No podía hacer nada que no estuviese pactado dentro de las listas. De hecho ninguno podía y si algún niño por alguna circunstancia o por alguna simple rebeldía hacía algo indebido, se venía lo malo.
Nadie podía salir del orfanato Springfield a no s...
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Han pasado cuatro días desde mi último encuentro con el señor Cooper.
Cada día que pasaba me iba haciendo la idea de que no había logrado convencer al tal Damon.
-Kiara.-Tessa se detiene cerca.- ¿Te has enterado?
-¡Ey! ¿Qué ocurrió?
-Anoche, Liz fue descubierta por la señora Johnson.
-¿Qué hizo esta vez?- solté un suspiro dejando la escoba a un lado.
-Fue a escondidas a la cocina a buscar unas galletas.
-¡Que cabezota! ¡Le he dicho mil veces que no saliera de su habitación en horarios nocturnos!
Lentamente asintió.-Lo sé, es una cabezota.
-Johnson la encontró varias veces husmeando.
-¡Pero eso no es todo, Sam también estaba con ella cuando la encontró!
Llevé la mano hacia mi frente.
Son dos cabezotas.
Dos aliados.
Se aliaban para quitar comida de la cocina.
-Hay algo más.- comenzó a decir para luego, durante un largo segundo, no decir nada. Cuando levanté las cejas para que siga, continuó.- Por los pasillos andan comentando rumores.- susurró para que nadie escuchara.
Rodé los ojos.- Se dicen tantas cosas...
-¡Lo sé! Pero tal vez sea cierto.
-A ver... ¿Qué se rumorea?
-Que Johnson firmó un contrato.
-¿Un contrato?
-¡Si!
-¿De qué?- pregunté confundida.
-Parece ser que el contrato es acerca de tareas comunitarias. ¡Tal vez podamos salir de este infierno para hacer otros quehaceres!- levantó los brazos entusiasmada.
-Tessa, no hay que ilusionarse con rumores. Quizá alguien lo inventó.
-¿Y si es verdad?- cuando me miró pude observar el brillo en sus ojos.
-No lo sé, tal vez sea peor que estar aquí.
-¡No me lo creo! esto es un maldito infierno.
-Tienes razón.- me rendí.-Si llega a ser verdad, pronto nos enteraremos pero ahora debemos terminar con esto.- señalé a nuestro alrededor. Teníamos que terminar de limpiar.
-¡Johnson es irritante! Le tiraría todas estas hojas sobre su cabeza.- señaló las hojas que habíamos juntado. Una de las ventanas había quedado abierta y era tanto el viento de esta mañana que ingresaron una gran cantidad de hojas.
