Capitulo 10.

264 17 7
                                    


David

Imaginé todo de parte de Manuel, boda en las Maldivas, penthouse en New York, Jets privados. Todo.
Menos una infidelidad de esta magnitud.

Se qué Valentina no es una perita en dulce pero creo que al menos ella fue sincera al aceptar que si tuvo algo con Giovanni.

Ahora creo que lo antes mencionado solo se lo podrá dar Giovanni a Valentina

—Buenos días perrita—digo entrando a la habitación de Valentina.

La habitación está oscura y con las sábanas revueltas, parece que alguien tuvo una noche de placer. Miro a todos lados sin encontrarla, supongo que está en el baño porque escucho la regadera.

Me siento en un sofá que tiene frente a la cama.

—No puede ser—digo llevándome las manos a los ojos cuando veo salir a Valentina y a Giovanni desnudos de la regadera.

—¿No te enseñaron a tocar?—dice Giovanni cubriéndose el cuerpo con una toalla.

—Lo siento yo—digo balbuceando—pensé encontrar a mi mejor amiga dormida y no saliendo de tener sexo bajo el agua.

—David—dice Valentina enojada—sal de mi habitación, en diez minutos bajo.

—Es la segunda vez en menos de veinticuatro horas que los veo juntos, ¿acaso quieres embarazarla Giovanni?

—Créemelo que si—dice serio—pero no ahora.

Salgo de la habitación ignorando la escena de besos candentes que comienza detrás mío. Bajo a la cocina encontrándome con la madre de Valentina. Está sentada en la isla de la cocina tomando café.

—Hola querida, buenos días—digo sirviéndome una taza de café.

—Buenos días hijo—me abraza—¿por qué estas despierto tan temprano?

—Valentina y yo tenemos cita para mani y pedi.

—Hablando de Valentina...¿Ella y Giovanni estuvieron juntos?—dice haciendo que el café se me atore en la garganta.

No soy quien para decirle que su hija está durmiendo en brazos de un hombre mayor, pero es mi mejor amiga y todos queremos lo mejor para ella.

—No soy quien para ventilar la vida sexual de mi amiga, pero si. Pasaron la noche juntos.

La cara de la madre de Valentina no tiene expresión alguna, no se si estas feliz, enojada o apunto de ahorcarme.

—Desde que conocí a ese italiano—hace una pausa aumentando la tensión de la habitación—me encantó para Valentina.

Lo escucho y no lo creo.

—Se que Manuel es un buen tipo y es hijo de mi amiga, pero sigue sin darme buena espina, yo apoyo cien por ciento la relación entre el italiano y mi hija.

No ser quién en esta casa está más loco.

—Créame que la va a apoyar más en unas horas.

Valentina aparece con un vestido negro y unas sandalias de tacón blancas. Giovanni aparece detrás con ropa deportiva ¡Qué hombre! Ahora entiendo a mi amiga, quien no quisiera dormir bajo esos brazos tonificados. Dios mío, ¿qué estoy diciendo?

—Buenos días suegra—dice Giovanni besando las dos mejillas de la madre de Valentina.

Este acto la toma por sorpresa.

—Buenos días señor Ferrara—dice—¿Sale a correr?

—Si—dice tomando una botella del refrigerador—los veo en una rato—se acerca a Valentina y le da un casto beso en los labios.

Culpables | Manuel Turizo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora