Louis: Yo no quiero a otra chica a mi lado. No puedo estar con una más hermosa que tú, porque, para mí, tú eres la mujer más hermosa del universo. No quiero a una modelo perfecta, amo tus imperfecciones, amo que seas celosa, amo que te sonrojes cada que te digo algo bonito, amo que le tengas miedo a la obscuridad, amo cuando sonríes, amo tu risa, amo como arrugas la frente cuando te enojas ––reí por lo bajo y Louis sonrió––, amo como se te iluminan los ojos cuando estás feliz, esas son las cosas que, para mí, te vuelven perfecta ––dijo suavemente sin despegar sus ojos de mí––. Amo saber que estas conmigo porque me conoces y no porque soy una estrella pop. ––colocó su mano en mi mejilla y se acercó hasta juntar nuestras frentes––. ¿Y sabes qué es lo que más amo? ––podía sentir su aliento chocar con mis labios con cada palabra que decía. «Vamos ____––me decía mi voz interior––, haz un esfuerzo, no puedes besarlo ahora.»––. Amo que, cuando estoy contigo soy solo yo, Louis Tomlinson, de Doncaster y no Louis Tomlinson de One Direction.
Muerta era poco. Imposible. No me creía todo lo que acababa de escuchar, y para acabarla no sabía como contestar. Sólo se me ocurrió una manera; acorté la distancia que había entre nosotros. Deje que mis labios se dejaran llevar sin pensarlo. Lo besaba suavemente mientras saboreaba ese dulce sabor que tenían sus labios. Él acariciaba mi mejilla mientras yo tenía mis manos recargadas en su pecho. Nos separamos ligeramente cuando el oxígeno comenzó a hacernos falta.
____: ¿Louis Tomlinson de One Direction? ––dije a pocos centímetros de sus labios––. No me suena ––sonrió y por efecto sonreí también.
Louis: Me alegro, es todo un loco ––reí por lo bajo.
____: Me gustan los locos... ¿Pero sabes qué me gusta más? ––pregunté mirando sus hermosos ojos azules––. Tú ––dije y regresé a sus labios.
Este hombre era perfección pura. De verdad no sabía que había hecho para merecer a alguien como él, simplemente era incompresible.
Nos separamos y Louis anunció que ya habíamos llegado.
«¿Ya hemos llegado? ––pensé algo confundida–– Pero si aquí no hay nada de restaurantes, o comida, o lo que sea..»
Louis bajó del auto y abrió la puerta de mi lado.
Amaba que hiciera cosas como esas, hacían que me enamorara aún más de él. Sí, como ven, lo he aceptado, estoy enamorada de él, tanto o más de lo que alguna vez estuve en Doncaster; él no había cambiado en lo absoluto, seguía siendo el mismo chico adorable, gracioso, simpático, bromista, respetuoso, caballeroso y además guapo del que me había enamorado años atrás, y ahora esos sentimientos estaban de nuevo dentro de mí.
Comenzamos a caminar por una pequeña calle, estoy segura de que por aquí no hay nada, es una de las partes más desiertas de Londres.
____: Lou... ¿Estás seguro que...? ––no me dejo terminar mi pregunta––.
Louis: Tranquila princesa ––dijo mientras daba vuelta en una calle––, podría hacer este recorrido hasta dormido ––sonrió.
____: Pero... ––de nuevo no me dejo continuar.
Louis: Confía en mí ––sonrió y tomó mi mano.
Seguimos caminando tomados de la mano, cuando volvió a hablar.
Louis: El año pasado, estábamos en el centro de la ciudad con Niall y Zayn, no íbamos con Paul porque pensamos que no necesitaríamos seguridad... En fin, estábamos viendo unas tiendas y cuando salimos habían como unas 150 chicas afuera de la tienda, intentamos salir por el otro lado, pero algunas de ellas no vieron y comenzaron a correr detrás de nosotros. Aún no conocíamos muy bien Londres, ya que sólo llevábamos unos meses viviendo aquí, y pues obviamente estábamos corriendo sin dirección alguna. No metimos por varios callejones hasta que perdimos a las fans. No era nuestra intención ser groseros o algo por el estilo, pero nos atonto demasiado ver a tantas... ––reí al imaginarlos corriendo por Londres con unas 150 chicas detrás de ellos–– y entonces llegamos a esta parte de Londres. No teníamos idea de que esto existía, ya que nos limitábamos a estar en el centro o en lugares más conocidos.
»––Nos dimos cuenta de que ya eran como las cuatro, habíamos caminado un poco más de dos horas desde que habíamos salido corriendo de la tienda, y los tres moríamos de hambre, pero, como sé que pensabas, no hay nada por aquí.
Niall comenzaba a ponerse un poco insoportable, porque llevaba como cinco horas sin comer, un récord para él ––reí al escuchar aquello––. Seguimos caminando por todas estas callecitas ––dijo mientras dábamos vuelta por otra––, y ¡POOF! De repente dimos vuelta por ésta ––dijo dando vuelta de nuevo––, y vimos ese pequeño letrero, ¿lo ves? ––dijo señalando un diminuto letrero verde que decía «Ristorante Guiseppe Di Biasi» en pequeñas letras blancas––. Es el mejor restaurante de comida italiana en todo Londres, lo juro ––dijo mientras nos acercábamos al pequeño local.
Tenían una mesa con dos silla y una sombrilla amarilla a fuera. Y el local por dentro era realmente pequeño, pero era como estar en una pequeña callecita de Venecia y entrar a uno de esos pequeños «ristorantes» caseros, donde podías probar la mejor comida de toda Italia.
Nos sentamos en la mesita de afuera y después de unos dos minutos se acercó una hombre de unos 60 años, como de 1.70, corpulento, pero con una gran sonrisa. Louis se levantó de la silla y se abrazaron.
Señor: ¡Louis Tomlinson! Muchacho, tenías ya un tiempo sin venir por acá ––dijo con un notorio acento italiano––.
Louis: Sí señor Giuseppe ––dijo Louis respetuosamente––, ya tenía un tiempo sin días libres en Londres...
Sr. Giuseppe: Me alegra que te hayas dado el tiempo de venir, muchacho, a Paula le dará mucho gusto verte ––dijo sonriendo. «¿Paula?» me pregunté a mi misma, ¿quién era esa tal Paula y por qué le daría gusto ver a MI Louis?–– ¡PAULA! ––gritó el señor–– ¡VEN ACÁ! Louis está aquí.
En menos de 10 segundos apareció una mujer de unos cincuenta y tantos años. Ella debía ser Paula. Me reí en mi interior al pensar en los tontos celos de hace unos momentos.
Louis: Señora Paula ––dijo mientras se acercaba y la abrazaba–– ¿Cómo ha estado?
Sra. Paula: Louis, muchacho, hemos estado excelente. Hace ya mucho tiempo que no venías a visitarnos ––dijo sonriendo.
Louis: Lo sé, es que últimamente hemos estado muy ocupados con la banda y pues.. usted sabe ––sonrió.
Sr. Giuseppe: Creo que has estado ocupado en otras cosas muchacho ––dijo volteando a verme––, no nos has presentado a tu amiga.
Louis: ¡Oh! Lo siento ––se acercó a mi y tomó mi mano––, ella es ____, es mi novia ––Dios mío santo, la palabra «novia» sonaba muy bien saliendo de sus labios, y más si se refería a mí.
Sra. Paula: Oh, cariño, es un gusto ––se acercó a mi y me dio un fuerte abrazo––. Louis, por fin te conseguiste una bonita ––dijo dirigiéndose a Louis.
____: ––me sonrojé–– Es un gusto ––reí tontamente.
Louis siguió hablando con los señores por unos minutos más y después le pidió algo de comer al señor Giuseppe, era un tipo de pasta del que nunca había escuchado hablar en mi vida, era algo así como «tagliattelle» o algo parecido. Estábamos sentados en la mesa, esperando con el platillo cuando sentí la necesidad de preguntarle algo.
____: Con que... ¿Por fin te conseguiste una bonita? ––pregunté bromeando mientras citaba a la señora Paula.
Louis: .......
