Leonore Potter

XX- Confesiones

Leo y Connor estaban en la biblioteca estudiando el collar. Cada uno leía distintos libros y comentaban si encontraban algo; aunque de momento, no habían hallado nada.

No estaban tan distantes como debería esperarse de lo que había ocurrido. Al principio, Leo estaba muy triste por la decisión que había tomado Connor, pero luego entendió. Entendió que eso era mucho mejor.

Él había roto con ella. Había entrando a su cuarto y le había confesado lo que estaba sintiendo.

—Leo, no aguantó más. No soporto más esto— le había dicho— Veo cómo miras a Sirius y cómo te mira él y... se que nunca sentirás eso por mi.

—¿Qué? No, por favor, yo te quiero.

—¡Me quieres como amigo! Quieres quererme como algo más pero no lo haces.

—No...

—Por favor, no lo hagas más difícil. Yo de verdad te quiero, y me duele mucho ver que tú no lo haces— Leo se quedó unos segundos pensativa.

—¿Hablaste de esto con Remus, verdad?— Connor desvió su mirada—Él me había dicho que te hacía daño. En verdad lo siento, no quería hacerte daño— exclamó ella, cayendo en la cuenta de todo. Se sintió muy mal por todo lo que había hecho, y lo peor de todo era que no se había dado cuenta.

—De verdad lo siento— susurró ella. Él se acercó y la abrazó.

—Lo mejor es que no estemos juntos. Tú serás más feliz con Sirius y yo... supongo que encontraré a alguien.

—Eres una persona grandiosa, así que seguro que lo harás— Connor le sonrió.

Su relación, ahora, se basaba en ser mejores amigos. Seguían llevándose muy bien y no actuaban raro. Leo se culpaba a si misma por el dolor que Connor había sentido, pero entendía que culpándose no solucionaba nada.

Aún no le habían contado a los chicos que habían roto.

Estaban buscando información del collar y buscado porque era tan importante. No encontraban nada. Buscaron en libros de joyas antiguas, en libros de piedras preciosas...

Leo estaba cansada de buscar. No se rendía porque quería ayudar a Connor, porque sino ya lo hubiera hecho.

Sirius estaba con James y Remus en la habitación de James. Quería contarles algo, pero aún no se animaba a hacerlo.

—Tengo que contarles algo. Por favor, James, no te enojes.

—Sabes que puedes decirme cualquier cosa, ya te lo dije— Remus los miraba y reía, ya sabía que iba a decir.

—Bueno, lo qué pasa es que... creo... Bueno, no creo, se que... me gusta alguien— confesó, sintiendo sus mejillas arder y desviando la mirada. James rió.

—¿Sirius Black enamorado? ¿Quien es la chica que pudo llegar a tu corazón?

—Ese es el problema, esa chica es tu hermana— exclamó, cerrando los ojos. No quería ver su reacción.

   James abrió la boca para responder, pero la cerró al instante. No esperaba eso. ¿Sirius Black, su mejor amigo, el chico mujeriego, que nunca se había fijado en ninguna chica, enamorado de Leonore, su hermana? Además, ella tenía novio. James pensó, por un momento, que Sirius nunca tendría oportunidad con Leo, luego recordó las miradas que intercambiaban a veces, y lo unidos que estaban antes de que ella empezara a salir con Connor.

  —¿Qué?— preguntó, fue lo único que pudo salir de su boca.

—Lo siento— dijo Sirius al instante— He intentado evitar lo que siento desde hace como tres años y no puedo más. Siempre estuve enamorado de ella, solo que recién cuando empezó a salir con Connor lo noté. Si me hubiera dado cuenta antes, quizás las cosas serían diferentes— pensó en voz alta.

—Aunque el único problema sería que ella sienta lo mismo por mi— agregó.

—No puedo creerlo— contestó James, mirándolo con enojo— ¿Por qué no me dijiste nada?

—Porque tenía miedo de que te enojaras conmigo.

—Bueno, lo estoy. Si llegas a hacerle daño, por más mínimo que sea, te mataré.

—Prometo que no la lastimaré— juró Sirius—No podría aunque quisiera.

—Reaccionaste mejor de lo que esperaba— confesó Remus.

—Oh, vamos. Ni que me enojara por esas cosas.