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JiMin sintió su cabeza doler, abrió sus ojos suavemente y al verse inmerso en la oscuridad su corazón latió con fuerza y empezó con su mirada a buscar algo a su alrededor con desesperó. Nada.

Intentó moverse y noto que sus manos y pies estaban atados, empezó a chillar con fuerza, pero el pedazo de tela que tenía entre su boca solo hizo de estos murmuros sin fuerza. Lloró, sintiendo que toda la muerda que había vivido entre tantos años volvía, que todo había fallado y que quizás lo iban a matar.

Temió por su vida, por la de TaeHyung, por la de NamJoon y la de YoonGi... Oh, Dios, YoonGi, soltó un sollozo y se dio de cuenta de cuanto lo extrañaba, y que quizás ya nunca más lo iba a ver.

Escuchó la puerta abrirse y un par de pies caminar hacia él, se volvió a llenar de miedo.

Un tipo grande y fornido se puso de cuclillas ante él, permitiendo verle un poco de su rostro ante la tenue oscuridad.

—Oh mi caramelo.—Tocó su mejilla y JiMin sintió que podría vomitar en cualquier momento.—Tranquilo, ojalá pusiera poder poner mis manos entre tu bonito cuerpo.

Un gruñido se escapó de los labios de la otra persona.

—Mueve tu culo y llevamos a esa cosa o el jefe nos cortara en trozos.

—Oh, Solar, nunca me dejas divertime.—La ahora conocida como solar volvió a soltar otro gruñido y el tipo frente a él supo que hablaba enserio.

Quiso gritar cuando sintió los brazos del desconocido tomarlo y tirarlo a su hombro, JiMik se movió inquieto y empezó a llorar con más fuerza.

Quieto Omega.—Habló Solar con su voz de mando. JiMin no podía sentir su aroma, pero aún así se quedó tieso, mientras soltaba sollozos y lágrimas sin control.

Llamó y llamó a su Alfa, pero no lograba nada, sabía que no tenía una marca y que por sí YoonGi no lograba sentirlo.

Chilló un poco más fuerte cuando vio que se salían de lo que parecía ser una bodega y se adentra a una casa, sentía que moriría, y en serio rogaba que si lo hacía, YoonGi estuviera a salvó y que lograrán encontrar a TaeHyung, sano y salvó.

Cerró sus ojos y puso sentirlo, ahí, entre su imaginación y los latidos de su corazón.

Sus manos cálidas envolvían las más pequeñas, dejando pequeños besos en ellas y de un momento a otro, alzó su rostro, sonrió y dejó un pequeño beso en la punta de su nariz.

—Juntos, estamos juntos en todos esto que suceda en adelante, y no dejaré que nada te pase JiMin, nada.

Pero ahora estaba ahí, sufriendo e imaginando su destinó, y no culpaba a YoonGi, se culpaba a sí mismo, TaeMin le había engaño y YoonGi le había advertido, y ahora se sentía como un tonto, por qué fue utilizado otra vez por un imbecil, y le devolvió al infierno.

Le dejaron caer y soltó un quejido, abrió sus ojos y se sintió temblar.

No había máscara o supresor de olor, pero aún así, JiMin conocía esa maldita sonrisa, conocía como sonreía el diablo, y justo en aquellos momentos supo que estaba enfrente del causante de todo el mal de su vida. Y quizás eso no fue lo que más le asusto, si no que había una cara conocía a su lado, que le sonría de la misma manera, tan enferma, sucia y llena de malicia.

Park SooHyung. Su maldito hermano esta ahí, sonriente mientras lo veía con esos malditos ojos.

JiMin dio un chillido que sólo su alfa podría escuchary soltó una lagrima, aquél hombre que conocia como su hermano quitó su sonrisa y con una cara de preocupación se acerco hacía él, quitando la lágrima antes de que ésta terminará su recorrido, JiMin hizo una mueca, pero no lloró.

—Oh, mi JiMin, mi pequeño, juntos, justo como todo esto debió ser.—Dejó un beso en la coronilla del menor y acercó sus labios hacia la oreja de JiMin y en un susurró volvió a hablar.—Pronto serás mío, sólo mío, y si ese maldito alfa te tocó, le voy a cortar la cabeza.

JiMin abrió sus ojos con sorpresa, sintió como el aire le faltó unos segundos. Aquél revoltijo que había sentido hace poco tiempo atrás lo volví a sentir cuando la mano del tipo tocar su cadera, tomando con fuerza, enterrando sus uñas con fuerza, JiMin sabia que intentaba dejarle en claro que ahora era de él. Soltó otro sollozo.

SooHyung sonrió, y dejó una lamida desde su mandíbula hasta su mejilla. Asco, el Omega sentía tanto asco en aquellos momentos.

En un impulso busco ayuda en la mirada de los demás, pero solo había burla en sus ojos cuando los veía, pero cuando miro a Solar, esta frunció el ceño y giro su cabeza, como si estuviera molesta de su presencia.

JiMin supo que todo se había acabado.


Ayyyyyy, me siento emocionada y llena de miedo, ya casi djsjsks, y creo ya era más de obvio que el hermano de JiMin estaba involucrado en todo esto.

Gracias por leer<3

Omega (Y.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora