(Y/N) abrió sus ojos para mirar alrededor con dificultad mientras intentaba levantarse de donde se encontraba. Su cuerpo le dolía y levemente podía recordar los hechos que habían sucedido días atrás durante la prueba de selección y lo que pasó después de eso.
Finalmente encontró la fuerza para levantarse y se sentó ahí mientras sus lágrimas lentamente caían y resbalaban por sus mejillas; llevó ambas manos contra su pecho y apretaba fuertemente sus puños intentando olvidar todo eso.
Ella deseaba que aquello simplemente fuera un sueño y que cuando despertara ella se encontraría recostada en el futón en medio de ellos dos pero ella sabía que sin importar cuanto negara aquello, las cosas no cambiarían. Sus lazos fueron rotos para siempre y estos jamás lograrían remendarse por ningún medio.
—Porqué... ¿por qué tuviste que sacrificarte de esa manera? —murmuró ella finalmente apartando las manos de su pecho para bajarlas y colocarlas sobre la cobija que aún cubría sus piernas.
Ella estuvo a punto de decir algo más cuando la puerta corrediza de la habitación se abrió y extraño sirviente vestido únicamente con un hakama violeta oscuro y un haori extraño de varios colores entró en la habitación sosteniendo lo que parecía ser una bandeja con varios vendajes así como una cacerola de agua.
(Y/N) le siguió con la mirada mientras esa persona se acercaba mucho más hacia donde ella se encontraba. La chica no pudo evitar sentir curiosidad por aquella persona. Debido a que traía su pecho descubierto, (Y/N) podía ver que su piel era demasiado pálida, además a lo largo de sus brazos, pecho y abdomen tenía marcas azul oscuro mientras que su cuello estaba completamente de negro. Su cabello era largo y de un peculiar color grisáceo mientras que su rostro estaba completamente cubierto por lo que parecía ser una máscara del mismo color que su piel.
—Disculpa... —(Y/N) murmuró inconscientemente pero esa persona no pareció oírle, simplemente continuó con su camino y una vez que estuvo finalmente frente a ella, se agachó y colocó la bandeja a un lado para inmediatamente comenzar a realizar su trabajo.
Tomó uno de los brazos de la chica para comenzar a quitarle los vendajes que traía, limpió con cuidado la sangre seca que se había quedado en aquellas heridas y tras aplicarle un poco de medicina, volvió a envolver su brazo en vendajes nuevos. Y así procedió a cambiar los vendajes de su otro brazo y el resto de su cuerpo.
Mientras aquella persona se concentraba en cambiar los vendajes, (Y/N) no pudo evitar pensar en todo lo que había perdido por culpa de aquel demonio que apareció justo horas antes de que el examen finalmente terminara. Si tan solo hubiese opuesto más resistencia y se hubiera quedado hasta el final, él no habría muerto y actualmente los tres estarían igual que siempre o puede y haya muerto junto a él; pero aunque ese fuera el resultado, a ella no le hubiera importado ya que no tendría que ser odiada de esa manera.
—Veo que ya te encuentras finalmente mejor que cuando llegaste... ¿o debería decir que finalmente despertaste? —se escuchó la voz de alguien fuera del cuarto. (Y/N) volteó hacia la puerta solo para encontrarse con un joven pelirrojo vestido en un sencillo yukata de color vino mientras traía un abrigo peculiar que podía recordarte a las colas de un Kyuubi. Al encontrarse con aquellos ojos color ámbar del joven, la chica logró recordar fugazmente el momento en el que se encontró con él y tal vez la posible razón por la que ella se encontraba en aquel lugar.
・・・
Aquella noche mientras todos dormían, ella finalmente había tomado la decisión de abandonarlo todo y desaparecer tal y como él se lo había pedido por lo que tomando el último recuerdo que había logrado salvar de su amigo, se marcha de aquella cabaña y comienza a vagar por el bosque mientras se encontraba perdida en sus pensamientos.
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Lazos Rotos (Kimetsu no Yaiba x lectora)
FanfictionUna promesa olvidada en el tiempo, una triste pérdida, un corazón roto, y un flujo de tiempo que parece correr demasiado rápido. (Y/N) no recuerda casi nada de su infancia antes de conocer al maestro que la entrenó para llegar a ser una cazadora de...