XII. "Caja de recuerdos"

3.4K 433 115
                                    

Llegué a casa por fin pero no me sentía bien, una sensación extraña estaba en mi cuerpo no encontrabas palabras para definirla. Me encontraba en mi habitación acostado en mi cama, ya iban a ser las 8:00pm, todo estaba oscuro y podía ver a través del gran ventanal que tenía en frente el cielo nocturno apoderarse de la poca luz que daba el sol la cual se veía al horizonte a duras penas.

El sueño que tuve anoche me había dejado confundido, ¿acaso era la respuesta a aquél pensamiento que tuve antes de dormirme? O ¿sólo fue un sueño más sin importancia alguna?. Me tenía sumamente confundido.

Como la mayoría de las veces o siempre realmente, mi burbuja de cristal fue rota por alguien que tocaba la puerta de mi habitación, cedi el paso a esta y me incorporé notando la presencia de Nathalie.

- Adrien, la cena está servida - habló e inmediatamente salió de mi habitación.

Suspire pesadamente para luego bajar al gran comedor llevándome nuevamente la sorpresa de que mi padre estaba ahí esperándome para cenar.

- Buenas noches padre, buen provecho - hable tomando asiento a un lado de el.

- Buenas noches Adrien, buen provecho para ti también- sonrió y empezamos a comer.

Durante la comida compartimos uno que otro comentario, hasta que volvi a pensar en aquel sueño y repentinamente dirigí mi vista al diario que extrañamente estaba aún lado de mi plato. Lo observe y lo abrí topandome con mi fotografía. Nuevamente comencé a divagar y esto llamo la atención de mi padre.

- ¿Qué lees hijo? - cuestionó levantando levemente su mirada para observarme.

- No es nada papá- desvíe el tema y cerré el diario quedándome con la foto en la mano pero por un descuido mi padre la vio.

- ¿Cómo conseguiste esa fotografía? - cuestionó de manera neutral.

- la conseguí en uno de los álbumes familiares - mentí, mi papá tomo la fotografía entre sus manos y la observó con tristeza.

- No es cierto - me observó - Esta foto no fue tomada por nosotros, nunca tuvimos cámaras instantáneas.

Ya no sabía que decir al respecto, mi cabeza maquinaba algo coherente pero no había nada que pudiera esfumar lo que dijo.

- Fuiste a su casa ¿Cierto? - suspiro entrecortadamente. Yo sólo desvíe la mirada - No estaba preparado para esto.

Volvi a mirarlo y me encontraba confundido, en parte porque su reacción no me la esperaba jamás y por otra el hecho de que se viera tan afectado por eso. Sabía de quienes estaba hablando aunque no sabía a que se refería con lo último que dijo.

- Creo que es hora de que lo sepas Adrien - dijo seriamente mientras entrelazada sus manos frente de el.

Habíamos finalizado de comer, así que ordenó a Nathalie que vinieran a buscar los platos para estar más cómodos. El observó el diario por unos segundos y sonrió nostálgico, luego me observo y pude ver tristeza sembrada en sus ojos.

- Ese es su diario ¿Cierto? - pregunto a lo que yo asenti, el me pidió que se lo pasará y paso su mirada sobre unas cuantas páginas y se detuvo en una leyéndola. Lo cerró entregandomelo y se levantó de su asiento - Ven conmigo.

Yo me levante y lo segui, nos dirigimos a su oficina para luego hacerme tomar asiento. Hice caso a su orden y pude observarlo mover el gran cuadro de mamá que colgaba en una de las paredes. Había una caja fuerte.

- Espero no me odies por esto - abrió la caja metálica y de ahí sacó una gran caja negra.

La colocó en frente de mi y la abrió. Confundido mire dentro de ella y lo que vi me dejó atónito. Había un grueso Álbum de fotos y sobre el descansaba una pequeña caja de terciopelo negra, a su lado estaban distintas hojas blancas enrolladas y amargadas con una cinta roja, quitando esos objetos; debajo de ellos había un oso de peluche color blanco y la caja de una cámara de vídeo.

ALMAS | Adrien Agreste | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora