios estábamos a mil recorriendo cada parte de mi cuerpo

—Joaco...

—Emilio...

—Wow... Nunca creí verte aquí, ¿cuánto tiempo ha pasado? ¿15 años? — comenzó a hablar y dejó ir una risa nerviosa

—Emilio... Estás sangrando de la ceja... — lo detengo, señalando la parte lastimada

Le pedí a uno de los camareros un botiquín de primeros auxilios y después de entregármelo, tome un poco de algodón, vertí algunas gotas de alcohol y lo coloque en su herida...

Se quejaba un poco pero aún así no me importaba...

—Wow... No has cambiado nada. Creí nunca verte — hablaba pero yo no podía sostenerle la mirada... Hasta la fecha era algo que todavía no podía hacer

—Créeme que ni yo esperaba verte aquí — reí nervioso mientras lo seguía curando

— ¿Vacaciones con tu pareja? — pregunta haciendo una mueca

—No... Vine con Renata y con Aarón — le cuento aun curando su herida

—Imposible señor Bondoni, recuerde que yo me había quedado con él — bromea y ambos reímos

—Pues nuestros hijos se encargaron de intercambiarse sin que nos diéramos cuenta... Entonces Alexander está contigo

—No puedo creerlo... Mis niños, mis niños... Tengo que verlos — se levanta rápidamente alterado

—Hey, hey... Tranquilo — lo detengo y hago que se recueste de nuevo —. Más tarde los veremos... Emilio ¿podemos hab...

— ¡Hola! — llegan interrumpiendo Alexander y Aarón abrazados por el hombro

Miro a Emilio quién se había quedado en shock ante esa escena... Estaba observándolos emocionado y sorprendido. Aunque esa cara me recordaba a algo que había pasado hace 15 años...

— ¿Qué rayos...?

—Ustedes... Están juntos... — lleva sus manos a la boca y de un momento a otro se desmaya

— ¿En serio? Me recordó cuando se enteró que serían gemelos — reí —. Niños, ayúdenme a llevarlo a su habitación

Asintieron y entre Alex y yo lo llevamos mientras que Aarón ayudaba con el ascensor

— ¿De cuánto es el castigo? — pregunta Alexander rendido

— ¿Entonces ustedes si planearon todo esto? — pregunte confundido mirándolos

— ¿No estás enojado? — pregunta Aarón de igual forma que yo

—Después hablaremos de eso, jovencitos... Primero llevaremos a su papá a su habitación

—Fine...

Después de abrir la puerta, dejamos a Emilio en la cama... Me senté en la orilla y lo miré. No había cambiado mucho... Incluso se veía mucho más guapo

—Niños... Vayan con sus tíos — les ordeno mirándolos

—Dad...

—Yo lo cuidaré... Vayan.

Ambos asintieron y salieron del cuarto... Me quedé a su lado esperando a que despertara. Pero el sueño poco a poco me vencía a mí, así que no supe en qué momento caí en la cama dormido...

(...)

Abrí los ojos y no vi a Emilio en la cama... ¡Shit! ¡¿A dónde se habrá ido?!
Recorrí mi mirada por toda la habitación hasta que llegue al balcón...

Me acerqué a él y suspiré al verlo bien... Solamente estaba sentado en la hamaca mirando hacia el paisaje de la playa

—Emi... Aquí estás — suspiré aliviado y me senté a su lado —. Creí que te habías ido...

—Aquí estoy — sonrió un poco y suspiró —. Supongo que... Bueno, no supongo nada. Sinceramente no sé qué haces aquí — confiesa un poco temeroso y pasa sus manos por su cara

Reí levemente y palmeé su hombro tranquilizándolo.

—Te acabas de recuperar de un desmayo... Así que mejor hablemos de eso luego. ¿Te puedo pedir algo?

Me mira confundido, pero aun así asiente..

— ¿Puedo abrazarte?

Y se lanza a rodear mi cuerpo y me pega a él sin decir alguna palabra... Así que yo lo abracé también. Si pudiera quedarme aquí toda la vida, lo haría... La verdad creí que se negaría o algo así, pero al ver que se lanzó el primero, no pude evitar sonreír y llorar un poco...

Aarón

—Déjame ver... ¿Qué hace? — pregunte tratando de meter mi cabeza por la orilla de la puerta entreabierta

—Se están abrazando — contesta con una sonrisa —. Bueno, tal vez vayamos por buen camino...

—Ni tan bueno porque del castigo no nos vamos a librar tan fácil — le digo frustrado

—Nah... Se les olvidará, estoy seguro de eso

—Confiaré en ti...

—Tu tranquilo y yo nervioso hermanito... Tengo una idea

—Tus ideas a veces me dan miedo, Ramiro...

—Take it easy, bro... Será algo tranquilo... Romántico, pero tranquilo.

—Está bien... Te creo. Ahora sigamos viendo...

Regresamos nuestras miradas con nuestros padres y sonreímos satisfechos. Oh si, esto quizás sea más fácil de lo que imaginaba...