¡ᴊɪᴍɪɴ ϙᴜɪᴇʀᴇ ᴜɴ ʙᴇʙé! © 𝙫𝙢𝙞𝙣 𝙢𝙥𝙧𝙚𝙜

02

Hoseok se divertía sentado en el sofá, inspeccionando cada bolsa de regalos llenos de dulcería en la sala. En medio de todo eso, Jimin ni se inmutaba ante los regalos que Taehyung reunió en toda la habitación, únicamente para el rubio.

—Taehyung se lució esta noche. ¿En serio no vas a comer nada de esto? -—Dijo Hoseok con la boca llena de frituras.

—No me rendiré ante Taehyung —Refunfuñó Jimin, molesto.

Hoseok lo miró con duda, de nuevo hacia sus pucheros Jimin y eso nadie lo detendría.

—¿Acaso la sesión fotográfica tuvo que ver con bebés esta vez?

Se quedó callado Jimin, comprobando su teoría.

—¡Fue inevitable! negarme a la oferta. Eran súper tiernos ¡Yo-yo imagine como sería tener uno¡

—¡¿Te negaste TÚ, a fotografiar a tus modelos nudistas?!

—¡Que no lleven camisa, no significa que sean nudista!

—Jimin, insisto a ¡que cambiemos de trabajos! No puedo creer, que mandaras por un tubo a los modelos por ¡unos fetos en pañales!

—No me arrepiento de mi decisión —Respondió orgulloso Jimin.

—Jungkook, dile algo.

—¿Eh? ¡No me metan a mí! Solo quiero comer —Dijo siguiendo inspeccionando la dulcería de las bolsas.

—Maldito dientudo, solo metes los dientes para tragar —Le sacó la lengua Jungkook, ignorando sus insultos.

La puerta se azotó llamando la atención de los chicos. Ah. Mierda tendré que cambiar esa puerta por una de plástico para que los inútiles no la rompan. Pensó Hoseok.

De la entrada entró, nuevamente Taehyung con kilos de bolsas cargando para dejarlas caer enfrente de Jimin. Y con un exhausto Namjoon cargando una enorme caja de madera, que parecía tan pesada que las piernas de Nam eran gelatina a cada paso que daba por intentar avanzar con ella.

—¿Qué más quieres, Jimin, para que te resignes a esa tonta idea? Te compré ropa de amontones. Casi me asesinan en la sección de rebajas. Una anciana me pateó la entrepierna por la última prenda con su puto bastón —Exclamó Taehyung, jadeando sobre sus rodillas, tratando regular su respiración junto con Namjoon.

Se carcajeó inevitablemente Jungkook, imaginando como le vuelan la dignidad a Taehyung una anciana.

—¡Te compre tus dulces casi para un mes! Y ni se diga, de lo que me costó conseguir que me rentaran las peludas bolas de pelo por hoy.

Namjoon destapó la caja de madera finalmente. Haciendo enloquecer de ternura a Jungkook, por ver la cantidad de perritos con ojos tan grande, que parecían que podrían explotar en algún momento. No es broma, lo era, la ternura cegaba igual a Jimin. Negándose fuertemente a no sucumbir a su ternura. Ahogando su emoción, viendo como Hoseok y Jungkook parecían arrojarse los cachorritos como peluches jugando.

Los malditos le traicionaron cuando cargaron esa bola de pelos. Mientras que Namjoon se moría de cansancio al fondo de la habitación. Mierda, Jimin, resiste.

Se giró hacia Taehyung, tratando de no sonreír, remplazándolo con una mala actuación seria.

—Jamás te lo pedí —Siguió molesto Jimin, cruzando los brazos.

—Bueno... —Sonrió malicioso Kim con el diablo en el rostro.

Jimin lo reconoció inmediatamente ¡¿Qué carajo está planeando, Kim?!

—Entonces, tendré que tirar a la basura, este, por decir ILIMITADO edición de Boku no Hero Academia. Que tanto ahorraste para comprar —El bastardo tenía esa preciada joya entre sus dedos enfrente de su hambre.

Kim sabía perfectamente el nerd oculto que llegaba ser cuando se trataba de su fanatismo por su serie favorita. Por dios, le dio en su punto débil, por más que no quisiera admitirlo.

—Jimin, estuvimos horas parados para conseguir ese maldito juego. ¡No dudes más y tómalo ya!  —Le gritó Jungkook, sacudiéndolo de los hombros al estupefacto de Jimin.

—¡Solo hazlo, no tendrías que hacer esto sino fuera porque Hoseok se le ocurrió pelearse en la fila!

—¡Hey, eso no es verdad! En mi defensa, ese maldito gordo versión kirby, ¡me salpico mi camiseta con sus grasosas papás!

—La mano se me cansa. Tú decides, Jimin —Dijo burlón Taehyung.

Era el diablo mismo Taehyung, Jimin no tenía dudaba eso. Agregándole que vestía magnífico hoy, pero las ropas apretadas a su cuerpo deberían ser un delito porque sus huevos de pascua parecían asfixiarse. Jimin eres un cochino. Lo sabía, además apenas se había dado cuenta de las circunstancias, parecía hasta que lo hacia apropósito para hacerle caer.

La latente emoción que respiraba tan de cerca de Jungkook y Hoseok alrededor de él. Lo tentaba a caer en las tretas de Taehyung.

—MALDITO BASTARDO, ¿QUÉ HACEN ESTAS BOLAS DE PELO EN MI DEPARTAMENTO? —A todos se le había salió el corazón, congelados de miedo.

En cuanto Yoongi gritó, asustando a los cachorros que se cagaron igual de miedo que ellos. Yoongi comenzó arrojarle las bolas de pelo a Taehyung como si pudiera asesinarlo. Lo perritos volaban en aire inocentes y con Hoseok salvándoles de caer al suelo. Pero Yoongi parecía un misil, dispuesto a lanzarle todo a Taehyung, gruñendo como un animal furioso.

Jungkook y Jimin tomaron su distracción para robar el juego y salir corriendo de la habitación, mientras Hoseok y Namjoon se las arreglaban para que la furia de Yoongi, no matara a Taehyung.

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Y el nuevo vmin; Corazón de Espinas.