Capítulo 3. Todas en Acción

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POV. NORMAL

Ambos chocaron las manos con gesto triunfante ante una Bisca y un Alzack un tanto doloridos. En ese momento Elfman recordó el consejo de sus hermanas y tomó a Evergreen por la cintura, sorprendiéndola y sonrojándola.

- Después de pelear como hombres... -Ever rodó los ojos, ya estamos otra vez...- De-Dejemos a los tortolitos y sigamos con el examen.

Lo que parecía una oportunidad para ser romántico se fue al garete por sus malditos nervios. Sentía una timidez descomunal, tan sólo pensar en situaciones amorosas lo hacía temblar como un flan o una gelatina.

Bisca sonrió al hada con ternura, como diciéndole que tuviera paciencia con él. Acto que comprendió al momento la maga y le devolvió la sonrisa.

Alzack no pudo evitar soltar una carcajada y le susurró a Elfman lo siguiente:

- Compórtate como un verdadero hombre y dile algún cumplido, no es necesario ser empalagoso para ser romántico. –Le guiñó un ojo.

Así pues el mago agarró a Evergreen al estilo nupcial y mientras se alejaban le sonrió, había captado su idea.

- Descansa sobre el pecho de tu hombre, así... Al sentirte cerca de mí... Mi corazón, yo... Yo también me recuperaré...

Totalmente sonrojada y sin dejar de sonreír, Ever recostó su cabeza sobre el hombro de Elfman, era realmente feliz por ese gran paso que había dado el grandullón.

Mientras tanto en otro lugar...

Ni siquiera se movió unos milímetros del sitio, sabía que sus oponentes lo estaban dando todo, pero sabía también que no era suficiente para poder pasar por él. Resopló:

- Todavía te falta un poco Laki, aunque estás bastante cerca de conseguirlo. Sigue así.

Trató de animarla, pero ella seguía en el empeño de continuar luchando. Bixlow se levantó a duras penas y se apoyó en el hombro de su agitada compañera.

- Laki... Si no quieres hacer "eso", será mejor que te rindas y aceptes el consejo de Gildarts.

De pronto la maga se sonrojó de forma súbita y negó graciosamente con la cabeza. Todo menos hacer "eso", le daría un ataque al corazón por la vergüenza. Gildarts la miraba curioso.

- Muy bien. Tu examen termina aquí... A no ser... Que hagas esa cosa que, al parecer no quieres hacer... Y crees... Crees que "eso" me puede vencer –Le sonrió pícaramente, trataba de averiguar qué era "eso" y por qué se sonrojaba al pensar en ello.

Bixlow rió cómicamente mientras se tapaba la boca para no soltar una carcajada aún más grande. Laki lo miró con un poco de odio y volteó su cabeza hacia Gildarts, tenía razón, su examen había terminado, así que se rindió.

- Bu-Bueno, me... Me da un poco... Un poco de vergüenza, la... La verdad...

- Ni me había dado cuenta –sonrió tratando de no sonar muy sarcástico.

Laki se le acercó al oído y le contó qué era "eso", mientras éste hacía un gesto de sorpresa y reía. Le acarició la cabeza a la sonrojada maga, qué picarona es esta chica, pensó.

- Tranquila, eso sólo me distraería unos segundos, además... -dijo rascándose la nuca- Tú no necesitarías hacer eso, sé que puedes pasar mi prueba, pero no ahora.

Y a la mitad del camino A...

- ¿Crees que se ha quedado dormido mientras llegábamos? –Preguntó en un susurro Freed, observando a un Laxus tumbado en un lado del camino. No lo podía creer, iba a pelear contra él. Su admirado mago del trueno.

- O tal vez esté fingiendo, lo sabremos si pasamos por su lado y vemos su reacción –Determinó el mago de las runas.

- Es un Dragon Slayer, Freed-san –susurró un poco molesta Juvia, dando la espalda a éste y mirando de frente a su compañero- sabes perfectamente que nos habrá olido a cientos de metros de aquí, incluso si pasamos por su lado, nos detendrá al instante ¡esto es un examen! Además, eso deberías saberlo, son las propiedades de un Dragon Slayer.

Freed suspiró, tenía la leve esperanza de no tener que pelear contra él. Pero Juvia tenía razón, esto era un examen.

El grito ahogado de su compañera lo sacó de golpe de sus pensamientos. Laxus se había despertado y tenía agarrada a Juvia por la cintura y le estaba olisqueando el cabello. Ella sabía que si trataba de escapar transformándose en agua sería electrocutada al instante.

Freed desplegó su magia y con gesto serio comenzaron a aparecer runas por todas partes, Laxus sonrió al ver el gesto de su admirador, sería una pelea muy interesante.

El cuerpo del Dragon Slayer comenzó a brillar, Juvia sintió un leve hormigueo, esas pequeñas chispas no le hacían daño, más bien cosquillas. Trataba de soltarse, pero la fuerza del mago eléctrico era tremenda, así que observó a Freed y le hizo un gesto con la mirada, en cuestión de segundos su compañero se lanzó provocando un ataque.

Juvia, al fin, consiguió liberarse de su opresor.

El Examen de las HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora