Capitulo 1.

875 22 3
                                    

Valentina Torres

Va un mes desde que regresé a Colombia con el amor de mi vida. Ya estamos mucho mejor que antes, si nuestra relación al principio era bonita, ahora lo es más. Bueno, hasta esta mañana cuando Manuel en vez de quedarse conmigo salió sin rumbo, bueno al menos no se a donde se dirige.

—¿Es enserio que vas a dejarme sola?—pregunte haciendo pucheros mientras me acomodaba en la cama.

—No siempre podemos estar juntos mi lady.—dijo mientras salía de habitación.

No queria darle vueltas al pensamiento porque siempre me invento novelas o pequeñas historias sin sentido en m cabeza y dañan mi salud mental. Salió, que le vaya bien y ojalá que regrese pronto.

Baje a desayunar y mi madre estaba teniendo una discusión con mi padre, no pueden escoger a que lugar ir de vacaciones. Ojalá así fueran mis discusiones con Manuel.

—Buenos días familia—dije abrazándolos por la espalda a cada uno.

—Buenos días hermosa—dijo mi madre.

—Te noto triste hija—dijo mi padre—¿Pasa algo con Manuel?

—No—respondí inmediatamente—todo esta bien—aunque no lo esta.

Me senté frente a ellos en el sofá.

—Dinos qué te pasa hija—insistio mi madre.

—Estos últimos días ha estado muy raro, ya no se queda conmigo por las mañanas y siempre llega muy tarde o a veces no llega.

—Pero esos dias que no llega es cuando se queda en su casa, recuerda que todavía no están casados y no me gusta saber que mi hija duerme con un hombre bajo mi mismo techo—dijo mi padre un poco enojado.

—Lo se papá, pero no se toma la molestia de avisarme.

—Hija tranquila, lo mas seguro es que este trabajando, no te lastimes pensado cosas que no son.

Asenti con la cabeza y le sonreí.

Pasaron varias horas y trabajo desde casa, solo salgo a comer con David y voy de visita con Sofia y los bebés, esa ha sido mi rutina durante un mes, siéndole fiel a Manuel.

—Aló?

Señorita Torres ¿ya me olvido?

Maldita sea, quien menos quiero escuchar me esta llamando.

¿Que se le ofrece, señor Ferrara?—dije con un tono dio y cortante.

Solo para avisarle que estoy aterrizando en tierras colombianas, nos vemos en la cena de esta noche.

¡Dios Santo!

No recordaba la cena de hoy, donde todos los accionistas y socios de las empresas Torres estarán, por el aniversario numero cincuenta de la misma.

Colgué en cuanto termino de decir esa frase.

—¿Quién era hija?—pregunto mi madre al ver mi cara pálida.

—Quién menos quiero ver, ¿tu lo invitaste papá?—pregunte un poco molesta.

—Debía hacerlo, es uno de nuestros socios de mayor importancia.

Me siento rara, mi novio se va sin decirme a donde y mi ex conquista viene a la ciudad, necesito hablar con David urgentemente.

Llamé a David y llego en menos de cinco minutos a mi habitación.

—Ahora si explícame que por teléfono no es lo mismo.

—Manuel salió sin avisarme a donde y ya lo ha hecho varias veces, Ferrara esta aterrizando en Medellín en estos momentos.

—¿Qué?—preguntó sorprendido.

—No sé qué va a pasar—dije mientras me recostaba en mi cama.

—¿Como así que Manuel no dijo a donde iba?

—Salió por la mañana muy temprano y ni siquiera un beso me dio.

—¿Como así que el italiano esta en Colombia?

—Viene a la fiesta de aniversario.

—No recordaba que es hoy, vamos a buscarte un vestido.

—No tengo ánimos de nada.

—¿Cómo así querida? Levántate y muéstrale al italiano que sus mentiras no te afectaron y que tienes la relacion mas hermosa con Manuel.

Salimos de mi habitación rumbo al centro comercial, pero pude ver que el jeep negro de Manuel venía entrando a mi casa. Nos alcanzo cuando íbamos en la puerta.

—Mi lady no te me vayas, te tengo una sorpresa—se acerco a mi y me dio un beso corto.

David y yo nos quedamos mirando sorprendidos.

Manuel se devolvió a su jeep y bajo una gran caja con la firma de Channel.

Me la entregó y tenia una nota que decía:

"Para que te veas guapísima esta noche, mi amor."

Mtz.

—Queria dártela en tu habitación con algo de vino pero supuse que ibas a comprar un vestido.

—De hecho, íbamos para el centro comercial.

Me acerque a él y lo abrace colgando de su cuello.

—Te amo mi viejito—le di un beso en los labios.

—Yo más mi lady—me devolvió el beso.

Me separe un poco de él—ahora si puedes explicarme a donde ibas tan temprano en la mañana que ni adios dijiste—le dije enojada.

—Iba a recoger tu vestido al aeropuerto, es traído desde Nueva York.

—Pudiste haberme dicho eso—dije pegandole.

—No porque si no no seria sorpresa.—dijo mientras me abrazaba por la cintura.

—No quiero arruinarles el momento—dijo David—pero miren quien viene entrando.

Volteamos a la puerta y venia un deportivo plata entrando al recinto.

Hola de nuevo, italiano.



Por fin nuevo libro y continuamos con la misma historia, déjenme saber sus opiniones en los comentarios.
Neta amo leerlos.
Xoxo
F.

Culpables | Manuel Turizo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora