Consorte real

Capítulo II

— ¡A la derecha Genos!

De manera magistral Genos atrapó la espada lanzada por Sonic y sin que el enemigo se diera cuenta, corto su cuello de un solo golpe.

La sangre mancho el rostro albino del rubio, sus ojos dorados resaltaban con más intensidad dándole un aspecto tenebroso para cualquiera que lo viera.

Genos hubiese preferido nunca más tocar un arma en su vida, pero ahora no era el momento de morir, primero debía aclarar sus sentimientos.

Agarro el pañuelo que Sonic le ofreció para limpiar la sangre de su rostro, pero al ver que tenía el emblema real no pudo evitar querer destrozarlo.

¿Por qué había terminado como consorte oficial del rey Saitama?

Luego de darse cuenta de sus acciones al sentir el aroma del Saitama, Genos se arrepintió totalmente al dejarse llevar por sus instintos, al final resulto ser cierto que era un simple omega ingenuo.

Casi todas las miradas del salón estaban sobre ellos, aunque el calvo ya se había apartado del rubio, el extraño actuar de la pareja dejo perplejos a casi todos los presentes. El primero en salir de la conmoción fue King, quien rápidamente se acercó a darle una felicitación a su amigo.

­­­­­—Esta vez sí pude darte el regalo perfecto ¡Mira que encontrar tu destinado!

Aunque las palabras de King habían sido dichas con el mayor entusiasmo posible, la cara enojada de Saitama reflejaba que no estaba para nada contento con lo sucedido.

Nadie comprendía el porqué de tal disgusto, todo alfa debería sentirse feliz por encontrar a su destinado ¿Verdad?

Muy de mala gana Saitama tomo la mano del rubio arrastrándolo fuera del salón, justo antes de que salieran ambos por la puerta se detuvo para mirar a todos los presentes.

—Váyanse todos ahora, y no creo que deba decir lo que pasara si escucho rumores sobre lo que sucedió hoy.

Con esas palabras cerró la puerta dejando a todo el mundo atónito, ellos preferían olvidar este día, sin duda el rey del este era la última persona a la que quisieran enfadar.

—Que se cree ese calvo, todavía que me moleste en venir termina echándome así — dijo una peliverde enfadada.

—No puedes culparlo Tatsu, Saitama es algo...

— ¡Es un completo idiota!— Grito sacando la lengua en dirección a la puerta donde se había retirado el rey.

— ¡Tatsu, que seas la reina del sur no impedirá que el rey Saitama te asesine!

—No te preocupes King, que la reina Tatsumaki lo insulte no debe preocuparlo ahora— Respondió amenamente Mumen, quien al ser el asesor del Rey Saitama, estaba disculpándose con todos los invitados por la abrupta huida del rey.

— ¿Por qué crees que reacciono de esa manera Mumen?

—Primero estuvo feliz por encontrarse con aquel omega, pero luego...

—Solo se dio percato del lugar donde estaba, no es digno de un rey actuar así — mencionó Atomic Samurai, quien estaba igual de irritado que Tatsumaki.

A él no le molestaba que Saitama haya dejado la fiesta, sino que había venido desde muy lejos dejando a su omega embarazado, solo para que al final todo terminara de esa manera.

—Me disculpo por todas las molestias causadas por el Rey — volvió a mencionar Mumen, al verlo inclinarse tanta veces, todos se sentían culpable por el pobre muchacho.

—No es necesario que te disculpes tanto Mumen, entendemos la actitud de Saitama — dándole una palmada en el hombro al joven, Bang hizo que se sintiera un poco más alegre.