—No, sigo esperando al chico que fue diseñado para mí —Dijo ella con una sonrisa hipócrita, demonios, quería lanzarme a arrancarle los cabellos, era obvio que se refería a Chris
—Pues ya verás que sí, bueno, ¿Quieres comer? Estaba apunto de preparar rabioles, son los favoritos de mi esposa —Dijo Christopher
—¡Oh! No me gustan los rabioles Christopher, ¿Por qué no mejor una pasta? —Dijo ella con una sonrisita estúpida, Christopher asintió y los dos se dirigieron a la cocina, yo solo me acosté sobre el sofá y cerré mis ojos
Ojalá y está tortura se vaya pronto, Dije mientras negaba con mi cabeza, no sabía cuánto tiempo tendría que soportar sus malos gestos y tratos
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|Hace tres años|
—Flaquito, piensa muy bien lo que estás haciendo, ella no es la mujer indicada para ti —Le dijo Chloe a Chris mientras él se acomodaba el moño del traje y se miraba por quitaba vez al espejo
—Chloe, le voy a casar con ella, es la mujer a la que amo, tu deberías ser la que me apoye en esto —Dijo Christopher, Chloé negaba con la cabeza y se sentó sobre el sofá del despacho, Christopher miro por en medio de las cortinas del gran ventanal del despacho mientras veía como la gente se sentaba esperando a los novios, una boda muy pequeña con pocos familiares en el patio trasero de su hogar, con rosas blancas adornando cada parte de ahí y sillas con enormes mesas largas
—Chris, esa mujer no me da buena espina, ella te hará sufrir —Dijo Chloé, pero Christopher solo negó
—Eres mi mejor amiga, me conoces muy bien, pero no sabes lo que siento, cuando la veo quiero abrazarla y jamás soltarla, es con ella con la que quiero pasar mi vida —Dijo Christopher con una sonrisa y le apretó el hombro antes de salir y dirigirse al "altar", unos violinistas que habían contratado comenzaron a tocar, Christopher totalmente nervioso se giró y la miro, caminando con un enorme vestido color blanco, se miraba muy feliz y hermosa caminando a lado de su padre
Cuando ella llegó con él, Christopher le tomo las manos y le sonrió, estaba muerto de nervios, pero quería casarse
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—Bueno, por la ley que me otorga la iglesia, yo los declaró marido y mujer, Christopher, puedes besar a tu esposa —Dijo el obispo, Christopher lentamente alzó el velo que cubria el rostro de ella y la miro a los ojos
—Te amo —Dijo él antes de acercarse y besarla lentamente, todos a su alrededor aplaudieron, mientras ellos se perdían en aquel hermoso momento
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|De vuelta a la actualidad|
—Amor, ya está la comida ¿Por qué no bajas? —Me dijo Christopher y yo solamente negué, no iría a comer con esa víbora, ¿Que tal y le hizo algo a mi plato?
—No quiero comer, pero gracias —Dije mientras buscaba mi ropa para darme un baño y saldría a leer un poco al patio, Christopher me miraba confundido
—Anda, bajemos a comer y después tú y yo nos podemos dar un baño juntos —Dijo antes de darme un guiño, yo solo sonreí y negué
—Tu baja y atiende a la pesada de Chloé, yo le daré un baño y si después quieres, puedes acompañarme a leer —Dije antes de dirigirme al baño y comenzarme a desnudar, eran aproximadamente las 3:30 pm, así que estaría perfecta la luz para salir y leer
Después de esa relajante ducha, al bajar, en la puerta estaba Chloé abrazada de Christopher, está parecía no soltarlo
—Nos vemos mañana, flaquito —Dijo Chloé antes de salir de casa, tomé mi libro y me dirigí a la puerta con ella
—Adios Chloé, que tengas una linda tarde —Dije antes de hacerle un mueca y salir al patio, me senté en el césped y comencé a leer, segundos después llegó Christopher y se sentó tras de mí y sus brazos se pasaban por mi cintura
—No puedo creer que a pesar de todos estos años sigas odiando a Chloé —Dijo Christopher en mi oído
—Como no odiar a la mujer que quería arruinar mi boda y mi relación, en verdad sentía odio profundo por ella —Dije mientras negaba
—A veces hay que saber perdonar —Dijo Christopher y yo solte una carcajada
—Cariño, eres el menos indicado para hablar de rencor, ¿Acaso no te acuerdas de Richard?...
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Una y Mil Palabras de Amor ||C.V.&TÚ||CORRIGIENDO
FanfictionUn hombre inspirado siempre por el dolor y la soledad, buscando ese algo que le diera un nuevo sentido a la vida. No sabe si fue destino o la causalidad que hizo que ella apareciera en su camino, pero gracia a ello su lápiz se comenzó a inspirar. ...