H O A X// NCT~ YuTae

IV

Ya no estaba tan seguro de que recibir la noticia de ser oficialmente estudiante de medicina fuera algo de la cual alegrarse. No cuando había trucos de por medio. Trucos que él no había pedido.

Ni siquiera estaba con ganas de contarles a sus amigos, los cuales únicamente deseaban victoriarlo por su éxito en la prueba, el chico había obtenido un sobresaliente puntaje. En un principio contaba con pasarla bien, tal vez en un karaoke, ahora solo quería hundirse en su cama y no tener que pararse a trabajar.

"No creas que te vas a escapar de una noche conmigo para brindar", Johnny le había enviado un mensaje de texto. Le agradaba que su amigo estuviera para él en las buenas y en las malas, aunque decidió no contarle acerca de lo ocurrido con el tipo de la teletransportación y su metida de mano en sus asuntos. Seguramente se emocionaría y le pediría que se lo presentara o algo por el estilo. Ignoraba olímpicamente el despecho de Taeyong por los supers, ya que a Johnny, sí le atraía lo referente con poderes y habilidades sobrehumanas. Hasta tenía entradas continuas en un blog respecto al análisis de cada super. Todo un friki.

Taeyong lo conocía desde hace tanto tiempo que pasaba por alto esa abismal diferencia, y lo apreciaba demasiado como para distanciarse por algo que no pasaba de fanatismo. Lo soportaba como Johnny a él.

Como toda persona responsable, se obligó a deshacerse de la pereza y cumplir con su día a día. Tendría que hablar con su jefe para llegar a un acuerdo sobre sus nuevos horarios. Pediría el fin de semana por las mañanas con esperanzas de que accediera sin trabas.

En la parada de autobuses no había nadie, demasiado temprano para que la gente aún circule por las calles. El esmog pintaba de un tenue gris el aire y la ciudad parecía apagada, con autos deambulando en vez de seres vivos. Taeyong detestaba esperar, su mente solía divagar a rincones que deberían mantenerse resguardos, por eso su afán de mantenerse activo con su empleo en cualquier momento.

Le gustaba estar solo pero se volvía contraproducente. Manejar la mente es posible pero sí tiene un límite.

Sin rastro de que se acercara su transporte, sacó su celular y optó por distraerse mediante las redes sociales, en las cuales no era activo por falta de tiempo, y más importante, porque era el medio masivo para la distribución sobre lo que fuera referente a los supers.

El chico no se equivocaba, en seguida leyó una publicación: "gobierno estadounidense se niega a ampliar el proyecto supers en su territorio. Altos mandos afirman que es suficiente la ayuda de los tres superhéroes al servicio de su nación. Confían plenamente en las fuerzas militares que resguardan los Estados Unidos."

Johnny le había platicado acerca de ese dato curioso, su país natal difería del Oriente, que utilizaba a los supers hasta para comercializar productos y servicios. Mientras más hubiera, mejor. Todo un negocio redondo.

Algo fuera de lugar evitó que prosiguiera con la lectura. Una gota sobre su pantalla se deslizaba, luego otra y varias por doquier. Una llovizna caía sobre Taeyong que, obviamente, no cargaba paraguas. No había lugar para refugiarse, por lo tanto, solo se dejó cubrir por el agua, se sentía fresco y agradable después de todo.

—¿Por qué no tomas el metro? —escuchó Taeyong, a poca distancia. Estaba seguro de que no había nadie a su alrededor, era imposible que alguien irrumpiera de la nada.

Taeyong lo pensó una centésima de segundo y luego maldijo por sus adentros.

Ya se había percatado de quién se trataba y estaba listo para hacerle frente, pero al tiempo que volteó para encararlo, resultó que el sujeto ya estaba justo a su lado, cubriéndolo con una sombrilla.