Una y Mil Palabras de Amor ||C.V.&TÚ||CORRIGIENDO

Capítulo 9

Después de cenar en casa de Yenny, Christopher y _______ volvieron a su casa

—¿Lo puedes creer? Un bebé en la familia —Dijo ella con una sonrisa, en verdad le había alegrado la noticia, Christopher se encogió de hombros y asintió

—Me alegro por mi hermano, pero no me causa otra emoción, como te había comentado antes, no soy nada fan de los niños —Dijo Christopher mientras dejaba su abrigo en la percha

—Lo se —Afirmó ella, se dirigió a la cocina y Christopher la siguió, ________ tomo un poco de agua y se acercó a Chris —Buenas noches —Le dijo ella antes de darle un beso en los labios —Para que ya no tengas que subir —Comentó ella con una leve sonrisa y se dirigió a su habitación, se colocó la pijama y se acercó a la ventana, mirando el cielo oscuro. Miraba lo hermoso de la luna, cada noche se preguntaba lo mismo

¿Cómo es que llegó a caer en las manos de Christopher? ¿A qué se debía todo esto?

Una persona controladora, posesiva, ególatra, criticón, narcisista, arrogante y contrariado
Christopher era totalmente diferente a ella, pero aún así, la había enamorado de pies a cabeza, jamás se había sentido tan enamorada, tan jodidamente enamorada de alguien, pero él le bajo el cielo y las estrellas, la enamoró con cada palabra y cada sonrisa, haciéndola perder la cordura, la hacia sentir como nunca nadie lo había hecho

Una chica feliz, alegre, energética, asustadiza, caritativa y obediente, una chica que no le importaba lo que las demás personas opinaran de ella, que siempre mostraba buena cara ante los demás.

Ambos creían estar enamorados, Christopher no perdió su tiempo y al cumplir tan solo un años de novios, le propuso matrimonio, todo había sido demasiado apresurado, pero no parecía importar cuando el amor era suficiente.
Una boda muy íntima organizada en dos meses, sin la aprobación de la madre y la hermana de ella, pero si la de su padre. Ella se casó con aquel hombre, con el que al principio todo era miel sobre hojuelas, amor por aquí y por allá, pero de un tiempo para acá, Christopher se había vuelto distante, más cerrado y molesto, siempre estaba regañandola, pero ella estaba totalmente cegada por él, por aquel hombre del que tenía la esperanza de que todavía estuviera ahí.

Mientras miraba la luna, sin evitarlo, ______ dejo salir unas cuantas lágrimas, quería retroceder el tiempo y hacer las cosas bien, darse el tiempo necesario y no pensar con el corazón, si no con la cabeza.
La puerta se abrió, pero _______ estaba tan hundida en sus pensamientos que no se había dado cuenta, Christopher se acercó a ella y miro las lágrimas en sus mejillas

—¿Qué es lo que te sucede, ______? —Preguntó él mientras que con sus pulgares limpiaba sus lágrimas, ella salió del pequeño trance y como si fuera un robot, quitó sus lágrimas y le dió una sonrisa amplia

—¿Qué? Nada, no me pasa nada, solo que a veces me pongo sentimental, debe ser por qué ya pronto me llega el periodo —Dijo ella y se dirigió a la cama, se metió bajo las sábanas

Christopher se acercó a ella y la miro con una sonrisa, ella siempre trataba de aparentar que estaba bien, jamás se miraba triste y sabía ocultar sus sentimientos muy bien, Christopher se acercó a ella y le dejó un casto beso en la boca de su esposa, lo cual lo había hecho sentir aún más triste

—No me siento bien si no vengo hasta aquí y te deseo las buenas noches, descansa pedacito de cielo —Dijo él con una leve sonrisa antes de salir de la habitación, cerrando la puerta tras él

Caminó hacia la biblioteca a paso lento, se dejó caer sobre su enorme silla, frotó su rostro con desesperación, sabía que él había hecho algo que la hizo llorar, él había sido el causante del llanto

¿Qué diablos pasaba con él?

Parecía que le costaba estar con ella, parecía que lo estuvieran obligando a pasar tiempo con su esposa
¡No! Él se había casado porque amaba a su mujer, porque ella había sido la chispa que alegraba sus días

Pero ahora no quería eso, simplemente parecía que su esposa le estorbaba, pero no era así, él la amaba muchísimo, por algo le pidió que se convirtiera en su esposa, por algo le juro amor eterno frente a Dios.
Pero ahora parecía que no le nacía ser romántico, que esas cartas y poemas que ella le inspiraban ya no salían, que aquella noches en las que él le recitaba o le leía algún capítulo de su libro favorito "Una Y Mil Palabras De Amor" de él.
Christopher sentía que tal vez la chispa de su matrimonio ya se había apagado...