Omega (Y.M)

21

YoonGi abrió la puerta de manera apresurads y busco con la vista el mínimo indicio de algún intruso.

Pero su vista cayó en el rubio que se encontraba de pie comiendo yogurt mientras le observaba, sus ojos denotaban su nerviosismo al estar frente al Alfa.

——JiMin.——YoonGi camino hacia el y sin dejar que el Omega reaccionara le abrazo, Junín se quedo quieto, esperando que el otro lo soltara.——¿Estas bien? ¿No ha pasado nada raro en estos días?

JiMin negó mientras seguía comiendo, intentando darle poca importancia a su mayor, pero no podía engañarse a sí mismo, su lobo saltaba de un lado a otro feliz y él se sentía aliviado y satisfecho de que el Alfs haya regresado.

——Voy a mi cuarto.

Anunció y se giro, pero YoonGi le detuvo sujetando su muñeca, JiMin se giró.

Su corazón latía con desenfreno al tan sólo sentir el suave tacto de las manos de YoonGi, estas eran cálidas y suaves.

——JiMin, lo siento por todo lo ocurrido, en serio fui un imbecil

——No fue nada hyung, son cosas de la naturaleza.——JiMin interrumpió, YoonGi negó con su cabeza y siguió hablando.

——No, JiMin, no me refería a eso, lo siento por engañarme a mi mismo y decir que no me gustas, solo estaba cegado por una estúpida mentira, una la cuál estoy dejando de lado por que tú eres lo que estas del otro lado.——JiMin sintió su corazón detenerse, su cuerpo temblaba levemente——JiMin me gustas.

JiMin siempre fue un niño juguetón, cariñoso y sobre todo feliz, sus padres siempre le llenaron de amor y regalos, aunque no tuvieran mucho.
Amaba a su hermano, Park SooHyung era más que su hermano, era su mejor amigo.

Toda su infancia fue creada en recuerdos de Busan y su pequeño pueblo, vecinos que le pellizcaban sus mejillas sin piedad, sus compañeros y maestros. Aunque era de una familia pocos recursos era feliz.

Pero todo se aurrino, cuando tenía tan solo trece años, su hermano de diecisiete siempre jugaba en las tardes con él, aquél día no supo por qué, pero su hermano no llegó a casa, para no arruinar su tarde de juegos salió solo al patio delantero.

Sólo supo que había algo mal cuando el grito de su madre resonó por sus oídos, sintió las grandes manos de alguien, por más que intento liberarse no lo logró, aquel Alfa le triplicaba en fuerza.

Le jodieron la vida, a sus quince años llegó TaeHyung, un niño como él lo fue, siempre intentaba ver el lado positivo, se volvió una de las pocas cosas que lograban hacer feliz a JiMin, pero no era suficiente, siempre volvía a la misma mierda, hombres tocándole, haciéndole sentir miserable, matandole su alma poco a poco.

Lloraba todas las noches, rogando que su hermano cruzara aquella puerta y le sacará de ahí, pero nunca sucedió.

Sólo le siguieron rompiendo poco a poco.
Y cuando creyó ya estar muerto, llegó él.

Sintió tanto miedo al sentir como todo su cuerpo le traicionaba al estar cerca del Alfa e incluso se creó falsas esperanzas, pero siempre regresaba a la realidad, una donde nadie le amaría por estar sucio.
YoonGi le hizo creer que era diferente, creyó que quizás le podría querer, pero no pasó, solo sintió como el destino le dejaba en claro que nunca sería feliz, que sólo viviría para ser infeliz.

No era nadie, no tenía familia, no tenia a nadie, pero JiMin ere feliz ¿cierto?

JiMin era fuerte, JiMin tenía claro que era perfecto, JiMin no de culpaba a sí mismo por todas aquellas violaciones ¿O sí?

JiMin mantuvo su mirada en la ventana, abrazo con más fuerza sus rodillas y enterró si cabeza en el hueco de sus brazos, sintiendo las ganas de llorar volverse cada vez más grandes.

No deseaba más lástima, YoonGi no lo entendía, le lástima el hecho de que siga jugando con él, haciendo que sus sentimientos se vuelvan locos.

JiMin quería que todo esto terminará y cada uno de ellos tomará un nuevo camino, quería que lo dejaran solo con su porquería, ya que incluso TaeHyung le había dejado, pero no me culparia, a su lado nadie iba a ser feliz.

Sintió como una lágrima se deslizó por su mejilla, levantó su cabeza y mordió sus labios, pensando en todas las veces que le tocaron, hablaron y abusaron de él, haciéndole sentir mal consigo mismo por su peso, por su rostro, por todo lo que era, llevo sus manos a su rostro y quito de manera brusca las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.

Se había prometido ser fuerte, pero ¿en realidad lo era?

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2/3

N/A:
Lo siento por lo cortó y la demora, pero este capítulo se me hizo un poco difícil, ya que aquí me toco meterme en el papel de JiMin y pues fue bastante difícil por el hecho de que te hagan tantas cosas como paso a JiMin es difícil y quieres olvidar, pero no puedes, te culpas y lloras :(
Ya se han de imaginar.
Muchas gracias por leer, no leemos en unas horas.