El arte de mentir.

1.2K 144 3
                                    

Estaba tan enamorado, que ignoró.

Tan enamorado, que prefirió creer en su propia mentira.

Era tal su amor, que hizo oídos sordos de las advertencias de su amada.

Ella estaba tan rota, que había dejado de sentir.

Tan rota, que dejó de creer.

—Confía en mi. No soy buena para ti. No voy a amarte, ni ahora, ni mañana. Jamás podrás hacerme sentir. De un día a otro, desapareceré, porque nadie puede reterme en ningún lugar. No sentiré dolor cuando te marches, o cuando discutamos. Porque todo ha comenzado a darme igual. ¿Podrás con ello?

—Yo te haré amar. Te haré sentir.

— ¿Eso crees? Porque puedo mentir. Mentiré. Y romperé promesas. Muchas promesas rotas. Y lo más probable es que tú acabes roto también. Mentir, la mejor de mis armas.

Te enamoraré.

Y la chica sonrío y lo besó. Como si lo creyera. Él se sintió feliz. Pensó que el cambio en su interior había comenzado.

Ella sabía mentir. Había advertido al muchacho.

Nunca lo amó, pese a las veces que se lo había susurrado al oído.

Nunca se sintió feliz, pese a las veces que se lo había prometido.

Nunca. Nunca. Nunca.

Porque todo el mundo sabía mentir. Y ella era la mejor en aquel arte.

Al vuelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora