Cinco años son nada

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Ok, esto se complicó.

Bueno él sabía que el niño era su fanático pero jamás pensó que terminaría de esta manera todo.

Kim Kibum estaba asombrado al ver a Kwon Soon Young, o Hoshi como le gustaba que lo llamaran, en la puerta de su departamento, tocando el timbre. 

Pensó que lo había dejado bastante claro la noche anterior, que su relación era profesional y él, Key de SHINee, era sólo un hyung que quería ayudarlo a avanzar en su carrera, ya que había visto su talento.

Pero no, ahí estaba Hoshi, ¿con una caja de chocolates? ¿Y flores?

Miró su calendario. 14 de febrero. Día de San Valentín.

¡Demonios! Él ni siquiera tenía chocolates preparados para su enamorado. Demonios, su enamorado no sabía siquiera que existía. Kim Jonghyun llevaba ignorándolo meses, desde la última vez que intentaron tener una cita. Su relación se había vuelto estrictamente profesional.

A Kibum no le quedó más remedio que abrir la puerta, no quería parecer un amargado y menos quedar como maleducado por dejar al menor afuera.

-Hola hyung, pensé no querrías abrirme la puerta y por eso te demorabas tanto. -Dijo sonrojado, siendo totalmente adivino. -Se lo que me dijiste anoche pe-pero no tengo a nadie con quien celebrar este día y pe-pensé que te gustarían... - y estiró sus brazos con la caja de chocolates (que por cierto parecían ser hechos por sus manos) y un ramo de flores de algodón. -Fe-feliz día de San Valentin, Key-hyung.

Key lo miró de arriba a abajo. En verdad le dio ternura ya que el menor quiso arreglarse lo más posible para ese día. Era toda una ternura. Además, al mirar la caja, confirmó que eran chocolates artesanales. El chico se esforzó en hacerle chocolates. ¡Para él! No valía la pena hacer ese esfuerzo. No, tendría que hacer que lo valiera, ahora se sentía en deuda. Rió a carcajadas.
-Gracias Hoshi. Pasa, no te quedes afuera, iba a hacer el almuerzo, ¿te quedas?

El menor abrió los ojos muy grandes. -¿Puedo?

-Ya tuviste la valentía de venir para acá a acosarme a pesar de lo que te dije anoche, no me queda otra que recibirte y rendirme a tus encantos. -Se rió. -Pasa antes de que me arrepienta.

Con esa frase Kim Kibum cerró la puerta mientras entraba el menor tímidamente. Pero también abrió otra, la de conocer otras personas y darse una nueva oportunidad, aunque esta persona fuera un idol como él, además shawol y cinco años menor que él. Pero lo pensó bien y se dijo para sí:

Cinco años es nada. Puedo enseñarle algunas cosas y él también a mi. 

Tal vez, si nos vamos conociendo de a poco, algo bueno salga de esto.

Démosle una oportunidad al muchacho.

Historias de manzana y canelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora