Abrazaste a Louis y después viste como caminaba a la puerta de la pequeña sala de espera donde esperaría para abordar el avión. Cuando estaba a punto en entrar volteo y te sonrió. Se despidió de nuevo con la mano y después viste como desapareció.
Caminaste al estacionamiento del aeropuerto y pediste un taxi, ya que habían ido en la camioneta de Louis. Ya cuando estabas en tu casa fuiste a tu habitación y comenzaste a meter algo de ropa en una maleta, ya que habías prometido a tu mamá que irías a Doncaster lo antes posible.
Te preguntabas que quería, casi nunca llamaba, sabía que ibas sólo en vacaciones o cuando era cumpleaños de alguien, era extraño que te pidiera que fueras. Cuando terminaste de hacer tu maleta tomaste las llaves de tu auto y tomaste rumbo hacia Doncaster.
Después de unas horas de camino, ya estabas en la que era tu antigua casa. Tocaste ya que no tenías llaves y tu madre salió a abrirte.
(TM): ¡____! ¿Cómo has estado pequeña? –Sonrió y te abrazó.
____: Muy bien mami. –Dijiste entrando a la casa- ¿Por qué tu repentina llamada?
(TM): Bueno, es que… -suspiró- vamos a comer y después te digo.
____: ¡No! Tengo la duda desde ayer, ya vine hasta aquí, ¡ya quiero saber! –Dijiste sacudiendo a tu mamá.
(TM): Tienes razón. –volvió a suspirar- es tu hermano. Ha estado muy mal últimamente, no sé qué tiene, no quiere hablar conmigo, pero tal vez a ti quiera contarte.
____: Pero, ¿qué? –dijiste confundida- No entiendo.
(TM): Tiene como una especie de depresión y me da miedo que quiera hacer algo… -dijo preocupada.
____: ¿Algo como qué?
(TM): Como suicidarse…
Después de un rato más en esa plática decidiste ir a hablar con tu hermano, tu mamá dijo que había estado en su cuarto desde la noche anterior y que no había querido salir, pero que estaba segura que aún estaba vivo. Tocaste la puerta y unos segundos después contesto que entraras.
Después de hablar con él y explicarle por qué estabas ahí te contó el porqué de su depresión, o eso creíste, él te había hecho creer que estaba así por su novia, pero realmente no era así. Él simplemente ya no quería vivir, y en parte sí fue su novia, le había metido ideas en la cabeza de que él no servía para nada y que no iba a conseguir nada en la vida, que era un fracasado y cosas por el estilo, pero no te lo había dicho.
Después de un fin de semana hablando con tu hermano y tratando de que estuviera mejor tuviste que regresar a Londres.
La siguiente semana pasó normal, todo igual, sólo que sin Louis. Hablabas con él todas las noches y cuando tenía unos minutos libres te mandaba mensajes. No sabías que tenía ese hombre que te hacía enloquecer con tan solo escuchar el sonido de su voz.
Llego el tan esperado por todos, viernes. No tenías planeado nada con tus amigas, pero querías llegarle de sorpresa a tu hermano porque tu mamá había salido del país ese día en la mañana.
Emily: ____, ¿qué harás hoy? –Pregunto mientras guardaban las cosas de la última clase en el locker.
____: Quiero ir a Doncaster a ver a mi hermano, realmente me tiene preocupada.
Emily: ¿Crees que siga mal? Es sólo un mal de amores.
____: No creo, realmente se veía terrible. –suspiraste- pero en fin, ¿tú qué harás?
Emily: Nada realmente… -Dijo mientras caminaban al estacionamiento.
____: Ven conmigo a Doncaster. –dijiste deteniéndote.
Emily: ¿Segura? –Pregunto algo incomoda.
____: Bueno, si no quieres no. –Dijiste de broma.
Emily: No, sí, -rio- ¿pero no crees que tu hermano se sienta incomodo o algo?
____: Nah, le hará bien un poco de compañía.
Emily: De acuerdo, entonces. –Sonrió.
Después de pasar a casa de Emily por algo de ropa ya que estarían ahí el fin de semana y a la tuya por lo mismo partieron a Doncaster. Llegaron a media tarde y antes de ir a tu casa fueron a un tienda a comprar las mejores donas de Doncaster, las favoritas de tu hermano y rentaron unas de sus películas favoritas, para que mínimo pasara una buena tarde-noche.
Cuando llegaron a tu casa le gritaste a tu hermano para que bajará, pero nadie respondió. No se escuchaba ni más mínimo ruido. Lo buscaste en todos lados en la planta baja y no lo encontraste. Subiste y la puerta de su cuarto estaba cerrada con seguro. Después de unos minutos batallando con ella, por fin cedió a abrir, pero realmente no querías ver lo que estaba adentro…