Je T'aime

Capítulo 5.

─ ¿Porque te interesa tanto nuestro ancestro? ─inquirió Yugyeom mientras caminaba hacia el balcón en donde Youngjae descansaba.

─Mira ¿no es hermoso? ─señaló el paisaje del bosque que podía apreciarse gracias al enorme balcón de la habitación. ─Si viviéramos aquí tendríamos todo este espacio para disfrutar, explícame otra vez ¿Por qué vivimos en la capital? ─refuto Youngjae desviando de manera sutil la pregunta ajena.

Yugyeom solo suspiró antes de que sus brazos se enredaran en la cintura ajena y obligara al más bajo a apoyar la espalda en su pecho, quedándose unos minutos en silencio manteniendo esa posición. Cómo iba a negar el hecho de que su pareja tenía razón, los de su especie pertenecían al bosque pero su padre y él mismo juraron lealtad a la familia real por lo que su lugar era al lado de Jinyoung cuidando de éste aunque su vida no fuera lo que realmente quería, y no es que odiara su juramento pero a veces, solo a veces hubiera deseado ser alguien más, solo una persona normal que disfruta de la vida y no la escolta real.

Youngjae soltó un suspiro cansino mientras giraba para quedar de frente al más alto, viendo como el chico tenía la vista perdida hundido seguramente en esos pensamientos que en ocasiones le atacaban. Levanto ambas manos para sostener las mejillas ajenas obligando a Yugyeom a mirarle antes de sonreírle de manera cálida.

─Deja de irte a ese lado oscuro, aunque no tengamos este enorme bosque nos tenemos uno al otro y eso es suficiente ─elevo sus pies quedando solo en las puntas de estos para poder dejar un cálido beso en los labios de Yugyeom. ─Te amo y sabes que te seguiría hasta el fin del mundo y más allá.

Yugyeom sonrío entre los belfos impropios antes de corresponder ese beso haciéndolo un poco más húmedo y no tan inocente, Youngjae por su parte solo correspondió enredando sus brazos en la nuca del más alto. ¿Cuantos años llevaban juntos?, no podía decirlo con exactitud pero desde el primer momento en que sus ojos se vieron ambos supieron que se pertenecían sin importar qué, Youngjae sabía que el alma de Yugyeom era su hogar y de igual forma se sentía Yugyeom.

─Solo por esta vez dejaré que me compres con besos ─susurro Yugyeom sobre el aliento del más bajo antes de volver a adueñarse de los labios de su pareja.

Jinyoung bajo las escaleras en silencio, la sala se hallaba ahora vacía por lo que nadie pudo notar como se escabullo para caminar por el jardín, su mente volaba y parecía trabajar más rápido que de costumbre haciendo que su cabeza doliera. Siguió el sendero del jardín y fue directo hacia el granero pudo ver el pequeño felino que perseguía quien sabe que ya que por más que Jinyoung busco con su vista lo que la gata quería cazar jamás logro verlo pero la acción tan descabellada del animal por perseguir lo que Jinyoung nombró "churrumino" hizo que se quedará viéndole mientras sonreía.

─Ella siempre persigue cosas que solo ella puede ver ─la voz a su espalda logró que diera un respingo. Jaebum no pudo evitar soltar una carcajada por la acción del menor. ─Tranquilo su alteza, solo soy yo.

─ ¿No habíamos quedado en que no me digas de ese modo? ─refutó volviendo a ver al felino que ahora los observaba como si fueran intrusos en su territorio.

─Lo siento, Jinyoung

Jinyoung sonrío victorioso ─ ¿Cómo se llama? ─señalo a la gata que ahora se restregaba por las piernas de Jaebum.

─Ella es Nora ─afirmo levantando al animal en brazos y acercándoselo a Jinyoung para que este le acariciara, cosa que hizo que la pequeña gata comenzara a ronronear.

─Le agradas, eso es raro ─dijo mientras dejaba a Nora en brazos de Jinyoung. ─Generalmente se aleja de los extraños.

─Me agrada ella también.