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Desde el día en el que Deku supo que Kacchan era su admirador, el rubio evitaba a toda costa a Deku. No podía mirarlo a la cara por la vergüenza. Midoriya, por su parte, se encontraba entrenando por su cuenta, cerca de su casa.

Descansó 10 minutos sentándose en el piso. Había conseguido utilizar bien el 5% de su kosei, intentaba probar el 7%, poco a poco.

-Vaya.-Se acercaron otra vez esos amigos de Kacchan.
-Otra vez nos encontramos, debe ser el destino.-Dijo el otro mirándole con malicia.
-¿Nos divertimos un poco?-Dio comienzo una pelea.

Al principio el peliverde solo intentaba esquivar, pero empezó a defenderse poco después de que la batalla comenzara. En un abrir y cerrar de ojos uno de las chicos le pego un puñetazo a Deku en la mandíbula, haciendo que se cayese. Los dos jóvenes iban a por Midoriya otra vez, pero unas explosiones los detuvieron.

-¿Katsuki?-Preguntaron extrañados.
-Fuera de aquí ahora mismo bastardos.-Dijo detrás de los dos. Su voz estaba muy tranquila, lo que significaba que estaba muy enojado.
-Bah si es un Deku, da igual.-Dijo uno y se echo a reír, recibió una gran explosión en la cara haciendo que salga literalmente a volar. Su acompañante se asustó y salió corriendo.

Deku mantenía su mirada en el suelo, estaba llorando. Visualizó una mano, Kacchan le estaba ofreciendo ayuda. Cogió su brazo y con ayuda del rubio se levantó.

-¿Estás bien?-Dijo Kacchan preocupado.
-Si. Solo un par de rasguños.-Una vez los dos levantados, ninguno soltó el agarre del otro.
-Deberiamos irnos.-Soltó el brazo de Midoriya y empezó a caminar.

мє νυєℓνєѕ ℓσςσDonde viven las historias. Descúbrelo ahora