Especial MarkSon.

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Mark había despedido al último par de ciudadanos que habían venido a pedir un préstamo de la corona para una nueva plantación en las afueras de la ciudad. Suspiro antes de tirarse en el sillón de su oficina mirando a través de la ventana notando los tonos naranja que mostraba el ocaso. Su tranquilidad fue interrumpida por el general que ingreso sin siquiera pedir permiso.

─Disfrutando de tu puesto ─comento HongJoong paseándose por la habitación.

─ ¿Qué quieres? ¿No deberías estar de guardia? ─bufo molesto mientras comenzaba a acomodar el papeleo del día, debía enviar un informe al rey.

─Sabes no suelo hacer cosas por gusto, pero en verdad me pareces un idiota que necesita una cachetada de realidad ─se acomodó en la silla frente a Mark.

─Yo no necesito nada de ti, solo que hagas lo que Jinyoung te pidió ─contestó con el ceño fruncido el hombre frente a él comenzaba a exasperarlo. ─Tampoco entiendo a lo que te refieres así que si solo has venido a molestar te sugiero que te vayas por donde llegaste, algunos tenemos trabajo que hacer.

HongJoong solo soltó una risita.

─Sabes ese perro tuyo sí que es todo un caso ─se levantó para acercarse al ventanal─ imagina ser un híbrido que depende de una estrecha relación con su manada y sin embargo perder todo eso por alguien tan hosco y descuidado como tú, diablos debe ser realmente difícil.

Aunque no quería admitirlo, las palabras del general calaron en su consciencia, dejó los papeles y presto atención al otro.

─ ¿Qué quieres decir?

─Sabes, los lobos son animales de manada un lobo sin manada es como un barco sin vela ─se giró para clavar sus ojos chocolate en los ajenos─ imagina tener que cambiar todo eso por el amor a tu pareja y que encima este no pueda satisfacer o al menos tener clemencia de tus estados naturales, por si no lo sabes un alfa y un omega sufren de algo llamado celo, es doloroso si no son atendidos por su pareja. Aunque supongo que para un alfa puede ser menos doloroso pero no deja de causarle estragos a su cuerpo ─se acercó a Mark apoyando una mano en el hombro ajeno. ─Si realmente te importa ese chico que cambio toda su vida por ti al menos deberías serle de ayuda en su celo, claro al menos que desees que otro u otra lo haga en tu lugar, estoy seguro que hay unos cuantos dispuestos a ofrecerse.

Mark miró al contrario como si quisiera incinerarlo con su mirada sin embargo sabía que este tenía razón, desde que Jackson se había quedado con él, nunca le había demostrado un céntimo de afecto a pesar de que el alfa era demasiado amable con él.

─Al menos podrías decirle la verdad sobre tus sentimientos, ¿no crees que espero suficiente?

─ ¿Por qué haces esto? ¿Qué ganas?

─Me cae bien el chico, tu por otro lado es otra historia ─sonrió de lado. ─Siempre serás una amenaza por lo fácil que es controlar a los que son como tú. 

─Como si tú no fueras también un humano ─espetó molesto.

─Sabes muy bien que no lo soy, al menos no del todo ─volvió a sonreír. ─Bueno ya hice lo que me pidió Seonghwa, si vas o no ese ya es tu problema.

Diciendo lo último el general se marchó dejando a Mark furioso pero furioso con él mismo por entender que ese maldito arrogante tenía razón. ¿Qué le había dado él a Jackson? Si lo pensaba después de aquel beso jamás había dejado al alfa acercarse y sin embargo Jackson había abandonado todo por él. Pateo su silla y alborotó sus cabellos antes de salir en busca del alfa.

Camino por el largo pasillo del palacio la luna se alzaba en todo su esplendor parecía un enorme faro alumbrando por doquier, cuando llegó a la puerta de la habitación de Jackson titubeo si entraba esto era un antes y un después de todo, ¿él realmente amaba a Jackson? Por alguna razón temía la respuesta.

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