AISLADOS. El Miedo No Anda En Idols... Bueno Sí

Worldwide Handsome

—Sí mamá, iré a verte el próximo fin de semana, lo prometo —le dijo nuevamente al aparato que tenía pegado a la oreja.

—Más te vale, tendré algunas invitadas y quiero que vean lo guapo que eres.

Eso lo hizo soltar una carcajada. Su belleza era algo que presumir al cien por ciento.

—Para eso puedes mostrar una de mis fotos.

—No es lo mismo. También deben ver tu altura y todo lo demás.

Miró la hora en su celular y se percató que se atrasaría si seguía con la llamada.

—Ok, ok. Ya debo cortar. Dale saludos a papá.

Escuchó la despedida de su madre y colgó definitivamente.

Se había levantado hace aproximadamente 20 minutos, aún estaba en pijama y se veía algo despeinado.

Miró a Eunkwang durmiendo plácidamente alumbrado por los primeros rayos de luz que entraban por la ventana. Verlo así lo hizo sentir aún más cansado, pero no por lo que había hecho, sino por todo lo que debía hacer. No es que no quisiera ir a casa, es que debe quedarse a hacer deberes.

Se apartó de la ventana y se estiró todo lo que pudo, casi tocando el techo y luego salió al pasillo en dirección a los baños.

—Al fin te dignas a salir, creí que nunca colgarías.

Hyung Sik se levantó al mismo tiempo que él y ahora lo esperaba apoyado a un costado de la puerta.

—No exageres, fueron apenas 20 minutos —se defendió.

Juntos siguieron caminando. A su alrededor había uno que otro niño zombie, la mayoría seguía durmiendo.

—Veinte desde que te levantaste, también hablaste acostado.

—De todos modos, aún es temprano.

—¿Cuánto tiempo tenemos?

—Son las 6:47, pues 13 minutos —le respondió volviendo a ver la hora en su celular.

—Agh, a este paso zombie llegaremos tarde —se quejó Hyung Sik y soltó un largo bostezo hacia el piso.

En el baño hicieron todo deprisa y corrieron a los vestidores de natación a ponerse los bañadores. Fueron los últimos en llegar a la clase y el entrenador los regañó.

Luego de una extensa charla sobre la importancia de la puntualidad, se dirigió al acompañante de Jin.

—Park ¿qué es eso que veo en tus costillas?

Jin miró a su amigo y pudo notar varios hematomas esparcidos en su abdomen.

—Nada de qué preocuparse señor.

—Espero que así sea, no quiero a mi equipo de natación en problemas —dijo dirigiéndose a todos los presentes.

—Sí, señor —respondieron todos en conjunto.

Cuando el entrenador dejó de prestarles atención Jin miró a su amigo levantando una ceja.

—¿Algo de lo que no me he enterado?

—¡Aigo! —le alegó como si ya estuviera harto de decirlo— Ya sabes... lo de Bran.

—Cierto —recordó—, por un momento creí que Bong Son te golpeaba o algo así —le dijo burlesco.

—No es así. Al menos no apropósito.

Eso lo hizo dudar, pero no preguntó.

Después de calentar y estirar, se dispusieron en la partida para empezar a nadar.