FRUIT STORE (Seungyul)

Mango

Hangyul se preguntó por enésima vez en el día ¿cómo se había dejado manipular por su hermano? Cómo era posible que el niño trajera una mochila con trajes de baño y a él lo hiciera cargar una hielera para ir a un partido donde Seungyoun jugaba.

Sinceramente la mente de su hermano era aterradora.

Tampoco entendía cómo Dongpyo, Chacha y Dohyon se habían hecho amigos y estaban nadando en la alberca de la casa de Niel, "Un Village" eran departamentos que jamás se podría permitir pagar porque incluso esas casas tenían su enorme piscina y jardín. Era perfecto para hacer una carnita asada después de jugar.

—Estos lujos me los puedo dar siendo el CEO de mi propia compañía, Konnect funciona muy bien para ser una agencia de publicidad. —Niel estaba presumiendo. —Si tienen una marca, yo la hago más grande, la mejoro y les manejo el mejor marketing de la ciudad.

—Ah, ya cállenlo. —Ong soltó una risa. —Se acabaron los limones. Iré a comprar más. ¿Alguien quiere acompañarme?

—Si quieres voy yo, conozco un lugar cerca. —Hangyul fue tímido.

—Vamos.

Ong condujo, tenía un auto deportivo azul. Hangyul solo se preguntaba si todos los amigos de Seungyoun tenían carrera resultas, títulos y riqueza.

—Es por aquí.

—¿Por qué vinimos a una tienda departamental? —preguntó Ong. —¿Sueles comprar en MBK?

—Uh, porque aquí hay más variedad de fruta, y también podemos llevar hielo y refrescos, ésta es una de las sucursales mejor surtidas en la ciudad. No es solo una frutería. —Hangyul sonrió orgulloso.

—Señor Nam ¿cómo está? —Saludó una linda señorita encargada de recibir a los clientes. —No sabíamos que vendría.

—Vine a hacer una visita exprés, espero que todo esté en orden. ¿Hay alguna novedad? —Preguntó Hangyul.

—No señor.

—Espera, déjame ver si entiendo. ¿Eres dueño de las fruterías MBK? —cuestionó SeongWu. —Seungyoun tiene mucha suerte al tener un novio atractivo y emprendedor. ¿O solo eres hijo de papás ricos?

—No, Dohyon y yo somos huérfanos. —Dijo Hangyul mientras localizaba los limones. —Estos lugares los he sacado adelante yo solo, bueno, también Dohyon, a veces, él solo me dice qué hacer.

Ong sonrió. Hangyul parecía tener una triste vida, pero se alegraba de que alguien como él estuviera con Cho, ambos merecían cosas buenas.

—Llevemos mangos —Ong sonrió.—Hay un mojito que quiero preparar.

—Toma lo que gustes. —Habló Lee.

Cuando llegaron a la casa, Dohyon estaba riendo, había escuchado que su hermano se había ido con el novio del dueño de la casa y que ya se habían tardado mucho. Le estaban haciendo burla a Seungyoun y a Daniel.

Ong y Hangyul entraron riendo. Todas las miradas se posaron en ellos.

—Siento como si hubiera hecho algo terriblemente mal. —Mencionó Hangyul observando a Wooseok, quien lo miraba divertido.

—Tienen miedo. —Ong le susurró a Hangyul. —Miedo de que lastimes el corazón de Seungyoun, pero vamos... Ustedes hasta tienen un hijito.

—Dos. —Susurró Hangyul pensando en sus dos cachetones hámster.

—¡Seungyoun! —Gritó Ong.

El mencionado se acercó y Seongwu le aventó las bolsas que traía en la mano.