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¡Ah! Maldición. No, no, no, debo corregirlo de nuevo  —Se detuvó para presionar sus sienes, cerrando los ojos mientras respirando profundamente Taehyung—. Bien concéntrate, Kim. Solo falta una hora para entregarlo a la editorial. Ni que fuera un fanfic de Wattpad. Puedes hacerlo.

~Tae~

Concéntrate Kim. Concéntrate Kim  —Se repitió asimismo Taehyung, sin dejar de teclear en su laptop y moviendo sus hombros y el cuello como si fuera a correr un maratón.

~Tae~

Jimin hundió su cara nuevamente en su almohada de Chimmy, enojado de que el idiota de Taehyung no le diera atención. No quería interrumpirlo. Pero ese tonto ha estado más de cinco horas en el ordenador, se suponía que hoy era su día libre. En otras palabras, era día de Jimin y Taehyung, no día de Taehyung y su crisis en entregar un informe.

¡Taehyung! —Rugió, frustrado.

Taehyung siguió balbuceando con su ordenador sin escucharle. Agregando nuevas notas al reporte.

Tae. Nos perderemos el espectáculo en el Rio Han. Además, prometiste llevarme un nuevo restaurante como recompensa de botar al perrito que adopte. Qué, por cierto, aun no supero que me lo quitaras, pero tengo hambre así que estamos a man... Tae. Tae. Kim Taehyung. ¿Me estas escuchando, comadreja estúpida?

Bien. Si no le iba hacer caso. Ya iba a conocer, que a Park Jimin, nadie lo ignora.

Mandando a la mierda su peluche hacia la pared furioso. Se quitó con un puchero de enojo, el pantalón de su pijama que traía puesta, cayendo una vez al piso pero se levantó aún con orgullo, ordenado su cabello y ropa como si no hubiera sucedido.

Se encaminó, encabronado, para girar la silla de Taehyung hacia él.

Kim Taehyu-

Este se giró de nuevo ignorándolo.

Hijo de p...   Puff. Respira Jimin. Inhala y exhala Jimin... Inhala y exhala.

Tomó el respaldo de la silla de Taehyung, apartándolo del ordenador. Taehyung se congeló por un momento con las manos al aire, fuera del teclado.

¿Qué-e? ¿Qué carajo haces Jimin? Necesito terminar el informe antes de que llamen de la oficina  —Dijo Kim, aferrándose a la madera del escritorio.

Jimin batalla por jalar con todas sus fuerzas la silla lejos del ordenador.

Por dios, Kim. Es todo un maldito edificio, tienen más personas para hacer eso. ¡Y ya deja de aferrarte a la mesa!

¡No, no lo haré! Y nadie lo hace mejor que yo, por algo me ascendieron de puesto.

Tú solo eras solo el saca-copias. ¡¿A qué puesto te pueden ascender a eso?!  ¿A sacar copias a color?

¿Eh? ¡Seré el CEO, tonto! Y tengo trabajar porque un queridísimo novio gastó diez mil dólares en un pinche muñeco feo, además, de incendiar nuestro departamento.

Tiró tan fuerte Jimin que el trasero de Taehyung cayó al suelo. Kim iba correr, pero el jalón en su corbata lo asfixiaba ¡Era por eso que no usaba corbatas! Otra cosa por la que puedo quejarme.

Jimin caminó risueño con su corbata en mano como si paseara un perrito. Arrojó a Taehyung a la cama sin descuido y se subió sobre él para impedir que se escapara, tomándolo por las muñecas.

¡Bien, si fue mi culpa!  ¡Pero, ya te pedí disculpas por eso! Además, pagué la camisa que incendie junto todas tus cosas.

Entonces, asunto arreglado, amor —Dijo tierno Taehyung pellizcando la mejilla de Jimin—. Ahora, me largo.

¡ᴊɪᴍɪɴ ϙᴜɪᴇʀᴇ ᴜɴ ʙᴇʙé! © 𝙫𝙢𝙞𝙣 𝙢𝙥𝙧𝙚𝙜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora