Una y Mil Palabras de Amor ||C.V.&TÚ||CORRIGIENDO

Capítulo 6

Christopher se acercó lentamente a su boca y chocó sus labios con los de ella, ________ no tardó en corresponder, hacía meses que Christopher no la besaba, siempre eran esos piquitos de buenas noches y hasta ahí.
Las manos de ella se entrelazaron tras la nuca de él y Christopher la tomaba de la cintura, sus labios eran exigentes y sus lenguas exigían contacto, Christopher siempre mandaba, pero en cuestión de besos, ella ponía el orden.

Su lengua se apropió de la boca de Christopher, sintió el calor y humedad de está, Christopher le besó el labio inferior y ella el superior

Ella se ponía se puntitas para poder alcanzarlo bien, sus labios quemaban, la piel de ambos ardía y sentían que la ropa se incendiaba, _______ sentía gran necesidad por su esposo, ya hacia más de 10 meses que no tenían nada de intimidad, Christopher a veces ni dormía en su habitación, si no en su biblioteca.
Cuando él sintió las manos de ella colarse entre su suéter, se alejó levemente sin tratar de ser brusco

—¿Qué? ¿Por qué te detienes? —Preguntó ella, su esposo parecía avergonzado

—Tengo que volver a escribir, tú ve a dejar esas galletas —Dijo Christopher antes de salir e irse a la biblioteca, con frustración, se devolvió a la cocina, tomó las galletas y terminó de ponerlas en el plato, después les coloco un papel transparente y se dirigió a la casa de alado, las luces estaban encendidas.
Tocó el timbre y espero a que abrieran con una enorme sonrisa, segundos después, Zabdiel la recibió igual.

—Hey, hola —Saludó con una sonrisa

—Ah, hola vecino, acabo de hornear unas galletas y quise traerte a probar —Dijo ella extendiendo el plato hacia él

—¿Las horneaste tú? —Preguntó, ella asintió —Deben estar deliciosas, ¿Quieres pasar? —Preguntó, ________ dió una mirada rápida a su casa y pensó

"Christopher debe estar todavía encerrado en la biblioteca, aparte nunca cena conmigo... ¿Qué puedo perder?"

—Va, te acompaño —Respondió antes de que Zabdiel la hiciera pasar

—Perdón por el desastre y las cajas, hay cosas que todavía no terminó de desempacar, no puedo yo con todo —Dijo él y ella lo miró

—¿Vives solo? —Preguntó curiosa

—Si, me acabo de divorciar y mi ex esposa se quedó con la casa —Respondió él con una mueca

—¿Tienes hijos? —Le preguntó ella

—No... Esa situación fue lo que nos llevó a la separación, ella no se sentía suficiente y comenzó a cambiar un poco, al parecer ya no me soportaba y me corrió, después la encontré engañandome con su entrenador de gimnasio y pues mírame aquí —Le comentó con desánimo

—Lo siento.

—No pasa nada, ¿Quieres acompañarme a probar tus galletas? —Preguntó él y ________ asintió —¿Leche, té o café?

—Para las galletas, siempre un vaso de leche fría es lo mejor —Contestó ella, Zabdiel fue por unos

Él coloco dos vasos de leche, mientras se sentaban y comenzaban a conocerse un poco. Zabdiel era un hombre de 28 años que trabajaba en una oficina de bienes raíces, divorciado y actualmente soltero, era muy divertido y carismático, era experto en hacer reir

—¿Enserio? ¡No te creo! —Contestó en medio de risas

—Enserio, ¡Tenía unos enormes lentes de fondo de botella, usaba frenillos y tenis acné! sin mencionar que era escuálido —Contó Zabdiel sobre su adolescencia —Mira, creo que tengo una foto por aquí —Dijo él mientras busca en una caja

—Me encantaría ver esa fotografía, pero ya es un poco tarde, mi esposo me debe estarme esperando —Dijo ella poniéndose de pie y Zabdiel la imitó

—Bueno, muchas gracias por las galletas, vecina —Dijo él mientras ambos iban hacia la puerta

—No hay de que, si necesitas algo o quieres ayuda, mi esposo y yo estamos en casa —Comento ella, Zabdiel asintió

—¿Cuál dijiste que era tu apellido de casada? —Le preguntó

—Velez, soy ______ Vélez —Respondió ella —Nos vemos después, descansa —Se despidió y ambos se adentraron a sus hogares.