23

3.3K 284 22
                                    

Jung Kook dio pasos rápidos, entre sus brazos llevaba su computadora, sus ojos se encontraban llenos de angustia siendo casi imposible que su cuerpo no fuera más rápido de lo normal.

Tocó la puerta con desesperación, eran quizás las siete o ocho de la mañana, había salido de la casa unos minutos después que YoonGi y NamJoon desaparecieran para ir a la oficina.

La puerta se abrió, rechinando por lo vieja y descuidada que se encontraba, haciendo conjunto con toda la otra casa, un hombre canoso y de piel arrugada le miro con los ojos abiertos, JungKook gruño irritado y ciertamente molestó por lo que se encontraba haciendo.
El hombre sin decir alguna palabra se hizo a un lado, dejando entrar al Alfa, el cuál sólo le dio uan mirada y entró.

Por dentro la casa se encontraba tirada, sucia, papeles de quizás importancia se encontraban por el suelo, era un desastre.

——Por favor, no pises nada.——Dijo el hombre, haciendo que JungKook solo asintiera, su voz seguía siendo tan fuerte y profunda.——¿Qué es lo que vienes a buscar aquí Min JungKook?

Él sólo quito algunas cosas de una silla y las dejo en la mesa, se sentó de manera pesada, abrió su computador, dio algunos clicks y sin más se detuvo.

——No estoy aquí por que lo deseé, es más una necesidad de manera profesional.——Le miro, sus ojos denotaban el odio que le guardaba sin importar el pasar de los años——Necesito saber de esta mujer.

Señaló la pantalla, él Alfa dio unos pasos hacia el más joven, su pulso se detuvo al ver la pantalla.

——Necesito de su cooperación.——El hombre quiso negarse.——Claro, si es que no quiere alguna condena doctor Choi.

Pero el pequeño Jung Kook era más que audaz, le tenía como un pequeño pájaro en una aula. Y en cualquier momento Jung Kook podría meterse en esa jaula y devorarlo de un bocado.

Quizás nunca debió creer que era Dios.

JiMin mantenía su mirada fija en el colchón sin sábanas, sintiendo su cuerpo doler después de aquella noche.

Hoy se cumplían dos años de estar ahí. Dos largos años donde sus esperanzas se habían agotado, al igual que sus ganas de vivir.
Escucho los pasos de un momento a otro, rápidos, furiosos. Se asustó, por lo cual se abrazo a sí mismo y comenzó a llorar en voz baja, sintiendo como su lobo temblaba de miedo y pedía ayuda a su padre o hermano, pero era en vano, nunca llegaban.

La puerta se abrió de manera brusca, chocando con la pared, haciendo que las únicas víctimas que se encontraban dentro de aquel cuarto soltaran un chillido de horror.
JiMin espero golpes o galoneos, pero nada, solo sabía que ellos estaban ahí, quizás mirándolos con una asquerosa y burlesca sonrisa, restregandoles que solo les trataban como mercancía.

Un golpe en secó y un quejido hizo que JiMin abriera sus ojos de golpe, parpadeo creyendo que su mente le estaba jugando alguna mala broma en aquel momento, alzó su cabeza levemente y lo vio.

Un pequeño cuerpo tirado en el suelo.

Este se encontraba desnudo y lleno de suciedad, las marcas en toda la extensión del mismo daba una vaga idea de que le habían hecho antes de llevarlo ahí.

——Saluden a TaeHyung, su nuevo compañero.——Un hombre con sobrepeso y calvo camino lentamente.——La nueva puta de la bestia.

Pateó el cuerpo con leve fuerza, pero este aún se quejo, el Alfa río satisfecho, se dio la vuelta y desapareció como había aparecido. JiMin sintió su cuerpo temblar, sin siquiera pensarlo se levantó y corrió hacia el cuerpo que parecía inconsciente, lo tomó en brazos.

Sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas, era tan sólo un niño.

JiMin vio como TaeHyung sonreía, observó su rostro, sin algún moretón o si quiera marca de leve agresión, sólo una pequeña cicatriz en su cuello era el único recuerdo de aquella pesadilla dejada en el cuerpo del menor.

JiMin se levantó de la cama, casi ignorando las palabras del Omega más joven, él cual no era consiente de que el mayor estaba perdido entre sus pensamientos.

¿Qué hubiera pasado sí...?

Era la constante pregunta que se hacía a su mismo, una la cuál le frustraba más de lo que debería.

Era pasado y debía dejarlo atrás.

Pero joder, no podía, por más que lo intentará se le hacía imposible, todo a su alrededor parecía recordarle que era un Omega usado, se encontraba atorado en un círculo vicioso sin fin, ni esperanza.

Mordió sus labios al ver como YoonGi bajaba del auto con una caja entre sus manos. Luego estaba él.
Causándole emociones por las cuales saldría lastimado, y simplemente se le era más que difícil confiar en sí mismo para tomar una decisión.

Sentía que si daba un paso en falso perdería más de lo que tenía y esa no era una opción, JiMin estaba vivo por qué fue su decisión, por que luchó por eso. Ya que sobrevivir del infierno fue su única opción, una la cuál casi le mato y envenenó el alma lentamente.

Y aunque no fuera la persona más fuerte en el planeta, estaba seguro que era su mejor versión de sí mismo.

SeokJin nunca creyó que podría ver a Min YoonGi en aquella situación, una donde parecía desesperado por conseguir el perdón de alguien y ese alguien era Park JiMin.

Min YoonGi era un Alfa orgulloso, ciertamente nunca trató a un Omega mal, pero siempre fue orgulloso de sí mismo y de todas las mierda de problemas que su familia conllevaba, por que sí, SeokJin conocía de más esos problemas, llevó años intentando convencer a YoonGi de sus problemas, pero este último sólo decía que lo dejara en paz, pero en un par de meses YoonGi los acepto, y el Beta estaba seguro que el omega de cabellos rubios estaba involucrado.

Y eso hacía que su sospecha fuera más un hecho cada segundo que pasaba, el lobo de YoonGi ya estaba intentando cortejar a JiMin y YoonGi aún le costaba aceptar sus sentimientos, pero los había declarado.
¿Un gran paso? No, SeokJin estaba más que seguro que era un mínimo paso, había dañado a JiMin y este parecía querer alejarse de ellos cada día. Y aunque hubiera hecho un pequeño lazo con el menor este parecía querer negarse a cualquier contacto con ellos.

Tenía miedo de que le volvieran a herir.

JiMin empezaba a crear una barrera entre ellos, no quería crear vínculos y volver a ser separado de ellos, haciendole sufrir a la parte lobuna, al igual que la humana, seguía tiniendo el mismo miedo que le separaran de su familia.

——YoonGi.——Mencionó el nombre del menor y este le miro. Supo que se arrepentirá después, pero volvió a hablar.——Te ayudaré con JiMin.



Pista número uno:
Quizás las personas que más ames sea la que más daño te hace.

⬅️Teorías por aquí
G

racias por leer, te amo.
Lo siento por la demora, tuve alto bloqueó mental.

Omega (Y.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora