Capitulo 1

95 1 0
                                    

"Discúlpame, pero no puedo quererte como pretendes que te quiera"


Esa frase revoloteaba en mi cabeza como un ave perdida, chocándose contra un reforzado muro de piedra. No me quería, el no me deseaba ni yo le interesaba como algo mas que una simple amiga. Estaba devastada y buscaba demasiados por qué, sin hallar ninguna respuesta.

 Le había dado todo de mi, lo que estuvo a mi alcance. Mi cariño, mi tiempo, mis sonrisas... pero aun así no logré deslumbrarlo. Desde hacía ya una semana que yacía en mi cama, había renunciado en el trabajo y lo único que me importaba era morirme. De acuerdo, no literal. Pero me sentía un aborrecible despojo de mi misma y como tal me encontraba en un estado deplorable. Estiré mi brazo para alcanzar una cuarta caja de pañuelos descartables. El piso de mi cuarto estaba repleto de ellos.

 Decidí chequear mi celular que con su vibrar ya venía irritándome desde hacía ya un rato. Mensajes de mis amigos, mensajes de él, mensajes de desubicados (algo común en Facebook). 


Amigos: "Florencia, por favor, abrí la puerta no podes seguir así", "Amiga, estoy para lo que necesites", "Te voy a ir a sacar de los pelos de tu casa si seguís mariconeando por un estúpido que no te merece", "Flor, vos no sos así ¿Dónde esta esa chica fuerte que pasaba de etapa rápidamente? Necesito que vuelvas"


Suspiré y me incorporé en la cama. Solté un gran bostezo y estiré los brazos en alto, desperezándome. Caminé lentamente hacia el baño y me observé en el espejo. Mi reflejo me devolvía la imagen de una chica ojerosa, desarreglada, con la cara y el pelo grasosos y las mejillas y los ojos repletos de delineador corrido. Si el cuco hubiese estado acechándome probablemente corrió la voz de un nuevo monstruo en la ciudad.


Continué chequeando los mensajes. 


Diego: "¿Podemos hablar? La idea no era que te cortes así", "No se por qué haces esto,yo siempre te fui claro. Somos amigos y nunca te mentí, no quería nada serio. Vos no supiste entenderlo y te creaste tu propio falso mundo de hadas", "Dale, Flor. ¿No me vas a hablar más? Me parece una estupidez"


Me generaba bronca. Y lo peor es que tenía razón. Desde el primer momento en que lo conocí  aclaró los puntos... acababa de salir de una relación seria y no pretendía meterse en  compromisos. Quería ser libre, divertirse. No es que fuese la persona más fiestera del mundo ni mucho menos, solo que era muy cerrado, rebuscado y frío. Pero no me importó, quise meterme de lleno de todas formas. Y así termine. Ciega, sorda y con el corazón partido en mil pedazos.


Hice una mueca cuando chequeé los mensajes restantes.


Desubicados x: "Hola bonita, ¿Cómo estas? Me gustaría saber de vos si me das la oportunidad de conocerte, sos hermosa, Flor", "hola, me llamo Rodrigo y sos muy linda, bonita, bella y hermosa. Me gustas mucho", "Hola hermosa ¿Te gustaría hacer intercambio de fotos hot?, me deslumbraste", "15xxx47345, te dejo mi número, agrégame a Whatsapp, me gustaría que nos conozcamos, me pareciste divina".


¿Será que hacen copypast y se lo envían a 20 contactos con la esperanza de que alguna chica fuera de sus cabales les responda y acepte sus ridículas propuestas? Dudaba que con esas técnicas lograran conseguir algo. Me resultaban todos unos tarados y lo único que merecían era un "visto" bien clavado.


Me dirigí hacia el refrigerador en busca de una cerveza. Todo vacío. Maldita sea, la mesa del comedor se encontraba llena de envases pero sin una gota del néctar que me estuvo nutriendo toda la última semana. Mi celular vibró nuevamente y volví a chequear sin demasiado ánimo de encontrar algo que me sacara de mi ensimismamiento. Pero este mensaje me asombró. Venía de parte de una persona con la cual no hablaba desde hacia prácticamente un año y había desaparecido de mi vida luego de ponerse de novia con un idiota. 

Gris Arcoíris, un triángulo peligrosoWhere stories live. Discover now