Magnífica mente

26 10 0
                                    

He escuchado en muchas ocasiones que el cerebro es el órgano más poderoso del cuerpo humano y como todos sabemos esto es cierto. Nuestro cerebro es quien almacena toda la información que adquirimos a lo largo de nuestras vidas y como no, para almacenar tanto conocimiento y tantos recuerdos ha de ser bastante poderoso.
Menciono lo anterior porque, claramente, todo nuestro mundo es manipulado desde nuestras cabezas y con esto me refiero a que algunas veces nos encontramos en momentos asfixiantes, en que no sabemos a donde ir, nos sentimos perdidos, sin salida.
Todo lo que sucede en la vida es fruto del trabajo de muchos cerebros, por consiguiente, del tuyo también.

Vamos a jugar a algo

Imagina una manzana roja delante de ti, se ve bien y muy apetecible, pero yo te voy a decir que esa manzana no sirve, no la puedes comer aunque se vea bien desde fuera.
Que es lo que va hacer tu cerebro?
Pues esto: te va a ordenar que esa manzana no es comestible y aunque se vea bien no te va a resultar tan apetitosa como antes porque tu cabeza guardó la información que yo te proporcione de que no la puedes comer.

Así como lo anterior sucede con la vida y los problemas. Si estás en un mal momento y tu cerebro piensa en algún momento que este no tiene solución entonces tu creerás que no la tiene y ahí si que te quedarás atascado.

Ve de frente a los problemas, con la mente abierta para cualquier solución y mantente alerta a las posibilidades que se te presenten en todo momento.

No pienses jamás que algo no tiene solución, porque te verás enfrascado en un círculo de situaciones no deseadas.

Relájate, tomate tu tiempo y pon ese maravilloso órgano a trabajar a tu favor y verás como te irá de bien.

Medita si es necesario y piensa en todas las cosas buenas y posibles que tienes a tu alcance.

Para terminar este capítulo voy a dejar un fragmento de un libro que leí hace mucho tiempo y que me gustó mucho, llamado "El jardín secreto" de la escritora Frances Elisa Hodgson.

"Uno de los descubrimientos más extraordinarios de este siglo ha sido el que los pensamientos son tan poderosos como las pilas eléctricas, tan buenos como la luz y tan peligrosos como el veneno. Si permitimos que un pensamiento triste o malo se introduzca en nuestra mente es tan arriesgado como dejar que un virus se apodere de nuestro cuerpo. Si se le permite quedarse, es posible que no podamos desprendernos nunca más de el"

Notas  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora