Él es fuerte, es un blanquito pecoso muy hermoso, es gordito, tiene una sonrisa hermosa, un cabello castaño súper lindo, ojos color café claro, una nariz bonita (aunque él me diga que no es así y es fea) pestañas preciosas y un montón de cosas que cualquier niño envidiaría de él, y mejor no hablo de su personalidad porque no término nunca de hablar.
24 de octubre, día de mi cumpleaños número 14, llegue triste al liceo por cosas personales que no valen la pena mencionar, Luis me abrazo y me hizo cariñitos en el cabello,para luego decirme en forma de regaño que dejara de llorar por una tontería, yo me reí por su reclamo y luego me abrazo otra vez, me limpiaba la cara con su trapo de mocos mientras me decía:
- marica deja de llorar, te vas a poner fea, basta, a ver, una sonricita, una sonriciitaa, anda pajua que la gente no te puede ver triste, es tu cumpleaños, comportate estúpida - me decía ya empezando a molestarse.ya lo estaba sacando de quicio, así que decidí hacerle caso para luego ir a formación.
Después de tantos días y peleas locas, llantos, risas, desastres y más, seguíamos siendo los mejores amigos, pasábamos mucho tiempo juntos, a mi no me molestaba para nada y al parecer a el tampoco..
Llegó diciembre..
