cuatro. 🎭

2.8K 157 2
                                    

Lo vi marcharse por la puerta, con su cara sería, como si algo le hubiese molestado o eso quiero creer.



--Joder. —bufé. Se olvido su cambio. —agarre el dinero y decidí seguirlo. Taehyung, cuida un rato el bar, le llevaré esto al hombre. —el asintió medio dudoso y retomé el camino.



--No puede caminar tan rápido, demonios, que trae en sus pies. —mire hacia todas las esquinas. Jungkook, jungkook, donde estarás y porque eres tan misterioso. —pensé en mi mente.



--¿Me buscabas?. —dijo detrás mio, haciéndome brincar del susto. ¿Por qué esa cara?, ni que fuera un acosador. —alzo una ceja.


--Bueno, estar pensando y que venga alguien por detras y te diga, "¿me buscabas?", son típicas palabras de acosador diría yo. Pero dejando ese tema aparte, toma. —saque mi mano del bolsillo con su dinero. Te lo has olvidado. —lo guarde en su chaqueta. Ahora si, me iré.



--Espera. —agarro mi muñeca. ¿No me dirás tu edad?. —trague duro. Quiero saber si no iré a la cárcel.



--Disculpa, tengo que volver a mi trabajo. —me safe de su agarré. Cuidate, adiós.



--Esperó que en nuestro próximo encuentro uses tu uniforme. —volteé para mirarlo sorprendida y el solo sonrió.



No podía negarlo, era muy apuesto y caballeroso, su fragancia era como el. Agrió pero quedaba un toque dulce. Su sonrisa era magnífica, y sus ojos igual. Era perfecto, pero no correspondido.





[•••]



La campana había tocado, era hora de irnos. Tomé mi libreta y lapiceros para guardarlos, al igual que mis libros.



--¿Y bien?. —me empujó con su codo. ¿Te ha llamado el morenazo guapote?. —me miro con picardía.



--No. —solo dije. Ahora deja de molestarme con esas cosas, no lo veré jamás, solo fue una noche, nada más. —puse mi bolso en mi hombro y salí.



--Oye, esperame. —suspiró. Joder, eres una malhumorada.



--Como digas.


Mi amiga era la persona más habladora del mundo y miren que no exageró. Pero su madre es igual a lo que supongo que son dos gotas de agua. No pierden el tiempo en nada, y si, hablo de chicos. Coquetean todo lo que camina, pero aún así logro ser jefa de una empresa. Maravillosa jugada.



Bajamos todos los estudiantes por las escaleras, parecíamos que salíamos de la cárcel y por fin íbamos a ser libres. ¿Exagero?, no me culpen, a la maldita escuela la considero una cárcel.



--T/n puedes por una maldita vez prestarme atención. —se quejó mi amiga.



--Joder, que pesada eres tía. ¿Que quieres?. —la miré y ella me hizo seña a la salida.



--Mira, el morenazo vino a por ti. —sonrió felizmente como si fuera algún famoso. Presentame adecuadamente eh, sino mañana verás.



Y no mentía, Jungkook estaba ahí parado mirándome fijamente, como queriendo ¿entrar en mi cabeza?, no, seguro que estoy flipando.



Relajé mi cuerpo y me apresuré rápido hacia el. No tenia que estar aquí, mis profesores si lo ven, sospecharan de mi y pensaran hasta lo más peor.



--Mirate. -—fijo su vista en mis piernas. Son muy bonitas y tú una mentirosa. —se cruzó de brazos.



--¿Que coño haces aquí?. —me acerque lo suficiente para que nadie escuche nuestra conversación. Estoy demasiado segura que eres un pervertido. —bufé. Veté a casa, que ya mucho has llamado la atención.



--He venido a por ti. —gire a verlo. Necesito resolver algunas cosas contigo. —aclaro su voz. Nada sexual, tranquila. —sonrió.



--Estas loco si piensas que subiré a tu maldito auto. —maldeci, pero fue mi error ya que me agarró a la fuerza y me subió.


--La cuidare bien. —dijo a su amiga, la cual asintió contenta. Nos vemos linda. —cerro mi puerta y la saludo.



--Traicionera. —le grité de adentro. —la fulmine con la mirada y Jeon a mi lado me quedo mirando.



--Vamos, que no te haré nada idiota. —prendio el carro.



--¿Donde iremos?. —solte preocupada.



--A mi casa, ¿donde más?. —sonrió y yo supe al mismo tiempo que ya estaba jodida, pero por el.

𝖉𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖔 𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊 - jk [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora